Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro, yo aprendí por el deporte que la generosidad es mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con lo que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa las virtudes alrededor de las cuales quiere vivir.
No permita que
el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de
admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y
eso deforma tanto. Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una
tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo por que perdiste.
En cualquier
tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los
recursos utilizados, eso si es importante; lo importante es el tránsito,
la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo
otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal."
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