domingo, 30 de septiembre de 2018

Capítulo Maraton de Buenos Aires 2018 - Tercera Maratón




Tiro títulos que voy a desarrollar, un brainstorming de las cosas vividas

- Mucha gente en monopatín, Rollers, Bicicleta acompañando.

- Dolores de todo tipo y factor

- Desde el kilómetro 25 sabía que las cosas no venían bien en mí, mucho calor, muchas subidas y bajadas que me liquidaron,

- Indignado con los dorsales duplicados.

- Satisfacción por haber terminado, como se como sea. Hasta gateando la terminaba.  No me fui conforme, sabía que no venía bien, sabor agridulce.

-Rendirme no era opción. Tenía mido que venga el camión que  levanta  a los últimos, de esos que liberan las calles y te acercan a la llegada.

- Llegué cerca de los últimos pero feliz por haber terminado. Terminar no te lo quita nadie, los kilómetros recorridas son tuyos. Nadie te los saca.

- Intensifiqué entrenamientos unas semanas antes de la media maratón.

- La sufrí mucho desde el k25 en adelante.

 -El dia anterior me dije, hasta no vomitar sangre no paro

- No salió como lo planificado

-No te pueden dar medalla, pero lo que no te pueden quitar son los kilómetros recorridos

-Un hermoso amanecer de Buenos Aires.

Como hago para contar 5 horas y media de carrera? Sí, leyeron bien, una locura el tiempo. No digo que haya estado bien, simplemente cuento cómo terminé y las cosas que fueron sucediendo, a medida que la escribo también la vuelvo a correr e intento transmitir lo que uno va sintiendo y las cosas que  van pasando.

Por dónde empiezo?

La largada  donde minutos antes de largar, cantaron el Vincelo y fue emocionante. En realidad la canción es Nessun Dorma, pero la parte mas emocionante es el Vincelo, cantado por un tenor local. No es Pavarotti pero sin dudas logró conmover a mas de uno, claramente yo fui uno.

Ya desde temprano, todavía de noche, hacía mucho calor, pero en Buenos Aires el calor o el frio no son secos, hay humedad y eso es mucho peor que tener mucho calor. La humedad te engaña.
La humedad para mí como la inflación, el valor del dinero pierde valor a medida que aumentan los precios y  perdés valor adquisitivo.  Acá es igual te desgastas (el dinero sos vos) a media que avanzas y cuando mas querés dar mas (emitir moneda)  te desgastas (te devalúas) y te quedas sin resto (tenés menos a fin de mes). Una clase de economía di sin darme cuenta.



Para mi sorpresa me acompañaron mi hermano y mi papa.
Descansé bien, comí muchas pastas, había entrenado bien, tal vez faltaron un par de entrenamiento mas. Pero si hay que hacer comparaciones, para la maratón de mar del Plata,  corrí 50 kilómetros menos el mes antes. La preparación fue acorde. Hice 61 kilómetros tres semanas antes,  40 kilómetros dos semanas antes  y otros 40 kilómetros la semana anterior a la maraton. Una semana antes no hice nada, solo un entrenamiento en bici y trote suave Estuvo acorde, pero faltó se ve. Lo feliz que estaba haciendo fondos largos de sábado, dos sábados seguidos haciendo 25 kilómetros, el primero lo disfruté mas el segundo. El segundo sábado de los 25k, costó mas, peleaba con los perros cada vez me ladraban y les hacia frente.

Hice una buena entrada en calor, a conciencia. Me decía: “no elongar mucho, para ir agarrando ritmo para el final de la carrera”. De menor a mayor. Era el plan de carrera ir agarrando ritmo a medida que avanzaran los kilómetros llegar con mucho resto al final de la carrera.

Tenía pensado dividir la carrera en 4, y en 8. Cómo es dividir la carrera en 8?  Cada 5 kilómetros contar uno,  así hasta llegar a los 40. El otro de dividir en 4, cada 10 kilómetros contar uno. Mas que nada para ir pasando y corriendo para distraerme.  Otra era pensar en las carreras del año que hice. Sumar patentes es la que mas me gusta. Mantiene tu cerebro activo. Pero te cansa. Te distrae.
Sabía que la vuelta de la Boca iba hacer difícil, así había sido hace 2 años cuando la corrí, y asi fue, la vuelta la sufrí y recién en la bajada a la vuelta fue cuando no daba mas.

Kilómetro 0 largada emoción ganas, alegría, entusiasmo, reunido en una sola vez, que vez. Me decía: “la primer parte  se hace rápido, es conocida para mi mismo que las media maraton de Bueno Aires”. Subestimé la distancia? Para nada, nunca hay que hacer eso. Menos una distancia tan larga. Repito que para mi, son  tanas las cosas que uno pasa en una maratón. Muchos estados de ánimo, subidas y bajadas emocionales. Debo decir que fue un error la salida. Salí y seguí el ritmo de otros. Iban mas lentos, y me sentía con piernas con ganas de mas y tenía restos para ir mas fuerte, había mucha gente que no podía pasar pasarlos porque no quise desesperarme, quise ser conservador, me dije y  cuidar piernas para la segunda mitad y ser tan conservador no fue bueno

Empezá muy tranquilo, me dije: “bueno tengo piernas, y tengo que  cuidarlas y conservar energías”. Y yo no soy así, no me guardo nada nunca, me es contraproducente guardarme. No me tendría que haber guardado nada. Pasa que tenía gente que venía muy despacio y dije: “bueno, sigamos toda la carrera así”. El tema fue que los fui perdiendo de vista  y yo me venía quedando.

Es raro porque parece que busco excusas para justificarme el por qué no salió la carrera quería.  No es así, simplemente es contar kilometro a kilometro lo que fui sintiendo y  lo cambiante que fue todo. Desde la alegría de la largada, pasando por los distintos estados  por los que pasé. Esto se nota en las fotos, la alegría al comenzar la carrera y la parte final de sufrimiento. Es un tobogán de emociones la maratón.

Kilómetro 5, llegamos a la Axion de avenida  del Libertador., debo aclar que se me pasó por la cabeza al kilómetro 4 recordar al corredor que se había quedado en la media maratón de hace 3 semanas atrás. Porque pude haber sido yo también.

Primero me pasó el Pacer de 5:45 y después al rato casi a los 5k el, pacer de los 6 minutos el kilómetro. Eso como que me tiró un poco abajo., me arrepentí de no haber salido rápido como quería. Lo mío es asi, siempre dar  el todo por el todo, desde el arranque, hasta que te quedes sin nafta, nunca me quedé sin nafta de esa manera, porque mas rápido corra, mas lejos voy a llegar, y mas tiempo para caminar sin sentirme culpable. El dia anterior me dije, hasta que no vomite sangre no paro…no llegué a tanto.

Pero ya como a los 5 kilómetros,  se empezaron a ver muchas bicicletas que entorpecían la carrera. Había mucha gente corriendo, no era lugar para que anden en bici, acompañen en los kilómetro finales, donde hay mas espacio.

Y vino la subidita a la nueve de julio, después de ellos el Powerade. Y venia concentrado en lo que hacía, escuchado música, que  para esta carrera lo puse en modo  aleatorio.  Qué error!!, la música debe ser elegida, en una maratón nada se deja al azar.

El dia anterior mi debate era si estrenaba zapatillas, pero como todavía las sentía un poco duras,  y no amoldadas al pie, preferí no hacer cosas que no entrenamos  en carrera. Increíblemente se bancaron 2 maratones esas zapatillas. Ya piden cambio, mejor dicho, para usarlas en entrenamiento, tan solo tiene 400 kilómetro aprox. Se dice que se cambian a los 800/900 kilómetros. Difícil de medir pero las use en carreras y en poco entrenamientos, por eso duraron tanto. Y eso que tienen duras batallas encima como las de Tandil y Madryn.

Kilómetro 10 el Obelisco, hay una foto increíble que me retrata. Pleno centro  y  como buen porteño, el  ombligo de Argentina, los del interior me ven a odiar. Pasamos por  la casa Rosada. Y la carrera se iba armando. Como un rompecabezas de 42 piezas. que se van armando kilómetro a kilómetro y va tomando forma.

A los Kilometro 10 y eran 2 de 4 y 1 de 4, la gente a los costado alentaba. Hasta uno me dio una palmada en  la espalda, podre tipo se habrá querido matar al tocar mi omóplato todo transpirado. Ni pude apreciar donde trabajo, pasé por delante. De tan metido que venia. Mas un puesto de hidratación que había, imposible de verlo.

Con respecto a los puestos de hidratación mi plan era el siguiente: tomar solo si lo necesito, no tomas de mas, la carrera del 21k Provincia de este año m e enseñó. Esa carrera fue  una de las peores media maratón que hice, aprendí que no hay hidratarse por demás, te llenas al pedo y al cuerpo no le sirve. Eso me di cuenta tiempo después, increíble que uno siempre aprende de los malos momentos. O sea las carreras en las que me fue mal en los tiempos fueron las que mas cosas me dejaron. Y las que te marcan a fuego. La vida es prueba y error siempre, corregir y no volver a persistir, ese  es el secreto. Hasta este punto, era todo alegría.



Kilómetro 15 y ya se venía lo difícil y lo sabíamos. Pude ver pasar a los keniatas que venias todos juntitos, con una increíble sincronización para correr. A un ritmo infernal. Ellos por el kilómetro 26/27 y yo recién por el 15. Mi carrera recién emperezaba y ellos a 17 /16 kiloemntro para terminar.
Ya en ese tramo ya empezaron las subidas y bajadas, leves de cualquier autopista, de antemano sabía que en la ida no iba a tener problemas, porque lo conocía, y era un tramo largo. La otra vez hacer 2 años se me hizo interminable, esta vez estaba mas tranquilo, sabia que era laaargo. Bajamos a la Boca y ya palpitaba pasar por Bombonera.

Y pasé por la Bombonera, conocías esas calles, a veces pienso que la maratón es, como dije, un rompecabezas, o sea tramos de carreras anteriores. Que unidas hacen una sola distancia. Porque la carrera de Boca son los 12k que se correr por allí. De ahí lo conozco ese lugar. Después la aproximación a la cancha, increíble. Me la quedé mirando todo el tiempo, como si nunca la hubiese visto y eso que la  vi muchas veces y la verdad, piel de pollo en ese momento. Una pena lo que paso un rato mas tarde cuando se jugó allí el superclásico. Falta poco para que se de vuelta esto, que un dia le vamos a ganar, pasándolos por arriba, un solo triunfo así, categórico, que los humille, y vuelve todo a lo que nunca debió dejar de ser.  Me refiero a un triunfo los exponga, que los deje en ridículos como tantas otra veces.

Kilómetro 20 Volviendo a la carrera pasamos por el Riachuelo, cerca de Caminito, otro lugar emblemático de Argentina. Y ya me acercaba a media maratón y con un poco acalorado, pero andaba bien, casi media maraton y venía sosteniendo el ritmo. Pero el  kilómetro 21 ya la rodilla empezó a doler, soportable pero dolor al fin. Mitad de carrera y ya con dolores y me decía, “no vas a llegar, se te puede hinchar la rodilla”. Al pasar por el k 22 otra vez el dolor que se iba a de a ratos.
Allí, en el kilómetro 21 sentía que algo no andaba bien. Costaba mucho llegar a cada kilómetro. Sentí un dolor en la rodilla, me dije: es la rótula, es un  dolor que me da cada tanto por el esfuerzo, y lo sentí hasta el kilómetro 25  que fue donde comenzó mi debacle en el ritmo de carrera.
De vuelta a las autopista y llegó un momento clave. La subida esa la hice caminando, pensado en cuidar piernas. A ritmo rápido. Y continué corriendo. Mi tan temido temor,  por así decirlo y redundante temor. Ese tramo lo había hecho y en la carrera de hace 2 años se hizo eterno y duro y pero aquella vez, solo era ida. Hacer ese tramo 2 veces me liquidaría, pensaba. Y las pequeñas subidas y bajadas me complicaron. Fue cuando me arrepentí de no haber entrenado cuestas. Sugestión o no, pero la cuestión es que una vez que termine este tramo de 2 o 3 kilometro en autopistas estaba la bajada para ir de vuelta por las 9 de Julio. Por donde había visto pasar como flecha a los que ganaron la carrera.

Que vas a hacer, son días en los que las  cosas no salen como uno quiere, no salen como uno las planificó. Mi Muro me llegó en el kilómetro 25 mucho antes de lo pensado. Fue hasta donde aguanté, fue lo que lo que pude. Igual no abandoné, lo pensé pero seguí el como sea es eso, me propuse  llegar como sea.

Primero calle a calle y seguir hasta donde se pudiera. Y que los kilómetros pasen como sea. Correr 500 metro y otros 500 caminando. Después aguatar escuchando una canción: “corré una canción”. Una canción tiene  alrededor de 3 o 4 minutos y después caminar. Ya no daba mas. Pero seguí. Los pies ya estaban hinchados.

Hasta rezé para distraerme, al segundo padre nuestro se me olvido la oración. No pude seguir rezando. Seguí con el Dios te salve María, pero no mucho mas. Y tampoco sirvió de mucho.

Kilómetro 25 y ya me costaba todo, me había sobre exigido  ese ese último tramo. Me sentía pesado y ya venía pensado en ir al baño. Tenia mucho líquido encima. La idea de pasar por el baño no me disgustaba, era mas que nada para tomar aire que me permitiera volver a la carrera, al ritmo normal, y correría mas suelto y liviano, pensaba. También  el fatídico kilómetro 25 siempre para mi es clave para tomar el Bee power. Ya de antemano ese kilómetro iba a ser clave. El tema es que frene y empecé a caminar. Muchos otros  también caminaban. Pero  el principal motivo que me llevó a caminar, es porque sentía las pulsaciones bastante altas.

No sé qué pudo haber sido., si el calor, la desesperación de estoy lejos y tengo que volver, sabiendo que me estaba quedando sin piernas. No lo sé bien. Pero en el brazo donde tenía el brazalete que lleva el celu y lo sentía latir como cuando te toman la presión, era algo bastante intenso. Por un momento pensé  en frenar para que me tomaran la presión. Preferí caminar un poco y después otro poco y en mi cabeza estaba el abandonar. Tenía la SUBE, falta mucho y no había llegado ni al kilómetro 30 y ya estaba cansado. El muro me llegó un rato antes. Y me dije, “no me importa voy a seguir y llegar cueste lo que cueste y tarde lo que tarde. Sabía que era muy difícil volver ritmo otra vez, que los 17 kilómetros que quedaban iban  a ser así, caminar un poco y correr lo que se pueda. Otra vez, por qué no me leí antes lo que yo mismo escribí sobre  las maratones que hice?  Otro error. La música la dejé aleatoria?  No me saqué el brazalete en ningún momento para acomodarlo, no deje pasar los kilómetros para distraerme un poco. En la carrera de 30k del autódromo no me sentí así tan mal pronto y en aquella vez casi no había entrenado.

Sabía que si en kilómetro 25 estaban cansado, lo que vendría sería durísimo,  una impotencia de querer correr y no poder, que mentalmente faltaba mucho y estaba lejos, muy lejos. Que haberme quedado sin piernas tan rápido era una muy mala señal, que si seguía, como seguí, iba a experimentar lo que era el mismo infierno en vida. Que se iba a será interminable. Fue de los momentos mas difíciles que me tocó  a pasar en una carrera. Que iba a doler. Que los pies al caminar, se hincharían mas  rápido y el ácido láctico se acumularía el cansancio e iría pidiendo movilidad en las piernas. Todo eso lo sabía, ya desde el mismo momento del fatídico k25. Decidí seguir y pasar por ese infierno. Tantos infiernos he pasado este año en especial, y a lo largo de mi vida, esto es nada con todo lo que pasé. Al menos es correr y pasa en un rato.

De acá en mas empezó otra carrera, ya nada era lo mismo.

Del k25 al 30 fueron 5 kilómetros por la 9 de Julio hasta subir por la Illia, ese tramo que conocía, de haber pasado con la media maratón de Buenos Aires, donde a los costados está la villa 31, zona medio fea y donde le habían robado a una chica la vez anterior. Podría decir que venía paseando, escuchando música, yendo tranquilo, disfrutando. La verdad es que, no. Una maratón se la corre, no se la camina. Y cuando caminaba sentía que robaba, la peor persona del mundo, que las maratones se corren no se caminan. Para caminar, tenés todos los días. Y se sufría cada vez que avanzaban los kilómetros.

Tres kilómetros mas adelante , bajada de la autopista y entrada en la zona de Aeroparque, que tantas veces he pasado en bici. La Costanera, al lado del rio, otra de las partes mas lindas que tiene Buenos Aires Esta vez la pasada por allí era diferente, nunca había pasado por allí estando en una carrera .Esta vez no podía apreciar el río, ni los aviones  Sentía, presentía que  faltaba menos para  que llegar al k36, escuchando las canciones. La estrategia de la canción: “Corro esta canción y descanso otra”. Esa estrategia la usaba cuando recién empezaba a correr, primero una canción, des pues dos y después recitales enteros.  Y asi, de esas manera, consumía kilómetros, de una carrera que no termina mas.  Corriendo aproximadamente 500metros y caminando los  otros 500mts. Por suerte el aleatoria cayo justo en la música de Rocky. Mucha gente en bici alentando,  en ese momento, mal que me pese necesarios. Contaba mentalmente  los segundos un minuto corriendo, 60 segundos y caminar. No se terminaba mas. Fue interminable ese tramo

Del kilómetro 36 al 38. Corri, troté  y camine, avancé pero la pasé muy mal. Mal porque no terminaba como quería, mal porque no era la carrera como la que soñaba.  No sabia qué hora era, los puestos de hidratación lo empezaban a levantar.



Que en el k39 estoy suplicando que termine todo. Ya sin música, a lo que se pueda hacer. Zona de Ciudad Universitaria estando tan cerca pero con el trajín de la carrera encima. Quedaban 3 kilómetros que es un día normal es una entrada en calor de 20 minutos máximo, pero no daba mas hacía rato. Caminé casi una hora, es esa hora de mas, no me quedó otra. Solo quedaba pasar el puente Labruna caminando obvio.  Caminé buena parte de la carrera, cómo con iba a caminar una subida, la mas complicada de todas.

La murga en el puente de puso mucha onda a ese tramo, se los escuchaba de lejos. Le puso clima color a una situación complicada. Bajada y aceleré un poco, mas por la inercia que por otra cosa.

Kilómetro 41 y sólo quedaba una recta 1000 metros y se acababa, un nene alentaba y chocaba los 5 a todos los corredores que pasaban. Es la parte mas linda, todos te alienta para que termines corriendo. Te aplauden para correr. A uno le da vergüenza no hacerlo. Ese aplauso es energético. Ves a lo lejos el arco inflable, tan cerca y tan lejos. “Ya estamos” ,te decis. Llegas a Monroe y ya queda  poca gente, la mayoría se fueron y lo que quedan están liquidados con sus familias recuperando aliento. No saben quién sos pero te siguen alentando, seguís adelante, como tantas otra veces en la vida. Es solo una carrera, pero se asemeja tanto a la vida. Es por eso que lo hago, para sentir eso. Se te pasa la visa entera en un maratón. Sabés que la carrera ya está por terminar y la carrera por mas que te haya llevado el tiempo que te haya llevad,  se termina siempre cuando cruzas la línea de llegada. No se renuncia, no se abandona. Uno no renuncia a lo que le gusta, por mas fea que se pongan la cosas. Al fin de cuentas este tipo de cosas son las que terminan haciendo mas fuerte.  Porque  sabés que la revancha será el año que viene o quizás sea la ultima maratón. Pero no me puedo ir con este sabor bastante amargo, merezco algo mas. Mejorar esto va a ser fácil. De eso no me caben dudas. Se pueden tener caídas duras, pero hay revancha siempre y volveremos el año siguiente, o el otro e intentaremos mejorar. Creo que de eso se trata todo esto. Tener buenas y malas carreras y a la larga lo que te dejan. Estas bien, estas mal, te va a ir bien, te va air mal, lo importarte, siempre, es vivir el momento y seguir intentando. Para ser mejor uno.

Y de lejos lo veo a mi hermano, mi papa alentando para que no baje los brazos que ya se termina. Otro tipo que me dice de lejos “dale flaco que ya se termina. No tengo ni aliento, ni piernas, ni nada y voy a dejar lo ultimo que me queda, QUE NO NOS QUEDE NADA. Y cruzo la meta, aturdido sin aliento, no entendés nada, veo poca gente, llamativo, dado que siemrpe se agolpan por las medallas. Pensé que era tan tarde que se habían ido todos.  Escucho alguien que me grita a lo lejos, era mi mama que había venido a ver  porque había visto lo difícil que fue por los comentarios de los que iban llegando. La vi la saludé, me hablaba pero no podía hablar, estaba sin nada de aliento, estaba sin poder hablar, estaba exhausto. Al rato reaccioné. Estaba muy aturdido y enfocado en terminarla como sea y el “como sea” implicaba estar pasándola mal por mucho tiempo. Desganando al cuerpo, mas de 5 horas corriendo, no hace bien. Recuperar esto va ser difícil. Lejos estoy de lo que fue Madel, hace un año, que me sentía campeón del mundo. Pero la terminé y era lo que quería.



No fue una carrera épica, no fue la carrera pensada, Sí, una carrera que me deja mucho de enseñanza.  Dejó mas cosas a mejorar.  Mas el debe que en el haber. Buena primera mitad, la segunda mitad fue un sufrimiento absoluto.  Miré mucho al piso, como cuando Messi mira el piso sin encontrar respuestas las situaciones complicadas.  Sólo por el amor propio seguí, el mismo amor propio que no te hace renunciar a nada y seguir adelante. A pesar de que no tenías resto para seguir. “Terminá lo que empezaste”, me decía para mis adentros, “que todavía no vi la línea de llegada”.

Qué tengo que hacer para mejorar, en los kilómetros del 30 los 36 lo pensaba, en lo que tendría que hacer para mejorar esto. Uno si bien la termina, sabe que fue su tercera maratón, ya no sos debutante en la distancia, se espera al menos no empeorar tiempos. O no por mucho y ni cerca estuve. Con un tiempo de debutante en la distancia terminé. Esto último, es lo que mas me hace ruido, no haber podido siquiera mantenerme.

1) Volver al gimnasio, al menos una vez por semana o los días que llueve. Esto es innegociable si lo que  queremos es mejorar

2) Hacer cuestas, hace mucho no entreno cuestas. Prefería hacer fondos largos que cuesta, y al parecer fue un error. Pensé que con fondos largos solo sería suficiente claramente no fue asi.

3) Salir a entrenar los domingos a la mañana. De esta manera le  ganas un dia a la semana, implica también acostarse temprano el sábado.

4) Esfuerzo de correr en la semana . Los martes o los jueves cuando llego a casa temprano, mínimo a las 20 una horita se pueden hacer 10 kilómetros,  que suman mucho.

5) Este lo tengo en análisis, unirme a un runnig team? Quizás gane velocidad, lo malo va a ser si me quiero bajar, implica conocer gente y hablar y no quiero eso, no quiero que me conozcan. No soy de  sociabilizar, quizás si invite a gente de mi grupo de amigos e incentivarlos a ellos

La frutilla del postre para un carrera, casi que para el olvido, fue que no llevaron suficiente medallas en la llegada. Se habían acabado y a las 4 horas, 30 minutos, a la hora donde los corredores normales empezamos a llegar, que en definitiva financian la carrera. Muy lamentable, no por el hecho de la medalla en sí, sino porque es algo que a la organización no se puede pasar. Cómo van a haber medalla de menos? Sigo sin mi medalla.






4 comentarios:

  1. Allí estuvimos!! El "nessum dorma" de la largada emocionó. Me costó mucho desde el 32 en adelante; creo que exactamente por lo contrario que a vos (poca agua. Normalmente para cuando tengo sed ya estoy fusilado). La cuesta arriba del "puente River" fue como si empujara un acoplado, pero el último km lo clavé a 5:14.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Excelente, Felicitacionees Maratonista !! Quizas faltó algún puesto de hidratacion a la altura del peaje. Es inhumano una cuesta como esa en el puente Labruna en el k40 durísima. El K41 al K42 te lleva el aliento de la gente, como si uno resucitara

      Eliminar
    2. Lo del agua me pega feo; en especial si (como pasó este año y el pasado) hay calor y humedad. Prefiero mucho más cuando te dan agua en botellas, aunque sea esas chiquitas de 200 o 300ml, porque las llevás un rato y vas tomando de a poco. Los vasitos encerados terminás tomando mucho menos.
      Gracias por las felicitaciones (retribuyo... ); me "recibí" hace ya unos años atrás. Si bien este año hice mi mejor tiempo me falta sentirme un poco mejor en las carreras largas.

      Eliminar
    3. tal cual los vasitos, entre que cada vez sirven menos, se te cae otro poco y poco y nada es lo que tomás.
      TE Felicito porque una maraton, nunca es fácil y mantenerse es lo mas importante y seguir aprendiendo. Son tantas cosas las que se viven en un maraton y siempre te dejan cosas. Gran sprint final tuviste!!

      Eliminar