No me digan que es una carrera mas porque no lo es. Es la
mas especial del año por muchas razones. Primero, se corre por una pasión. por
el club, los colores, por el barrio. Y
sobre todo en este momento tan especial para el mundo futboleros. Para los que
nos apasiona el futbol que alguna vez jugamos pero que fuimos dejando con el tiempo.
O mejor dicho por dignidad no jugarlo. Igual cada tanto juego y me saco las
ganas de patear una pelota, aunque claramente mi poca habilidad hizo que lo
juegue poco. Es una carrea corta, pero que se corre con el corazón.
En la largada ya nos sucedió algo para contar. Se me acercó
un chico y podía ver que era muy joven, por su acné
insipiente. Se me acerca y me pregunta cómo es esto?, y me preguntaba si largaban
todos juntos. Por dentro me reí. Le dije salen las tres distancias al mismo
tiempo, los de 12km, 6km y 3km.
Y me empezó decir que
era la primera carrera en que se anotaba, que en el colegio corría pero solo
100 metros, que era velocista. Le pregunté cuantos años tenía y me dijo 16. Me sentía
como Bianchi aconsejaba a los jóvenes cuando era director técnico. Y nos
pusimos a hablar, le comenté que era una carrera ideal para empezar, él corría
solo 3 k. Entonces le dije que una vez que la terminara va a a querer hacer mas
carreras. Llegar a la meta te llena como pocas cosas en la vida. Porque te
desafiaste y vas que querer superarte con exigencias superiores. Imagínense con
16, el chico el futuro enorme que tiene en carreras.
Le comente de mis carrera, de las veces que salgo a correr
en a la semana para poder hacer todas estas carreras.
Le dije todo lo que iba a pasar, que iban a desplegar una
gran bandera. Que siguiera la indicación de los que corren 3km, y que por sobre
todo y lo mas importante que disfrutara de la carrera. Que al ser su primera carreara, encima iba a
pasar por la Bombonera era algo mágico, que no sucede todos los dias.
Qué lindo poder pasar experiencia a los mas jóvenes.Nos despedimos
deseando nos suerte.
Largamos y los primero kilómetros son a pura emoción, todavía
la gente va cantando canciones de cancha y a ritmo rápido. Se corre en un
estado emoción permanente. LLevá con orgullo la azul y oro en el pecho.
No hacía calor, por eso es que podía arriesgar. Recordemos
que estrenaba zapas nuevas. En realidad las estrenaba en carrera, ya las había usado
en entrenamientos previos. Siempre estrenar algo en carrera es una prueba de
fuego, porque no sabés cómo va a reaccionar a ese pequeño cambio. Muy cómodo no
me sentí, todavía no las amoldo, sigue un tanto duras en la suela.
Hubo cansancio por momentos y bajaba el ritmo inconscientemente.
Pero sabía que al ser una carrera corta podía arriesgar, cuanto bajas el ritmo
es por motivos, uno, para cuidar piernas y el segundo por monotonía, por
aburrimiento. Por eso hay que estar atento y estar concentrados toda la carrera
de decirle al cerebro que mantenga el ritmo que nafta para esta carrera va a
haber.
Muchas veces me pasa que pongo el cuerpo en piloto automático,
que la piernas van, el cerebro sabe que tiene que mover las piernas y mi mente
vuela y quizás ahí bajo el ritmo, y a eso hay que estar atento. Es un estado al
que llego en la mayoría de las carreras largas.
Pero volvamos a la carrera en sí. Comentaba que la primer parte se pasaba rápido. Recién al
tercer kilómetro me puse los auriculares, con música preparada para locación. Y
pude mantener el ritmo y ayudó a no
aflojar. Que error haberla dejado en aleatorio en la maratón. La maratón nada
se deja librado al azar.
Debo confesar que me anda pasando algo, que vengo sintiendo
hace ya un tiempo, mi entusiasmo por correr cada vez menos. Que las ganas las
tengo los fines de semana. Que en los días de semana ya no tengo ganas de
correr. Días que vuelvo tarde y quedo exhausto. Cansado de lo que es el dia.
Por trabajas, y trabajas y dejas todo para hacerlo bien, y no digo que lo haga
del todo mal. Te sentís estancado, sentís que no vas a progresar si te quedas y
el tiempo pasa y pasa y ya no sos joven.
Y no progresas si no creces. Y no creces si no progresas y la vida es
progresar. Lo que peor hace en la vida
es quedarse quieto. Por eso, constantemente tenes que buscar cosas que te hagan
mejorar y no quedarte. Cursos de especialización, cursos de ingles y el
demorado curso de oratoria.
Pero como en las carreras mi mente va y viene. Es el momento
de volver a la carrera. Pasas mitad de
carrera y ya te visualizas entrando a la cancha. La emoción va creciendo porque
cuando entra la sensación es indescriptible. Como la de un chico que recibe el
regalo esperado que pidió en Navidad. Porque
vas para eso, correr por allí es solo una excusa. Vas para pasar pasar por ese
estadio, para pisarla, sentirla, para vivirla, al menos por unos momentos. Y si
bien no está en su plenitud, o sea llena y con todo el colorido de todos los domingos,
la experiencia vale y mucho. Porque la ves llena, escuchas de lo que ahí se vive domingo tras domingo. A la vez la historia que ese templo
concentra.
De seis años que se organiza esta carrera tuve la suerte de
hacerla por cuarte vez consecutiva Como dije siempre te agarra en momento de tu
vida diferente, y diferente en la vida del club.
Este año toca en el medio la final de Copa Libertadores. De un
2 a 2 que aún no se define nada, todo nada muy parejo, no se sabe qué pasará.
Ya tengo la promesa que se me ocurrió justamente en medio de la carrera. Tenia
que ser algo que me cueste, pero cueste
y duela en el alma hacerlo. Pero hacer esto implicaría que ganamos, o sea qué importancia tiene lo hago después?.
Es reírse de ellos y asi lo tengo que
tomar. Sin complicarla demasiado la cosa.
A comparación del año pasado, venia inspirado, venía con el envión
fuerte de la maratón de Mardel. La preparación había sido excelente, o sea que
fisicaente estaba perfecto. Me preparé, aquella vez para la maratón y para la
carrera de Boca, sabía que iba a ser jodido y lo hice.
Este año, como vengo diciendo seguido, no ando con el mismo entusiasmo
ni las mismas ganas. Pero sabemos el motivo. Sabemos que no estamos bien. Perdí
entusiasmos. Entusiasmo que se recupera los fines de semana. Los días de semana
se complica.
Este año, me acompañaron mi hermano y mi papa . Según ellos
van a hacer la carrera el año entrante ya con la sobri, que viene en camino, en
brazos. La cual esperamos con ansias. Aunque no sabemos de qué cuadro va a ser,
de seguro la haremos runner. Es va a ser trabajo del tío preferido que vengo a
ser yo.
Para terminar, bien organizada la carrera, para los 7000
corredores, no faltó hidratación, quizás el tema del empedrado complique y haya
que tener mas cuidado en esa parte.
Que lo parió como cuenta esta semana. No se pasa más, que
empiece el partido, que llegue el sábado de una vez, y termine este
sufrimiento. Fin de semana que cambia para siempre el destino y la suerte para
el que gane y para el que pierda. Destino del cual aun todo puede pasar. Y si digo,
todo, es que cualquier cosa puede pasar. Es que esta todo tan parejo que me inclino
por el que tiene la responsabilidad de ganar de llevarse todo esto. Mal que me
pese, esperemos que no. HAY QUE CREER. Il faut croire
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