Tiro títulos que voy a desarrollar, un brainstorming de las
cosas vividas
- Mucha gente en monopatín, Rollers, Bicicleta acompañando.
- Dolores de todo tipo y factor
- Desde el kilómetro 25 sabía que las cosas no venían bien
en mí, mucho calor, muchas subidas y bajadas que me liquidaron,
- Indignado con los dorsales duplicados.
- Satisfacción por haber terminado, como se como sea. Hasta
gateando la terminaba. No me fui conforme,
sabía que no venía bien, sabor agridulce.
-Rendirme no era opción. Tenía mido que venga el camión
que levanta a los últimos, de esos que liberan las calles
y te acercan a la llegada.
- Llegué cerca de los últimos pero feliz por haber terminado.
Terminar no te lo quita nadie, los kilómetros recorridas son tuyos. Nadie te
los saca.
- Intensifiqué entrenamientos unas semanas antes de la media
maratón.
- La sufrí mucho desde el k25 en adelante.
-El dia anterior me
dije, hasta no vomitar sangre no paro
- No salió como lo planificado
-No te pueden dar medalla, pero lo que no te pueden quitar
son los kilómetros recorridos
-Un hermoso amanecer de Buenos Aires.
Como hago para contar 5 horas y media de carrera? Sí,
leyeron bien, una locura el tiempo. No digo que haya estado bien, simplemente
cuento cómo terminé y las cosas que fueron sucediendo, a medida que la escribo
también la vuelvo a correr e intento transmitir lo que uno va sintiendo y las
cosas que van pasando.
Por dónde empiezo?
La largada donde
minutos antes de largar, cantaron el Vincelo y fue emocionante. En realidad la
canción es Nessun Dorma, pero la parte mas emocionante es el Vincelo, cantado
por un tenor local. No es Pavarotti pero sin dudas logró conmover a mas de uno,
claramente yo fui uno.
Ya desde temprano, todavía de noche, hacía mucho calor, pero
en Buenos Aires el calor o el frio no son secos, hay humedad y eso es mucho
peor que tener mucho calor. La humedad te engaña.
La humedad para mí como la inflación, el valor del dinero
pierde valor a medida que aumentan los precios y perdés valor adquisitivo. Acá es igual te desgastas (el dinero sos vos)
a media que avanzas y cuando mas querés dar mas (emitir moneda) te desgastas (te devalúas) y te quedas sin
resto (tenés menos a fin de mes). Una clase de economía di sin darme cuenta.
Para mi sorpresa me acompañaron mi hermano y mi papa.
Descansé bien, comí muchas pastas, había entrenado bien, tal
vez faltaron un par de entrenamiento mas. Pero si hay que hacer comparaciones,
para la maratón de mar del Plata, corrí 50
kilómetros menos el mes antes. La preparación fue acorde. Hice 61 kilómetros
tres semanas antes, 40 kilómetros dos
semanas antes y otros 40 kilómetros la
semana anterior a la maraton. Una semana antes no hice nada, solo un
entrenamiento en bici y trote suave Estuvo acorde, pero faltó se ve. Lo feliz
que estaba haciendo fondos largos de sábado, dos sábados seguidos haciendo 25
kilómetros, el primero lo disfruté mas el segundo. El segundo sábado de los
25k, costó mas, peleaba con los perros cada vez me ladraban y les hacia frente.
Hice una buena entrada en calor, a conciencia. Me decía: “no
elongar mucho, para ir agarrando ritmo para el final de la carrera”. De menor a
mayor. Era el plan de carrera ir agarrando ritmo a medida que avanzaran los
kilómetros llegar con mucho resto al final de la carrera.
Tenía pensado dividir la carrera en 4, y en 8. Cómo es
dividir la carrera en 8? Cada 5 kilómetros
contar uno, así hasta llegar a los 40.
El otro de dividir en 4, cada 10 kilómetros contar uno. Mas que nada para ir pasando
y corriendo para distraerme. Otra era
pensar en las carreras del año que hice. Sumar patentes es la que mas me gusta.
Mantiene tu cerebro activo. Pero te cansa. Te distrae.
Sabía que la vuelta de la Boca iba hacer difícil, así había sido
hace 2 años cuando la corrí, y asi fue, la vuelta la sufrí y recién en la
bajada a la vuelta fue cuando no daba mas.
Kilómetro 0 largada emoción ganas, alegría, entusiasmo,
reunido en una sola vez, que vez. Me decía: “la primer parte se hace rápido, es conocida para mi mismo que
las media maraton de Bueno Aires”. Subestimé la distancia? Para nada, nunca hay
que hacer eso. Menos una distancia tan larga. Repito que para mi, son tanas las cosas que uno pasa en una maratón.
Muchos estados de ánimo, subidas y bajadas emocionales. Debo decir que fue un
error la salida. Salí y seguí el ritmo de otros. Iban mas lentos, y me sentía
con piernas con ganas de mas y tenía restos para ir mas fuerte, había mucha
gente que no podía pasar pasarlos porque no quise desesperarme, quise ser conservador,
me dije y cuidar piernas para la segunda
mitad y ser tan conservador no fue bueno
Empezá muy tranquilo, me dije: “bueno tengo piernas, y tengo
que cuidarlas y conservar energías”. Y yo
no soy así, no me guardo nada nunca, me es contraproducente guardarme. No me
tendría que haber guardado nada. Pasa que tenía gente que venía muy despacio y
dije: “bueno, sigamos toda la carrera así”. El tema fue que los fui perdiendo
de vista y yo me venía quedando.
Es raro porque parece que busco excusas para justificarme el
por qué no salió la carrera quería. No
es así, simplemente es contar kilometro a kilometro lo que fui sintiendo y lo cambiante que fue todo. Desde la alegría de
la largada, pasando por los distintos estados por los que pasé. Esto se nota en las fotos,
la alegría al comenzar la carrera y la parte final de sufrimiento. Es un tobogán
de emociones la maratón.
Kilómetro 5, llegamos a la Axion de avenida del Libertador., debo aclar que se me pasó
por la cabeza al kilómetro 4 recordar al corredor que se había quedado en la
media maratón de hace 3 semanas atrás. Porque pude haber sido yo también.
Primero me pasó el Pacer de 5:45 y después al rato casi a
los 5k el, pacer de los 6 minutos el kilómetro. Eso como que me tiró un poco
abajo., me arrepentí de no haber salido rápido como quería. Lo mío es asi,
siempre dar el todo por el todo, desde
el arranque, hasta que te quedes sin nafta, nunca me quedé sin nafta de esa
manera, porque mas rápido corra, mas lejos voy a llegar, y mas tiempo para caminar
sin sentirme culpable. El dia anterior me dije, hasta que no vomite sangre no
paro…no llegué a tanto.
Pero ya como a los 5 kilómetros, se empezaron a ver muchas bicicletas que
entorpecían la carrera. Había mucha gente corriendo, no era lugar para que
anden en bici, acompañen en los kilómetro finales, donde hay mas espacio.
Y vino la subidita a la nueve de julio, después de ellos el
Powerade. Y venia concentrado en lo que hacía, escuchado música, que para esta carrera lo puse en modo aleatorio.
Qué error!!, la música debe ser elegida, en una maratón nada se deja al
azar.
El dia anterior mi debate era si estrenaba zapatillas, pero
como todavía las sentía un poco duras, y
no amoldadas al pie, preferí no hacer cosas que no entrenamos en carrera. Increíblemente se bancaron 2
maratones esas zapatillas. Ya piden cambio, mejor dicho, para usarlas en
entrenamiento, tan solo tiene 400 kilómetro aprox. Se dice que se cambian a los
800/900 kilómetros. Difícil de medir pero las use en carreras y en poco entrenamientos,
por eso duraron tanto. Y eso que tienen duras batallas encima como las de
Tandil y Madryn.
Kilómetro 10 el Obelisco, hay una foto increíble que me
retrata. Pleno centro y como buen porteño, el ombligo de Argentina, los del interior me ven
a odiar. Pasamos por la casa Rosada. Y
la carrera se iba armando. Como un rompecabezas de 42 piezas. que se van armando
kilómetro a kilómetro y va tomando forma.
A los Kilometro 10 y eran 2 de 4 y 1 de 4, la gente a los
costado alentaba. Hasta uno me dio una palmada en la espalda, podre tipo se habrá querido matar
al tocar mi omóplato todo transpirado. Ni pude apreciar donde trabajo, pasé por
delante. De tan metido que venia. Mas un puesto de hidratación que había,
imposible de verlo.
Con respecto a los puestos de hidratación mi plan era el
siguiente: tomar solo si lo necesito, no tomas de mas, la carrera del 21k Provincia
de este año m e enseñó. Esa carrera fue una de las peores media maratón que hice, aprendí
que no hay hidratarse por demás, te llenas al pedo y al cuerpo no le sirve. Eso
me di cuenta tiempo después, increíble que uno siempre aprende de los malos
momentos. O sea las carreras en las que me fue mal en los tiempos fueron las
que mas cosas me dejaron. Y las que te marcan a fuego. La vida es prueba y
error siempre, corregir y no volver a persistir, ese es el secreto. Hasta este punto, era todo
alegría.
Kilómetro 15 y ya se venía lo difícil y lo sabíamos.
Pude ver pasar a los keniatas que venias todos juntitos, con una increíble
sincronización para correr. A un ritmo infernal. Ellos por el kilómetro 26/27 y
yo recién por el 15. Mi carrera recién emperezaba y ellos a 17 /16 kiloemntro
para terminar.
Ya en ese tramo ya empezaron las subidas y bajadas, leves de
cualquier autopista, de antemano sabía que en la ida no iba a tener problemas,
porque lo conocía, y era un tramo largo. La otra vez hacer 2 años se me hizo
interminable, esta vez estaba mas tranquilo, sabia que era laaargo. Bajamos a
la Boca y ya palpitaba pasar por Bombonera.
Y pasé por la Bombonera, conocías esas calles, a veces
pienso que la maratón es, como dije, un rompecabezas, o sea tramos de carreras
anteriores. Que unidas hacen una sola distancia. Porque la carrera de Boca son
los 12k que se correr por allí. De ahí lo conozco ese lugar. Después la
aproximación a la cancha, increíble. Me la quedé mirando todo el tiempo, como
si nunca la hubiese visto y eso que la vi muchas veces y la verdad, piel de pollo en
ese momento. Una pena lo que paso un rato mas tarde cuando se jugó allí el
superclásico. Falta poco para que se de vuelta esto, que un dia le vamos a
ganar, pasándolos por arriba, un solo triunfo así, categórico, que los humille,
y vuelve todo a lo que nunca debió dejar de ser. Me refiero a un triunfo los exponga, que los
deje en ridículos como tantas otra veces.
Kilómetro 20 Volviendo a la carrera pasamos por el
Riachuelo, cerca de Caminito, otro lugar emblemático de Argentina. Y ya me
acercaba a media maratón y con un poco acalorado, pero andaba bien, casi media maraton
y venía sosteniendo el ritmo. Pero el kilómetro
21 ya la rodilla empezó a doler, soportable pero dolor al fin. Mitad de carrera
y ya con dolores y me decía, “no vas a llegar, se te puede hinchar la rodilla”.
Al pasar por el k 22 otra vez el dolor que se iba a de a ratos.
Allí, en el kilómetro 21 sentía que algo no andaba bien. Costaba
mucho llegar a cada kilómetro. Sentí un dolor en la rodilla, me dije: es la
rótula, es un dolor que me da cada tanto
por el esfuerzo, y lo sentí hasta el kilómetro 25 que fue donde comenzó mi debacle en el ritmo
de carrera.
De vuelta a las autopista y llegó un momento clave. La
subida esa la hice caminando, pensado en cuidar piernas. A ritmo rápido. Y
continué corriendo. Mi tan temido temor,
por así decirlo y redundante temor. Ese tramo lo había hecho y en la
carrera de hace 2 años se hizo eterno y duro y pero aquella vez, solo era ida.
Hacer ese tramo 2 veces me liquidaría, pensaba. Y las pequeñas subidas y
bajadas me complicaron. Fue cuando me arrepentí de no haber entrenado cuestas.
Sugestión o no, pero la cuestión es que una vez que termine este tramo de 2 o 3
kilometro en autopistas estaba la bajada para ir de vuelta por las 9 de Julio.
Por donde había visto pasar como flecha a los que ganaron la carrera.
Que vas a hacer, son días en los que las cosas no salen como uno quiere, no salen como
uno las planificó. Mi Muro me llegó en el kilómetro 25 mucho antes de lo
pensado. Fue hasta donde aguanté, fue lo que lo que pude. Igual no abandoné, lo
pensé pero seguí el como sea es eso, me propuse
llegar como sea.
Primero calle a calle y seguir hasta donde se pudiera. Y que
los kilómetros pasen como sea. Correr 500 metro y otros 500 caminando. Después
aguatar escuchando una canción: “corré una canción”. Una canción tiene alrededor de 3 o 4 minutos y después caminar.
Ya no daba mas. Pero seguí. Los pies ya estaban hinchados.
Hasta rezé para distraerme, al segundo padre nuestro se me
olvido la oración. No pude seguir rezando. Seguí con el Dios te salve María,
pero no mucho mas. Y tampoco sirvió de mucho.
Kilómetro 25 y ya me costaba todo, me había sobre
exigido ese ese último tramo. Me sentía
pesado y ya venía pensado en ir al baño. Tenia mucho líquido encima. La idea de
pasar por el baño no me disgustaba, era mas que nada para tomar aire que me
permitiera volver a la carrera, al ritmo normal, y correría mas suelto y
liviano, pensaba. También el fatídico
kilómetro 25 siempre para mi es clave para tomar el Bee power. Ya de antemano
ese kilómetro iba a ser clave. El tema es que frene y empecé a caminar. Muchos
otros también caminaban. Pero el principal motivo que me llevó a caminar,
es porque sentía las pulsaciones bastante altas.
No sé qué pudo haber sido., si el calor, la desesperación de
estoy lejos y tengo que volver, sabiendo que me estaba quedando sin piernas. No
lo sé bien. Pero en el brazo donde tenía el brazalete que lleva el celu y lo
sentía latir como cuando te toman la presión, era algo bastante intenso. Por un
momento pensé en frenar para que me tomaran
la presión. Preferí caminar un poco y después otro poco y en mi cabeza estaba
el abandonar. Tenía la SUBE, falta mucho y no había llegado ni al kilómetro 30
y ya estaba cansado. El muro me llegó un rato antes. Y me dije, “no me importa
voy a seguir y llegar cueste lo que cueste y tarde lo que tarde. Sabía que era
muy difícil volver ritmo otra vez, que los 17 kilómetros que quedaban iban a ser así, caminar un poco y correr lo que se
pueda. Otra vez, por qué no me leí antes lo que yo mismo escribí sobre las maratones que hice? Otro error. La música la dejé aleatoria? No me saqué el brazalete en ningún momento
para acomodarlo, no deje pasar los kilómetros para distraerme un poco. En la
carrera de 30k del autódromo no me sentí así tan mal pronto y en aquella vez casi
no había entrenado.
Sabía que si en kilómetro 25 estaban cansado, lo que vendría
sería durísimo, una impotencia de querer
correr y no poder, que mentalmente faltaba mucho y estaba lejos, muy lejos. Que
haberme quedado sin piernas tan rápido era una muy mala señal, que si seguía,
como seguí, iba a experimentar lo que era el mismo infierno en vida. Que se iba
a será interminable. Fue de los momentos mas difíciles que me tocó a pasar en una carrera. Que iba a doler. Que
los pies al caminar, se hincharían mas rápido y el ácido láctico se acumularía el
cansancio e iría pidiendo movilidad en las piernas. Todo eso lo sabía, ya desde
el mismo momento del fatídico k25. Decidí seguir y pasar por ese infierno.
Tantos infiernos he pasado este año en especial, y a lo largo de mi vida, esto
es nada con todo lo que pasé. Al menos es correr y pasa en un rato.
De acá en mas empezó otra carrera, ya nada era lo mismo.
Del k25 al 30 fueron 5 kilómetros por la 9 de Julio hasta
subir por la Illia, ese tramo que conocía, de haber pasado con la media maratón
de Buenos Aires, donde a los costados está la villa 31, zona medio fea y donde
le habían robado a una chica la vez anterior. Podría decir que venía paseando,
escuchando música, yendo tranquilo, disfrutando. La verdad es que, no. Una
maratón se la corre, no se la camina. Y cuando caminaba sentía que robaba, la
peor persona del mundo, que las maratones se corren no se caminan. Para
caminar, tenés todos los días. Y se sufría cada vez que avanzaban los kilómetros.
Tres kilómetros mas adelante , bajada de la autopista y
entrada en la zona de Aeroparque, que tantas veces he pasado en bici. La
Costanera, al lado del rio, otra de las partes mas lindas que tiene Buenos
Aires Esta vez la pasada por allí era diferente, nunca había pasado por allí
estando en una carrera .Esta vez no podía apreciar el río, ni los aviones Sentía, presentía que faltaba menos para que llegar al k36, escuchando las canciones. La
estrategia de la canción: “Corro esta canción y descanso otra”. Esa estrategia
la usaba cuando recién empezaba a correr, primero una canción, des pues dos y
después recitales enteros. Y asi, de
esas manera, consumía kilómetros, de una carrera que no termina mas. Corriendo aproximadamente 500metros y caminando
los otros 500mts. Por suerte el
aleatoria cayo justo en la música de Rocky. Mucha gente en bici alentando, en ese momento, mal que me pese necesarios.
Contaba mentalmente los segundos un minuto
corriendo, 60 segundos y caminar. No se terminaba mas. Fue interminable ese
tramo
Del kilómetro 36 al 38. Corri, troté y camine, avancé pero la pasé muy mal. Mal porque
no terminaba como quería, mal porque no era la carrera como la que soñaba. No sabia qué hora era, los puestos de
hidratación lo empezaban a levantar.
Que en el k39 estoy suplicando que termine todo. Ya sin
música, a lo que se pueda hacer. Zona de Ciudad Universitaria estando tan cerca
pero con el trajín de la carrera encima. Quedaban 3 kilómetros que es un día
normal es una entrada en calor de 20 minutos máximo, pero no daba mas hacía
rato. Caminé casi una hora, es esa hora de mas, no me quedó otra. Solo quedaba
pasar el puente Labruna caminando obvio.
Caminé buena parte de la carrera, cómo con iba a caminar una subida, la
mas complicada de todas.
La murga en el puente de puso mucha onda a ese tramo, se los
escuchaba de lejos. Le puso clima color a una situación complicada. Bajada y aceleré
un poco, mas por la inercia que por otra cosa.
Kilómetro 41 y sólo quedaba una recta 1000 metros y se
acababa, un nene alentaba y chocaba los 5 a todos los corredores que pasaban.
Es la parte mas linda, todos te alienta para que termines corriendo. Te
aplauden para correr. A uno le da vergüenza no hacerlo. Ese aplauso es energético.
Ves a lo lejos el arco inflable, tan cerca y tan lejos. “Ya estamos” ,te decis.
Llegas a Monroe y ya queda poca gente,
la mayoría se fueron y lo que quedan están liquidados con sus familias recuperando
aliento. No saben quién sos pero te siguen alentando, seguís adelante, como
tantas otra veces en la vida. Es solo una carrera, pero se asemeja tanto a la
vida. Es por eso que lo hago, para sentir eso. Se te pasa la visa entera en un
maratón. Sabés que la carrera ya está por terminar y la carrera por mas que te
haya llevado el tiempo que te haya llevad,
se termina siempre cuando cruzas la línea de llegada. No se renuncia, no
se abandona. Uno no renuncia a lo que le gusta, por mas fea que se pongan la
cosas. Al fin de cuentas este tipo de cosas son las que terminan haciendo mas
fuerte. Porque sabés que la revancha será el año que viene o
quizás sea la ultima maratón. Pero no me puedo ir con este sabor bastante
amargo, merezco algo mas. Mejorar esto va a ser fácil. De eso no me caben
dudas. Se pueden tener caídas duras, pero hay revancha siempre y volveremos el
año siguiente, o el otro e intentaremos mejorar. Creo que de eso se trata todo
esto. Tener buenas y malas carreras y a la larga lo que te dejan. Estas bien,
estas mal, te va a ir bien, te va air mal, lo importarte, siempre, es vivir el
momento y seguir intentando. Para ser mejor uno.
Y de lejos lo veo a mi hermano, mi papa alentando para que
no baje los brazos que ya se termina. Otro tipo que me dice de lejos “dale
flaco que ya se termina. No tengo ni aliento, ni piernas, ni nada y voy a dejar
lo ultimo que me queda, QUE NO NOS QUEDE NADA. Y cruzo la meta, aturdido sin aliento,
no entendés nada, veo poca gente, llamativo, dado que siemrpe se agolpan por
las medallas. Pensé que era tan tarde que se habían ido todos. Escucho alguien que me grita a lo lejos, era
mi mama que había venido a ver porque había
visto lo difícil que fue por los comentarios de los que iban llegando. La vi la
saludé, me hablaba pero no podía hablar, estaba sin nada de aliento, estaba sin
poder hablar, estaba exhausto. Al rato reaccioné. Estaba muy aturdido y enfocado
en terminarla como sea y el “como sea” implicaba estar pasándola mal por mucho
tiempo. Desganando al cuerpo, mas de 5 horas corriendo, no hace bien. Recuperar
esto va ser difícil. Lejos estoy de lo que fue Madel, hace un año, que me sentía
campeón del mundo. Pero la terminé y era lo que quería.
No fue una carrera épica, no fue la carrera pensada, Sí, una
carrera que me deja mucho de enseñanza.
Dejó mas cosas a mejorar. Mas el debe
que en el haber. Buena primera mitad, la segunda mitad fue un sufrimiento
absoluto. Miré mucho al piso, como cuando
Messi mira el piso sin encontrar respuestas las situaciones complicadas. Sólo por el amor propio seguí, el mismo amor
propio que no te hace renunciar a nada y seguir adelante. A pesar de que no
tenías resto para seguir. “Terminá lo que empezaste”, me decía para mis
adentros, “que todavía no vi la línea de llegada”.
Qué tengo que hacer para mejorar, en los kilómetros del 30
los 36 lo pensaba, en lo que tendría que hacer para mejorar esto. Uno si bien
la termina, sabe que fue su tercera maratón, ya no sos debutante en la
distancia, se espera al menos no empeorar tiempos. O no por mucho y ni cerca
estuve. Con un tiempo de debutante en la distancia terminé. Esto último, es lo
que mas me hace ruido, no haber podido siquiera mantenerme.
1) Volver al gimnasio, al menos una vez por semana o los
días que llueve. Esto es innegociable si lo que
queremos es mejorar
2) Hacer cuestas, hace mucho no entreno cuestas. Prefería
hacer fondos largos que cuesta, y al parecer fue un error. Pensé que con fondos
largos solo sería suficiente claramente no fue asi.
3) Salir a entrenar los domingos a la mañana. De esta manera
le ganas un dia a la semana, implica
también acostarse temprano el sábado.
4) Esfuerzo de correr en la semana . Los martes o los jueves
cuando llego a casa temprano, mínimo a las 20 una horita se pueden hacer 10
kilómetros, que suman mucho.
5) Este lo tengo en análisis, unirme a un runnig team?
Quizás gane velocidad, lo malo va a ser si me quiero bajar, implica conocer
gente y hablar y no quiero eso, no quiero que me conozcan. No soy de sociabilizar, quizás si invite a gente de mi
grupo de amigos e incentivarlos a ellos
La frutilla del postre para un carrera, casi que para el
olvido, fue que no llevaron suficiente medallas en la llegada. Se habían
acabado y a las 4 horas, 30 minutos, a la hora donde los corredores normales
empezamos a llegar, que en definitiva financian la carrera. Muy lamentable, no
por el hecho de la medalla en sí, sino porque es algo que a la organización no
se puede pasar. Cómo van a haber medalla de menos? Sigo sin mi medalla.
Allí estuvimos!! El "nessum dorma" de la largada emocionó. Me costó mucho desde el 32 en adelante; creo que exactamente por lo contrario que a vos (poca agua. Normalmente para cuando tengo sed ya estoy fusilado). La cuesta arriba del "puente River" fue como si empujara un acoplado, pero el último km lo clavé a 5:14.
ResponderEliminarExcelente, Felicitacionees Maratonista !! Quizas faltó algún puesto de hidratacion a la altura del peaje. Es inhumano una cuesta como esa en el puente Labruna en el k40 durísima. El K41 al K42 te lleva el aliento de la gente, como si uno resucitara
EliminarLo del agua me pega feo; en especial si (como pasó este año y el pasado) hay calor y humedad. Prefiero mucho más cuando te dan agua en botellas, aunque sea esas chiquitas de 200 o 300ml, porque las llevás un rato y vas tomando de a poco. Los vasitos encerados terminás tomando mucho menos.
EliminarGracias por las felicitaciones (retribuyo... ); me "recibí" hace ya unos años atrás. Si bien este año hice mi mejor tiempo me falta sentirme un poco mejor en las carreras largas.
tal cual los vasitos, entre que cada vez sirven menos, se te cae otro poco y poco y nada es lo que tomás.
EliminarTE Felicito porque una maraton, nunca es fácil y mantenerse es lo mas importante y seguir aprendiendo. Son tantas cosas las que se viven en un maraton y siempre te dejan cosas. Gran sprint final tuviste!!