sábado, 6 de octubre de 2018

Muzza5K Maratón de la Pizza 2018



Ya de temprano tenía ansiedad, no era una carrera mas. En realidad, no era carrera. Tenía forma de carrera.

Costó cara la inscripción y no lo digo como algo malo, porque tal vez fue el motivo por el cual pude inscribirme, es mas me sentí privilegiado por poder hacerla. Hace 2 años que quiero hacer esta carrera, siempre llegaba tarde y se agotaban los cupos rápidamente. Por suerte con los años le fueron encontrando la vuelta para que muchos puedan hacerla. Es una vez al  año y es una experiencia, mas a allá de comer. Porque recorres varias pizzerías, ves gente, compartís el momento como en una carrera común. Lo que te llevas es el momento y con ese concepto me anoté, de llevarme la experiencia. Misma lógica que uso para todas las carreras.

Hice mas de 40 carreras y en única que salgo en diario es en la que es para comer. Quedé como un gordito muerto de hambre. Muchos me dicen que estaba muy concentrado, como entodas las carreras. Pasa qeu  la eleccion de la por la mejor pizza es muy importante, no se lo puede tomar a la ligera.

Llegue una hora antes, como suelo llegar a todas las carreras. Era del equipo negro que salió, a las 12, llegué a las 11. No llovía, ni hacia frio. Por suerte aguantó el cielo hasta que terminara la carrera.

La verdad es que no venía bien entrenado, estaba comiendo bien, sano. Comer pizzas ayudaría a reponer energías que me llevó la carrera delos 42k.
 
Mi estrategia de carrera fue la siguiente:  ver ve qué se trataba y acelerar, el ritmo en los últimos kilómetros. Ir de menor a mayor, cuando ya le agarre ritmo y confianza . Me costó esto último, fue ir viendo cómo venia   la mano y si me queda resto avanzar rápido.  Las últimas 3 pizzerías fui uno de los primeros en llegar, y eso que ya no daba mas.

Cuando llegué a  Génova casi que no daba mas

Yo seguía al malón de gente. Era genial ir caminando de pizzería en pizzería  y la  gente nos preguntaba  “qué era eso de 5k?”, “de que se trataba esa carrera?”. Todos los que preguntaban les parecía maravillosa esa carrera. Y no se equivocaban. 

Nos veían todos vestidos con la misma remera y con gorrita. Como un viaje de egresados.
La carrera estaba organizada de la siguiente manera:

Eran 2 equipos divididos en 3 cada grupo, que salían en diferentes horarios. Uno blanco que salía del Obelisco a la Chacarita y otro negro que salió de Chacarita para el Obelisco. Cada grupos salía en diferente horarios de 11, 12 y 12:30.

No había chips que midan el tiempo, no hay tiempos,  Es comer y disfrutar de cada pizzería a las que seguramente volveré a alguna, pero ya sin la carrera.

Por si no queda claro,  la pizza es una de mis comidas preferidas.

Empecemos el recorrido

1) Imperio:  La largada en la puerta de la pizzería, con la cuenta regresiva simbólica, el corte de pizza es sin dudas para nosotros, los gorditos, emocionante. Porque , como dice el lema de la remera, “la muza nos inspira”. Porque queremos comer y se nos hace agua la boca para deleitar los sabores de cada pizza.

A la entrada de la pizzería te daban   un vermucito , aperitivo y donde regalaron la gorra.
Debo reconocer que rebasaba de muzzarella, daban ganas de pedir tenedor para comer lo que quedaba en el pato, no me gusta desperdiciar nada. No soporto los que no comen el borde, para mi esas personas tiene algún problema. Estaba  tan ansioso, que comí rápido y  no le saque foto a la gran porción.   No soy de sacar foto a la comida, nunca.  Siempre como y después me acuerdo de sacar foto. Esta vez hice esfuerzo de tomar alguna que otra foto en cada pizzería, para retratar el momento.
Gran comienzo

Fui uno  de los primero en entrar y también en comer, quizás me faltó encontrar  una buena ubicación para comer.  Las barras para comer de parado estaban todas ocupadas, como era de esperarse.  Al estar solo, pude  ubicarme en lugares estratégicos para primerear lugar. Suelo comer rápido muchas veces. Ideal para una competencia como esta.

Imperio, es una de las pizzerías que conocía de antemano.  Había ido con mi papá, hace 2 o 3 años, después de la despedida de Battaglia. Me había gustado la pizza de allí. Esta fue la confirmación, mantuvo el nivel y no defraudó.  Años anteriores, Imperio, ganó siempre como mejor pizza de muza.


2) Santa María, casi una cuadra después de Impero. Puedo decir le faltó algo de muzza a la porción, pero la masa era consistente, todo quedo en el plato no rebalsaba, tenia de menos quizás. Una buena muza, en mi opinión, tiene que rebalsar de muzzarela  y al comer estirar el quesito que se derrite.  Esta pizza, me dio  ganas de repetirla, quería mandarme y hacer una vuelta mas.  Pero decía:” faltan 5 mas”. “No seamos giles”, me decía para mi mismo. Si hubiese querido podría haber repetido, me guardé por las dudas mas adelante. Como en las carreras y en los restaurantes, la cuestión es no llenarse de entrada, por las dudas. Esta vez no dieron hidratación.

La siguiente pizzería  quedaba a unas 25 cuadras, 2,5 kilómetro, como buen runner, (o mal runner esta vez):  la vida se mide en kilómetros.  Menos mal avisaron de llevar hidratación porque la verdad es que hay que caminar bastante.

Mucha gente iba en subte o colectivo a la siguiente pizzería. Yo prefiero  caminar para ir bajando lo que se come. Relajado, tranquilo, tan tranquilo que me caí como un payaso. Increíble que uno corre 42k y no se cae. Camina 2 kilómetros y caigo como un gil, aparatosamente. Nada grave solo una flutillita en la rodilla.




3) Pin Pun en esta pizzería le jugó en contra de que cuando llegué, se juntó el grupo de los blancos. Mucha gente, hubo espera. Bastante, pasa que las pizzas las hacen en el momento. Y en esa pizzería, según vi después, tenia uno que reboleaba los bollos de pizzas, increíble dominio. También para que salga, caliente la pizza, fundamental para estos casos. Salían rápido, con  una buena sincronización bastante rápido, muy bien organizado. El lugar era muy chico y todos agarraban la porción y el vasito con Vermusito y se iban para afuera rápido. Los mozos le ponían mucha onda. De las pizzerías mas fiesteras a las que fui. Había mezas de costados,  Uno siempre se quiere sentar y serán, entre  10 o 15 minutos,  en las que te quedas en cada pizzería.

Y la próxima pizzería estaba a 30 cuadras, había que caminar mas que la anterior. Fundamental hidratarse.

Esta fue, a mi modo de ver, una de la peorcitas que comí, la muza estaba bien. Pero la masa un poco aireada, al menos la porción que comí, no llegaba a ser crocante, era como una media masa.

4) Kentucky ya con el nombre siento que es una cadena yanqui, fui, otra vez, uno de los primeros en llegar. Tuve que hace un poco de cola, pero porque  sacan la pizza caliente, muy necesario para este tipo de carrera. Las pizzería se juegan el prestigio. Acá los controles empezaron a ser mas estrictos. Te pedían el troquel indefectiblemente para retirar la pizza. Comí en la barra, de dorapa, la bueno es que la podías condimentar. Estaba separado donde entregaban las pizzas de lo que es el salón o sea que si querías estar sentado tenías que salir de local y volver a entrar al salón. Reconozco que hice una parada técnica al baño. Ya era la cuarta pizzería.

Esta pizzería también la conocía de antemano pero tengo preconcepto, siento que es una pizzería yanqui, una franquicia. No la considero una tradicional de Buenos Aires, quizás sea que está en el recorrido por marketing. 


5) La Americana la sorpresa, al menos de media cuadra que la anterior, ya había que caminar menos estaban las pizzerías bastante cerca. Acá si bien desde la calle te pedían el troquelado. Fue en mi opinión, la mejor atención. Fue la misma pizzería donde fui a buscar el kit de la carrera. Me había dado con ganas de comer una porción aquella vez,  para ir conociendo el recorrido. En running sería como conocer la pista donde  se va a correr. Pero no me sentía bien ese dia y me guardé para la carrera, para no perder la sorpresa.

No solo dieron la pizza sino también dieron cerveza,  gracias al sponsor. Te lo daban en vaso de vidrio que todos nos lo llevamos, que  especialmente dice muzza5k.  Llámenlo suvenir o como las medallas de las carreras que conservo. Había bastante lugar para estar sentado y descansar un rato. Quizás no sea una pizzería de paso esta, pero la atención fue buenísima.  La pizza normal.  Me dije que cuando esté listo, avanzar  la siguiente pizzería. Recordemos que soy de comer y casi no disfrutar cada bocado.  Como siempre apurado, he recibido críticas en el dia a dia por esto de comer rápido. Hoy era necesario, para primerear lugar. Acá agarre mi ritmo y empecé a acelerar. Porque estaba cansado y se venía la lluvia.

Para la próxima pizzería, había que cambar cruzar la 9 de Julio. Pensar que  hacia una semana pasaba por ese mismo lugar con la maratón. Todo lleno de autos nada que ver de cuando eras dueño absoluto de esa calle.





6) Genova , de entrada me gustó el lugar, fui de los primero en llegar, ya en la entrada te daban aliento diciendo que era el ultimo esfuerzo que ya se terminaba, como en los últimos kilómetros de todas las carreras. Ya costaba, no era la misma movilidad que antes, se había comido, tomado  y caminado mucho. Dieron un aperitivo, pero mucho lo miramos de reojo dado que no sabíamos qué contenía. Era de plástico y de color turbio, verdoso, parecía un caldo, pero era Vemut. Lo pensé después, no se van a jugar el prestigio haciendo alguna broma pesada. No me importó, tome igual, de la sed que tenía. Igual buena muza, consistente. Otra  de las que me sorprendió y no conocía. 
Conclusión: qué poco salgo. Cuánto me falta conocer.

Pensar que hace un año, después de la martron de mardel , a la semana siguiente estaba corriendo los 12k de Boca.  Lo bien que estaba físicamente en ese momento era increíble. Este año, una semana después de la maratón apenas si puedo caminar hasta la última pizzería.

7) Pétalos, gran lugar, en este punto me di cuenta que no ponían el aire acondicionado, para que tengamos calor y compres mas agua o la compres o directamente liberar el lugar rápido. Difícil catalogar una pizza en este punto. Pero había que votar. Podías quedarte en el piso de arriba el tiempo que quieras. No era tan amplio, por suerte llegué antes que llegue el malón de gente. No sé cómo hizo la gente disfrazada para aguantar todo ese tiempo vestidas así. Dieron hidratación, un exquisito Campari, que en ese momento fue como un oasis en el  desierto.

Es de las carreras que no transpire sudor sino aceite. La verdad que a esta altura la pizza ya no podía calificar. Qué error hubiese sido comer demás en las primeras, creo que no llegaba al final, o quizás sí, pero hubiese sido demasiado.

Me quedo con las dos primeras. Las demás eran de gran calidad pero sin maravillarme.
Casi que me voy sin votar, pero a eso había ido, a votar y participar de la elección



Se elegía

Mejor pizzas: Mi voto Imperio /Santa Maria cabeza a cabeza

Mejor atención Mi Voto La Americana

Mejor lugar para ir con la familia Mi Voto : Kentucky

Mejor lugar para ir con amigos Mi Voto Genova / Pétalos

El año voy disfrazado de runner y fue,  voy o con el cinto de hidratación, vincha, cortos, medias de compresión. Así gano por mejor disfraz, salgo en todos lados seguro.

Sin dudas fue una fiesta, la fiesta de la pizza. Una de las  comidas preferidas de los argentinos. Un placer haber podido hacerla. 

Casi que no escribo sobre esta carrera de pizza, cómo un pibe que se cuida siempre, correr carreras va a escribir sobre una carrera de comer?. Que dirán mis runners herejía, por comer tan mal. Soy humano y me gusta comer bien también. Son experiencias, vivir el momento. También me gusta escribir, hacer este tipo de cosas me da el pie para que las palabras fluya y sean el motor para escribir y describir como lo viví y mis sensaciones. Porque cuando escribo vuelvo a vivir la experiencia y seguramente en unos años cuando vuelva a releer esto y lo de las demás carreras volveré a sentir las mismas sensaciones que viví ese dia. Cómo me cuesta releerme.



domingo, 30 de septiembre de 2018

Capítulo Maraton de Buenos Aires 2018 - Tercera Maratón




Tiro títulos que voy a desarrollar, un brainstorming de las cosas vividas

- Mucha gente en monopatín, Rollers, Bicicleta acompañando.

- Dolores de todo tipo y factor

- Desde el kilómetro 25 sabía que las cosas no venían bien en mí, mucho calor, muchas subidas y bajadas que me liquidaron,

- Indignado con los dorsales duplicados.

- Satisfacción por haber terminado, como se como sea. Hasta gateando la terminaba.  No me fui conforme, sabía que no venía bien, sabor agridulce.

-Rendirme no era opción. Tenía mido que venga el camión que  levanta  a los últimos, de esos que liberan las calles y te acercan a la llegada.

- Llegué cerca de los últimos pero feliz por haber terminado. Terminar no te lo quita nadie, los kilómetros recorridas son tuyos. Nadie te los saca.

- Intensifiqué entrenamientos unas semanas antes de la media maratón.

- La sufrí mucho desde el k25 en adelante.

 -El dia anterior me dije, hasta no vomitar sangre no paro

- No salió como lo planificado

-No te pueden dar medalla, pero lo que no te pueden quitar son los kilómetros recorridos

-Un hermoso amanecer de Buenos Aires.

Como hago para contar 5 horas y media de carrera? Sí, leyeron bien, una locura el tiempo. No digo que haya estado bien, simplemente cuento cómo terminé y las cosas que fueron sucediendo, a medida que la escribo también la vuelvo a correr e intento transmitir lo que uno va sintiendo y las cosas que  van pasando.

Por dónde empiezo?

La largada  donde minutos antes de largar, cantaron el Vincelo y fue emocionante. En realidad la canción es Nessun Dorma, pero la parte mas emocionante es el Vincelo, cantado por un tenor local. No es Pavarotti pero sin dudas logró conmover a mas de uno, claramente yo fui uno.

Ya desde temprano, todavía de noche, hacía mucho calor, pero en Buenos Aires el calor o el frio no son secos, hay humedad y eso es mucho peor que tener mucho calor. La humedad te engaña.
La humedad para mí como la inflación, el valor del dinero pierde valor a medida que aumentan los precios y  perdés valor adquisitivo.  Acá es igual te desgastas (el dinero sos vos) a media que avanzas y cuando mas querés dar mas (emitir moneda)  te desgastas (te devalúas) y te quedas sin resto (tenés menos a fin de mes). Una clase de economía di sin darme cuenta.



Para mi sorpresa me acompañaron mi hermano y mi papa.
Descansé bien, comí muchas pastas, había entrenado bien, tal vez faltaron un par de entrenamiento mas. Pero si hay que hacer comparaciones, para la maratón de mar del Plata,  corrí 50 kilómetros menos el mes antes. La preparación fue acorde. Hice 61 kilómetros tres semanas antes,  40 kilómetros dos semanas antes  y otros 40 kilómetros la semana anterior a la maraton. Una semana antes no hice nada, solo un entrenamiento en bici y trote suave Estuvo acorde, pero faltó se ve. Lo feliz que estaba haciendo fondos largos de sábado, dos sábados seguidos haciendo 25 kilómetros, el primero lo disfruté mas el segundo. El segundo sábado de los 25k, costó mas, peleaba con los perros cada vez me ladraban y les hacia frente.

Hice una buena entrada en calor, a conciencia. Me decía: “no elongar mucho, para ir agarrando ritmo para el final de la carrera”. De menor a mayor. Era el plan de carrera ir agarrando ritmo a medida que avanzaran los kilómetros llegar con mucho resto al final de la carrera.

Tenía pensado dividir la carrera en 4, y en 8. Cómo es dividir la carrera en 8?  Cada 5 kilómetros contar uno,  así hasta llegar a los 40. El otro de dividir en 4, cada 10 kilómetros contar uno. Mas que nada para ir pasando y corriendo para distraerme.  Otra era pensar en las carreras del año que hice. Sumar patentes es la que mas me gusta. Mantiene tu cerebro activo. Pero te cansa. Te distrae.
Sabía que la vuelta de la Boca iba hacer difícil, así había sido hace 2 años cuando la corrí, y asi fue, la vuelta la sufrí y recién en la bajada a la vuelta fue cuando no daba mas.

Kilómetro 0 largada emoción ganas, alegría, entusiasmo, reunido en una sola vez, que vez. Me decía: “la primer parte  se hace rápido, es conocida para mi mismo que las media maraton de Bueno Aires”. Subestimé la distancia? Para nada, nunca hay que hacer eso. Menos una distancia tan larga. Repito que para mi, son  tanas las cosas que uno pasa en una maratón. Muchos estados de ánimo, subidas y bajadas emocionales. Debo decir que fue un error la salida. Salí y seguí el ritmo de otros. Iban mas lentos, y me sentía con piernas con ganas de mas y tenía restos para ir mas fuerte, había mucha gente que no podía pasar pasarlos porque no quise desesperarme, quise ser conservador, me dije y  cuidar piernas para la segunda mitad y ser tan conservador no fue bueno

Empezá muy tranquilo, me dije: “bueno tengo piernas, y tengo que  cuidarlas y conservar energías”. Y yo no soy así, no me guardo nada nunca, me es contraproducente guardarme. No me tendría que haber guardado nada. Pasa que tenía gente que venía muy despacio y dije: “bueno, sigamos toda la carrera así”. El tema fue que los fui perdiendo de vista  y yo me venía quedando.

Es raro porque parece que busco excusas para justificarme el por qué no salió la carrera quería.  No es así, simplemente es contar kilometro a kilometro lo que fui sintiendo y  lo cambiante que fue todo. Desde la alegría de la largada, pasando por los distintos estados  por los que pasé. Esto se nota en las fotos, la alegría al comenzar la carrera y la parte final de sufrimiento. Es un tobogán de emociones la maratón.

Kilómetro 5, llegamos a la Axion de avenida  del Libertador., debo aclar que se me pasó por la cabeza al kilómetro 4 recordar al corredor que se había quedado en la media maratón de hace 3 semanas atrás. Porque pude haber sido yo también.

Primero me pasó el Pacer de 5:45 y después al rato casi a los 5k el, pacer de los 6 minutos el kilómetro. Eso como que me tiró un poco abajo., me arrepentí de no haber salido rápido como quería. Lo mío es asi, siempre dar  el todo por el todo, desde el arranque, hasta que te quedes sin nafta, nunca me quedé sin nafta de esa manera, porque mas rápido corra, mas lejos voy a llegar, y mas tiempo para caminar sin sentirme culpable. El dia anterior me dije, hasta que no vomite sangre no paro…no llegué a tanto.

Pero ya como a los 5 kilómetros,  se empezaron a ver muchas bicicletas que entorpecían la carrera. Había mucha gente corriendo, no era lugar para que anden en bici, acompañen en los kilómetro finales, donde hay mas espacio.

Y vino la subidita a la nueve de julio, después de ellos el Powerade. Y venia concentrado en lo que hacía, escuchado música, que  para esta carrera lo puse en modo  aleatorio.  Qué error!!, la música debe ser elegida, en una maratón nada se deja al azar.

El dia anterior mi debate era si estrenaba zapatillas, pero como todavía las sentía un poco duras,  y no amoldadas al pie, preferí no hacer cosas que no entrenamos  en carrera. Increíblemente se bancaron 2 maratones esas zapatillas. Ya piden cambio, mejor dicho, para usarlas en entrenamiento, tan solo tiene 400 kilómetro aprox. Se dice que se cambian a los 800/900 kilómetros. Difícil de medir pero las use en carreras y en poco entrenamientos, por eso duraron tanto. Y eso que tienen duras batallas encima como las de Tandil y Madryn.

Kilómetro 10 el Obelisco, hay una foto increíble que me retrata. Pleno centro  y  como buen porteño, el  ombligo de Argentina, los del interior me ven a odiar. Pasamos por  la casa Rosada. Y la carrera se iba armando. Como un rompecabezas de 42 piezas. que se van armando kilómetro a kilómetro y va tomando forma.

A los Kilometro 10 y eran 2 de 4 y 1 de 4, la gente a los costado alentaba. Hasta uno me dio una palmada en  la espalda, podre tipo se habrá querido matar al tocar mi omóplato todo transpirado. Ni pude apreciar donde trabajo, pasé por delante. De tan metido que venia. Mas un puesto de hidratación que había, imposible de verlo.

Con respecto a los puestos de hidratación mi plan era el siguiente: tomar solo si lo necesito, no tomas de mas, la carrera del 21k Provincia de este año m e enseñó. Esa carrera fue  una de las peores media maratón que hice, aprendí que no hay hidratarse por demás, te llenas al pedo y al cuerpo no le sirve. Eso me di cuenta tiempo después, increíble que uno siempre aprende de los malos momentos. O sea las carreras en las que me fue mal en los tiempos fueron las que mas cosas me dejaron. Y las que te marcan a fuego. La vida es prueba y error siempre, corregir y no volver a persistir, ese  es el secreto. Hasta este punto, era todo alegría.



Kilómetro 15 y ya se venía lo difícil y lo sabíamos. Pude ver pasar a los keniatas que venias todos juntitos, con una increíble sincronización para correr. A un ritmo infernal. Ellos por el kilómetro 26/27 y yo recién por el 15. Mi carrera recién emperezaba y ellos a 17 /16 kiloemntro para terminar.
Ya en ese tramo ya empezaron las subidas y bajadas, leves de cualquier autopista, de antemano sabía que en la ida no iba a tener problemas, porque lo conocía, y era un tramo largo. La otra vez hacer 2 años se me hizo interminable, esta vez estaba mas tranquilo, sabia que era laaargo. Bajamos a la Boca y ya palpitaba pasar por Bombonera.

Y pasé por la Bombonera, conocías esas calles, a veces pienso que la maratón es, como dije, un rompecabezas, o sea tramos de carreras anteriores. Que unidas hacen una sola distancia. Porque la carrera de Boca son los 12k que se correr por allí. De ahí lo conozco ese lugar. Después la aproximación a la cancha, increíble. Me la quedé mirando todo el tiempo, como si nunca la hubiese visto y eso que la  vi muchas veces y la verdad, piel de pollo en ese momento. Una pena lo que paso un rato mas tarde cuando se jugó allí el superclásico. Falta poco para que se de vuelta esto, que un dia le vamos a ganar, pasándolos por arriba, un solo triunfo así, categórico, que los humille, y vuelve todo a lo que nunca debió dejar de ser.  Me refiero a un triunfo los exponga, que los deje en ridículos como tantas otra veces.

Kilómetro 20 Volviendo a la carrera pasamos por el Riachuelo, cerca de Caminito, otro lugar emblemático de Argentina. Y ya me acercaba a media maratón y con un poco acalorado, pero andaba bien, casi media maraton y venía sosteniendo el ritmo. Pero el  kilómetro 21 ya la rodilla empezó a doler, soportable pero dolor al fin. Mitad de carrera y ya con dolores y me decía, “no vas a llegar, se te puede hinchar la rodilla”. Al pasar por el k 22 otra vez el dolor que se iba a de a ratos.
Allí, en el kilómetro 21 sentía que algo no andaba bien. Costaba mucho llegar a cada kilómetro. Sentí un dolor en la rodilla, me dije: es la rótula, es un  dolor que me da cada tanto por el esfuerzo, y lo sentí hasta el kilómetro 25  que fue donde comenzó mi debacle en el ritmo de carrera.
De vuelta a las autopista y llegó un momento clave. La subida esa la hice caminando, pensado en cuidar piernas. A ritmo rápido. Y continué corriendo. Mi tan temido temor,  por así decirlo y redundante temor. Ese tramo lo había hecho y en la carrera de hace 2 años se hizo eterno y duro y pero aquella vez, solo era ida. Hacer ese tramo 2 veces me liquidaría, pensaba. Y las pequeñas subidas y bajadas me complicaron. Fue cuando me arrepentí de no haber entrenado cuestas. Sugestión o no, pero la cuestión es que una vez que termine este tramo de 2 o 3 kilometro en autopistas estaba la bajada para ir de vuelta por las 9 de Julio. Por donde había visto pasar como flecha a los que ganaron la carrera.

Que vas a hacer, son días en los que las  cosas no salen como uno quiere, no salen como uno las planificó. Mi Muro me llegó en el kilómetro 25 mucho antes de lo pensado. Fue hasta donde aguanté, fue lo que lo que pude. Igual no abandoné, lo pensé pero seguí el como sea es eso, me propuse  llegar como sea.

Primero calle a calle y seguir hasta donde se pudiera. Y que los kilómetros pasen como sea. Correr 500 metro y otros 500 caminando. Después aguatar escuchando una canción: “corré una canción”. Una canción tiene  alrededor de 3 o 4 minutos y después caminar. Ya no daba mas. Pero seguí. Los pies ya estaban hinchados.

Hasta rezé para distraerme, al segundo padre nuestro se me olvido la oración. No pude seguir rezando. Seguí con el Dios te salve María, pero no mucho mas. Y tampoco sirvió de mucho.

Kilómetro 25 y ya me costaba todo, me había sobre exigido  ese ese último tramo. Me sentía pesado y ya venía pensado en ir al baño. Tenia mucho líquido encima. La idea de pasar por el baño no me disgustaba, era mas que nada para tomar aire que me permitiera volver a la carrera, al ritmo normal, y correría mas suelto y liviano, pensaba. También  el fatídico kilómetro 25 siempre para mi es clave para tomar el Bee power. Ya de antemano ese kilómetro iba a ser clave. El tema es que frene y empecé a caminar. Muchos otros  también caminaban. Pero  el principal motivo que me llevó a caminar, es porque sentía las pulsaciones bastante altas.

No sé qué pudo haber sido., si el calor, la desesperación de estoy lejos y tengo que volver, sabiendo que me estaba quedando sin piernas. No lo sé bien. Pero en el brazo donde tenía el brazalete que lleva el celu y lo sentía latir como cuando te toman la presión, era algo bastante intenso. Por un momento pensé  en frenar para que me tomaran la presión. Preferí caminar un poco y después otro poco y en mi cabeza estaba el abandonar. Tenía la SUBE, falta mucho y no había llegado ni al kilómetro 30 y ya estaba cansado. El muro me llegó un rato antes. Y me dije, “no me importa voy a seguir y llegar cueste lo que cueste y tarde lo que tarde. Sabía que era muy difícil volver ritmo otra vez, que los 17 kilómetros que quedaban iban  a ser así, caminar un poco y correr lo que se pueda. Otra vez, por qué no me leí antes lo que yo mismo escribí sobre  las maratones que hice?  Otro error. La música la dejé aleatoria?  No me saqué el brazalete en ningún momento para acomodarlo, no deje pasar los kilómetros para distraerme un poco. En la carrera de 30k del autódromo no me sentí así tan mal pronto y en aquella vez casi no había entrenado.

Sabía que si en kilómetro 25 estaban cansado, lo que vendría sería durísimo,  una impotencia de querer correr y no poder, que mentalmente faltaba mucho y estaba lejos, muy lejos. Que haberme quedado sin piernas tan rápido era una muy mala señal, que si seguía, como seguí, iba a experimentar lo que era el mismo infierno en vida. Que se iba a será interminable. Fue de los momentos mas difíciles que me tocó  a pasar en una carrera. Que iba a doler. Que los pies al caminar, se hincharían mas  rápido y el ácido láctico se acumularía el cansancio e iría pidiendo movilidad en las piernas. Todo eso lo sabía, ya desde el mismo momento del fatídico k25. Decidí seguir y pasar por ese infierno. Tantos infiernos he pasado este año en especial, y a lo largo de mi vida, esto es nada con todo lo que pasé. Al menos es correr y pasa en un rato.

De acá en mas empezó otra carrera, ya nada era lo mismo.

Del k25 al 30 fueron 5 kilómetros por la 9 de Julio hasta subir por la Illia, ese tramo que conocía, de haber pasado con la media maratón de Buenos Aires, donde a los costados está la villa 31, zona medio fea y donde le habían robado a una chica la vez anterior. Podría decir que venía paseando, escuchando música, yendo tranquilo, disfrutando. La verdad es que, no. Una maratón se la corre, no se la camina. Y cuando caminaba sentía que robaba, la peor persona del mundo, que las maratones se corren no se caminan. Para caminar, tenés todos los días. Y se sufría cada vez que avanzaban los kilómetros.

Tres kilómetros mas adelante , bajada de la autopista y entrada en la zona de Aeroparque, que tantas veces he pasado en bici. La Costanera, al lado del rio, otra de las partes mas lindas que tiene Buenos Aires Esta vez la pasada por allí era diferente, nunca había pasado por allí estando en una carrera .Esta vez no podía apreciar el río, ni los aviones  Sentía, presentía que  faltaba menos para  que llegar al k36, escuchando las canciones. La estrategia de la canción: “Corro esta canción y descanso otra”. Esa estrategia la usaba cuando recién empezaba a correr, primero una canción, des pues dos y después recitales enteros.  Y asi, de esas manera, consumía kilómetros, de una carrera que no termina mas.  Corriendo aproximadamente 500metros y caminando los  otros 500mts. Por suerte el aleatoria cayo justo en la música de Rocky. Mucha gente en bici alentando,  en ese momento, mal que me pese necesarios. Contaba mentalmente  los segundos un minuto corriendo, 60 segundos y caminar. No se terminaba mas. Fue interminable ese tramo

Del kilómetro 36 al 38. Corri, troté  y camine, avancé pero la pasé muy mal. Mal porque no terminaba como quería, mal porque no era la carrera como la que soñaba.  No sabia qué hora era, los puestos de hidratación lo empezaban a levantar.



Que en el k39 estoy suplicando que termine todo. Ya sin música, a lo que se pueda hacer. Zona de Ciudad Universitaria estando tan cerca pero con el trajín de la carrera encima. Quedaban 3 kilómetros que es un día normal es una entrada en calor de 20 minutos máximo, pero no daba mas hacía rato. Caminé casi una hora, es esa hora de mas, no me quedó otra. Solo quedaba pasar el puente Labruna caminando obvio.  Caminé buena parte de la carrera, cómo con iba a caminar una subida, la mas complicada de todas.

La murga en el puente de puso mucha onda a ese tramo, se los escuchaba de lejos. Le puso clima color a una situación complicada. Bajada y aceleré un poco, mas por la inercia que por otra cosa.

Kilómetro 41 y sólo quedaba una recta 1000 metros y se acababa, un nene alentaba y chocaba los 5 a todos los corredores que pasaban. Es la parte mas linda, todos te alienta para que termines corriendo. Te aplauden para correr. A uno le da vergüenza no hacerlo. Ese aplauso es energético. Ves a lo lejos el arco inflable, tan cerca y tan lejos. “Ya estamos” ,te decis. Llegas a Monroe y ya queda  poca gente, la mayoría se fueron y lo que quedan están liquidados con sus familias recuperando aliento. No saben quién sos pero te siguen alentando, seguís adelante, como tantas otra veces en la vida. Es solo una carrera, pero se asemeja tanto a la vida. Es por eso que lo hago, para sentir eso. Se te pasa la visa entera en un maratón. Sabés que la carrera ya está por terminar y la carrera por mas que te haya llevado el tiempo que te haya llevad,  se termina siempre cuando cruzas la línea de llegada. No se renuncia, no se abandona. Uno no renuncia a lo que le gusta, por mas fea que se pongan la cosas. Al fin de cuentas este tipo de cosas son las que terminan haciendo mas fuerte.  Porque  sabés que la revancha será el año que viene o quizás sea la ultima maratón. Pero no me puedo ir con este sabor bastante amargo, merezco algo mas. Mejorar esto va a ser fácil. De eso no me caben dudas. Se pueden tener caídas duras, pero hay revancha siempre y volveremos el año siguiente, o el otro e intentaremos mejorar. Creo que de eso se trata todo esto. Tener buenas y malas carreras y a la larga lo que te dejan. Estas bien, estas mal, te va a ir bien, te va air mal, lo importarte, siempre, es vivir el momento y seguir intentando. Para ser mejor uno.

Y de lejos lo veo a mi hermano, mi papa alentando para que no baje los brazos que ya se termina. Otro tipo que me dice de lejos “dale flaco que ya se termina. No tengo ni aliento, ni piernas, ni nada y voy a dejar lo ultimo que me queda, QUE NO NOS QUEDE NADA. Y cruzo la meta, aturdido sin aliento, no entendés nada, veo poca gente, llamativo, dado que siemrpe se agolpan por las medallas. Pensé que era tan tarde que se habían ido todos.  Escucho alguien que me grita a lo lejos, era mi mama que había venido a ver  porque había visto lo difícil que fue por los comentarios de los que iban llegando. La vi la saludé, me hablaba pero no podía hablar, estaba sin nada de aliento, estaba sin poder hablar, estaba exhausto. Al rato reaccioné. Estaba muy aturdido y enfocado en terminarla como sea y el “como sea” implicaba estar pasándola mal por mucho tiempo. Desganando al cuerpo, mas de 5 horas corriendo, no hace bien. Recuperar esto va ser difícil. Lejos estoy de lo que fue Madel, hace un año, que me sentía campeón del mundo. Pero la terminé y era lo que quería.



No fue una carrera épica, no fue la carrera pensada, Sí, una carrera que me deja mucho de enseñanza.  Dejó mas cosas a mejorar.  Mas el debe que en el haber. Buena primera mitad, la segunda mitad fue un sufrimiento absoluto.  Miré mucho al piso, como cuando Messi mira el piso sin encontrar respuestas las situaciones complicadas.  Sólo por el amor propio seguí, el mismo amor propio que no te hace renunciar a nada y seguir adelante. A pesar de que no tenías resto para seguir. “Terminá lo que empezaste”, me decía para mis adentros, “que todavía no vi la línea de llegada”.

Qué tengo que hacer para mejorar, en los kilómetros del 30 los 36 lo pensaba, en lo que tendría que hacer para mejorar esto. Uno si bien la termina, sabe que fue su tercera maratón, ya no sos debutante en la distancia, se espera al menos no empeorar tiempos. O no por mucho y ni cerca estuve. Con un tiempo de debutante en la distancia terminé. Esto último, es lo que mas me hace ruido, no haber podido siquiera mantenerme.

1) Volver al gimnasio, al menos una vez por semana o los días que llueve. Esto es innegociable si lo que  queremos es mejorar

2) Hacer cuestas, hace mucho no entreno cuestas. Prefería hacer fondos largos que cuesta, y al parecer fue un error. Pensé que con fondos largos solo sería suficiente claramente no fue asi.

3) Salir a entrenar los domingos a la mañana. De esta manera le  ganas un dia a la semana, implica también acostarse temprano el sábado.

4) Esfuerzo de correr en la semana . Los martes o los jueves cuando llego a casa temprano, mínimo a las 20 una horita se pueden hacer 10 kilómetros,  que suman mucho.

5) Este lo tengo en análisis, unirme a un runnig team? Quizás gane velocidad, lo malo va a ser si me quiero bajar, implica conocer gente y hablar y no quiero eso, no quiero que me conozcan. No soy de  sociabilizar, quizás si invite a gente de mi grupo de amigos e incentivarlos a ellos

La frutilla del postre para un carrera, casi que para el olvido, fue que no llevaron suficiente medallas en la llegada. Se habían acabado y a las 4 horas, 30 minutos, a la hora donde los corredores normales empezamos a llegar, que en definitiva financian la carrera. Muy lamentable, no por el hecho de la medalla en sí, sino porque es algo que a la organización no se puede pasar. Cómo van a haber medalla de menos? Sigo sin mi medalla.