lunes, 17 de octubre de 2016

Sensaciones despues de mis primeros 42KM


Te despertás antes de que suene  el despertador 5:15AM un domingo, sí un domingo, todavía de noche, algunos pájaros se atreven a asomar con sus cantos.
Los nervios y la preparación lógicas de no olvidarse de nada, remera, chequear la temperatura, desayuno liviano, rituales que tiene uno antes de salir para la carrera.
 Llevo o no el porta celular para tenerlo en el brazo? Me pregunto
-son 42K 5 hora corriendo me respondo, llevarlo todo ese tiempo en la mano va a complicarse. Decido llevarlo. Pero tengo decidido no poner el GPS, medio porque la batería no me va a alcanzar y otro motivos que no busco tiempo, porque la distancia la sabemos.

Salís de  casa y cuando vas llegando a la parada, ves pasando el bondi, decido espera otros 15 o 20 minutos, no viene (mal augurio me dice la cabeza) voy en taxi, maldita sea, estando tan cerca y en Taxi tengo que ir.
Vas llegando y de lejos vas escuchando la música de la organización, como si fuese un dia de partido la gente lentamente va llegando, palpitando ya la carrera, trotando para entrar en calor y otro tanto para calmar los nervios.
Vas dos veces al baño, la primera vez que fui no había gente esperando,  la segunda vez tuve que esperar un poco mas. Puede ser que tenga entrar justo después de que otro haga lo segundo? Siempre me pasa lo mismo, un asco.
Llega el momento de elongar, sabemos que no es una carrera mas.
Dejas la mochila en guardarropa. Cuál había sido la letra donde la dejaste para los 21K? creo que el I y lo dejamos e en ese, me digo.
Faltan 20 minuto para alargar, voy a acomodarme según la pulsera que tengo,  por el tiempo en que supones vas a hacer la carrera. La pucha, que atrás que estoy, me digo , casi esquina Monroe.
Elijo salir sin música, medio quizás porque prefiero cuidar batería, otro tanto porque quiero disfrutar de lo que se dice, de lo se habla, disfrutar dado que es una carrera larga y que va a haber tiempo para ir repasando todo. Diálogos imaginarios con uno mismo, discutir sobre los libros que leíste recientemente, cosas del trabajo, todas son cosas para ir pensado en la carrera.
Se larga muy lento, demasiado lento para mi gusto, medio de que mucha gente cuida piernas, pero es tanta la cantidad de personas que se puede avanzar poco. Solo hasta que las multitud se empiece a disipar. Los más rápidos por un lado y los mas lentos por el otro.
Teníamos pensado que en el k5 iba a poner música, creo que fue en el k3,5 pusimos música. Al sol ya pegaba a esa hora.
Me predispuse a disfrutar la primera mitad de la carrera, y sufrir la segunda parte.
Pasamos por recoleta, ATC, para mi va a seguir llamándose asi. De allí, por Libertador se vino la primer subidita interminable, como 2 cuadras de subida paulatina, como recién empieza, casi que no lo notas mucho. Vas por la 9 de Julio, una de las avenidas mas importantes de Buenos Aires,  y aprecias el Colon, que en la carrera de los 21K no lo pudimos ni ver. A lo lejos ves que te vas acercando al Obelisco, muchos turistas miran al malón de gente, muchos intentan cruzar o intentan ver un claro para poder cruzar la calle. Por un rato largo no van a poder, digo para mis adentros.
Doblamos en Corrientes, voy por la sombra de la izquierda. Pasamos por donde están los teatros mas importantes y recordás la locura de autos que es durante la semana esa zona. Venimos escuchando Los Decadentes. Elegí esa música para el comienzo porque son canciones de fiesta, de alegría pura y todas son bien arriba.
Pasamos por casa Rosada, pensar que trabajo a dos cuadras y que tengo que tomarme un colectivo y subte para llegar ahí y ahora estoy pasando corriendo. Pasamos por el Cabildo, la catedral y vamos nuevamente hacia la 9 de julio. Ya se empieza a ver gente cansada, algunos caminan y otros directamente abandonan, me llama la atención dado que es recién el K11 y la carrera recién empieza.

Llegamos a Constitución y agarramos un  tramo por autopista, básicamente  esta parte realmente no la conocíamos.  Si bien hubo un subida no la sentí  tanto, quizás por el desconcierto, creí que íbamos a ir por la calle Montes de Oca. Se hizo duro ese tramo por el tema que no había sombra. Un dato de Color el tipo que nos alentaba desde la ventada de un edificio tomado. Qué lindo es ir por la autopista y ver la caravana de gente adelante, te preocupas un poco al ver mas subida que te parece interminable, fueron varios minutos por allí, por suerte no estaba el marcador de kilómetros que en ciertas partes  mejor no verlos.
Bajamos en La Boca y ves de costado el embotellamiento de los autos que no pudieron pasar por autopista tomando caminos alternativos, lamentablemente es un caos para los autos. Vas por las calles de la Boca y ves cada vez mas policía. La Zona no es de todo buena. Vamos a la vera  del Riachuelo de un lado y del otro Fábricas, los de seguridad de las fabricas salen a la calle  para vernos, rompiendo la monotonía de una mañana de domingo. Sin saber nada, se van dando cuenta a quienes les está costando mas.
Ya voy palpitando por el lado mas lindo por donde queríamos pasar, la Bombonera. Pero antes hubo 100 metro por empedrado, mientras de lejos se veía la estructura del reconocido puente del Riachuelo. Por el empedrado tuve miedo de pisar mal y romperme. A mas de uno le debe haber pasado lo mismo.
Nos metemos por las calles del Barrio, cerca de Caminito, la gente a los costados,  desde los balcones y ventanas alentándonos sin entender la locura de que  9 y media de la mañana estemos pasando una manada pasae corriendo. Pasamos por un local de comidas y puede ser de dios que a  esa hora estaban preparando pizzas,  un olorcito a fugazzeta que daban ganas de dejar todo y hacer una parada en boxes. Es increíble cómo se agudizan los sentidos a esa altura.
Y la vez de lejos, arriba vez la tercer bandeja por la calle Brandsen, tantas veces te vieron pasar caminando apurado para ir a la cancha, apretado, miedo a los cacheos de la policía o que pase algo en la entrada. Pero es domingo y no hay fecha hoy. Ya casi en el kilómetro 20 pasamos por delante de la Bombonera y realmente te emocionas, venimos corriendo de tan lejos y recién casi a mitad de camino. Con ver esos colores que te llenan el alma. Medio emocionado estoy,  para una carrera en la que todavía quedarían mas emociones fuertes.
Venimos escuchado el nuevo disco de Ciro y los Persas, seleccionado especialmente para escucharlo en ese momento. Le tomaste el tiempo a las canciones para saber por donde andabas y darte ánimo con eso?  La respuesta es obvia, sí, se puede hacer, entonces why not?. El tema que le canta a la hija que se va de la casa es fuerte. Buen disco Naranja Persa y eso que falta la segunda parte el año que viene.
Llegamos a los 21K, mitad de la carrera, lugar donde queríamos estar. Donde realmente comienza la carrera. Si bien fue no fue carrera por eso, porque nunca corrimos una carrera de mas de 21K, ni cerca. Nuestro desafío era justamente ese, vencer los límites.
Te pones a hablar con un tipo que corría la 6ta maratón, pero que andaba mal de la rodilla, a los pocos metros se quedaba caminando el tipo. La verdad pensé que lo iba a tener hasta el final, que se quedara tan rápido me dio cosa. Porque se te viene los fantasmas, llegaré, me dará la nafta? Las dudas empezaron a aparecer. Para colmo el recorrido de areneros no ayudaba. Bastante malo esa partecita, te desmotivaba. Pero venia un grupo de corredores cantando, con tanta mala suerte que cuando me alcanzan, ya no cantan. Justo cuando mas necesitaba pensar en otra cosa, que me sacara de pensar en el cansancio. Que suerte la mía, pienso. Pensaba que me iba a sentir así más adelante. La verdad esos kilómetros no se pasaban mas y el ritmo ya venia siendo mas lento.
Al K25 estamos por la parte de Puerto Madero, zona conocida para mí. Dado que es donde solíamos comer la “Mondilita Completa” de la Costanera. Pero hay como una vuelta en U donde tenemos que volver. Veo del otro lado y no estoy tan lejos,  por mas que sean inalcanzables, sigo viendo gente caminar y quedándose. Es muy linda esa zona, otro país, aunque ya cada vez puedo disfrutar menos del paisaje. Hago un esfuerzo para no ver los cartelitos de los kilómetros aunque me resulta inevitable.
Kilómetro 30, “el Muro”, no es joda existe, no recuerdo haber visto el cartelito de ese kilómetro, por suerte, me digo. Recién recuerdo con claridad que vi el 31 y a los pocos metros por el lado de Buquebus mi Papa y mi Hermano dándome aliento, lo cierto es que no esperaba eso, fue de gran ayuda, la verdad es que todo pasaba transcurría lento. En muchos momentos pensé en abandonar, pero cómo volvía, si mis cosas estaban allá? La única manera era volver corriendo, asi que había que seguir, me decía mentalmente.
Dias antes nos habíamos fijado k37 como objetivo de correr sin parar, o sea sin caminar. ¿Por qué 37 se preguntarán? Mi  edad básicamente. En el k35 estaba para caminar, entonces pensé que como faltaba tan poquito para llegar a ese “mini” objetivo y todavía tenía piernas, aunque cada vez mas lento, convencí a mi cabeza de seguir. Fue una negociación constante. En el kilómetro 37, lo recuerdo bien, estaba por la Ilia y sabía que bajando estaba la parte mas complicada de todas. A esa altura y con una subida de 200mts de 6 metros de altura. Decidí aguatar un poco mas y caminar justo en el viaducto de Aeroparque, subir lento caminado, intentar buscar piernas y oxigeno que ya, a esa altura, con el sol del mediodía pegaban a pleno. Finalmente llegamos al K38, la bendición, ya podemos frenar, me decía mentalmente. Pero la historia no fue tan así. Los fotógrafos se pusieron justo en la subida esa, y uno por orgullo o por honor, no puede salir en las fotos caminando, dándose por superado por la larga carrera. Asique se simulaba un poco que se correr “para la foto”.
Por suerte saliendo del túnel había un puesto de agua, y Gatorade. Debo decir que no hubo problemas de hidratación en la carrera. Pero ya no se trataba de tomar agua sino de encontrar piernas, aire para terminar. Es el momento donde uno le envía una órdenes a las piernas pero ya no responden con hace unas horas atrás, la zancada es cada vez mas corta. De verdad que el k38 es el kilómetro de la muerte misma, crees que no vas a llegar.  Falta tan poco y a la vez falta mucho. Cuatro kilómetros, en condiciones normales se hacen en 20 minutos.
Hasta llegar al k41 caminé y corrí, pero cada vez que retomaba la carrera tenía un dolor en la rodilla. Dolor que nunca había tenido, dolor que se iba a los pocos metros correr un rato.
Como dije llegué al k41, quedaban 1.195metros para terminar, 10 cuadras y se terminaba. Sacas fuerzas donde no tenías y no sabías lo que tenías,  tenés que dar lo último que te queda. Vos y tu cabeza lo saben, dar todo y no guardase nada, es ese momento y es el todo por el todo. Vas con el alma, rezando, mordiéndote el labio inferior, lo haces con el corazón. Llegando al primer arco sobre Figueroa Alcorta veo a mi Mama y mi Hermana, (la pucha, movilice a toda mi familia sin quererlo ni esperarlo, me digo para mis adentros). Mi hermana se puso a la par con su perro y me dio aliento durante 300 metros aproximadamente, no podía hablarle, venia solo pensando en llegar, esos metros con ella al menos me dieron en pensar algo diferente al menos y no pensar en el cansancio. Llegamos al arco de Adidas y solo quedan 20 metros para llegar, todo lo que soñaste, tus sueño se hacen realidad, ya llegaste, tu cabeza lo sabe.  Y pensar que te decidiste en correrla hace solo 3 semanas, cuando hiciste 60 kilómetros en una semana. Y a la semana siguiente otros 60. Sumado a la media maratón de BS AS, fueron mis indicadores de que podía estar a la altura.
Pasas la meta, querés llorar y abrazarte con cualquiera, lo lograste. Hace poco mas de un año corria mi primer media maratón y no tenia aire, una semana para reponerme estuve y me dolía todo. Lo hiciste, me decía para mis adentros, lo lograste. Maratonista desde ese momento.
¿Que hay mucho por mejorar? No lo dudo.
¿Que todo lo hice a puro corazón? También lo sabemos.
Suelo salir a correr y correr hasta cansarme y no busco tiempos mejores. Solo para disfrutar y disfrutar me refiero a ir a mi ritmo, sin apurarme, porque es la forma que tengo para distraerme, de descargar, es mi cable a tierra. La maratón para mi fue eso, fue decirme a mí mismo ¿te gusta correr? Bueno corré hasta cansarte. 
 
Recordás cada kilómetro, hablaste con gente hasta los que pensabas recordas, los que paraban y seguían y ya de acostumbrarte a verlos cerca durante varias horas, ya  eran conocidos. Fue la primer carrera que hablé mientras corría. Siempre voy cerrado en mi música. Un maratón te marca a fuego.  Recordás la ubicación exacta donde estaba cada fotógrafo. En otras carreras esas cosas se te pasan de largo.

Sabía que no me sobraba nada, que cada paso que daba era clave. Que no sabíamos hasta donde llegaría, hasta donde respondería mi cuerpo, como reaccionaria a tanta exigencia después del kilómetro 21.
Seguro solo ésta va a ser la primera de muchas maratones. Hoy que sé que puedo correr 42k, puedo empezar a arriesgar, mejorar un poco la técnica, empezar a bajar los tiempos para 5k y por ende bajar los tiempos para los 10k. lograr un mejor estado atléticos, abdominales, plancha, piernas. Para estar un poco mejor y estar mejor preparado, pero lo que viene, ya será otra historia.

La foto, he salido en mejores, pero esa es especial, estoy a 50 metros de la llegada, despues de casi 5:23 minutos de correr transpitar, sufrir, caer y resucitar, en la misma carrera.


Pasaron 42 kilómetros y un poquito más. Así me veo con señales de evidente cansancio. El desgaste es notable. La pisada es deforme. Sin lesiones. Con los dolores esperados. Correr duele, pero es un dolor soportable, que no impide seguir corriendo. El dolor te demuestra que avanzas y que los kilómetros van pasando.

jueves, 6 de octubre de 2016

Sensaciones antes de mi Primer Maratón

Va a ser una carrera mas hasta el kilometro 21, aunque  sin ser una carrera mas.
 Veremos cómo estamso hasta ese momento, anilizaremos como estamso, seguramente estemos pasando por la cancha de Boca o ya la habremos pasado, tipo casi llegando a las 10 de la mañana.
Kilometro 21 empezará realmente la carrera. de ahí en mas disfrutar de lo que es puerto madero y lo que es la reserva ecologica que no conocemos, increible que nunca haya ido teniendola tan cerca y un lugar lleno de verde.
Llegando al K30 parte de atras de la Casa Rosada, la vuelta, la unica foma de volver es correr, lento pero correr. Ni sabemos lo que el cuerpo puede llegar a respoender despues de esos kilomnetros, peroe s una hora mas corriendo, ni mas ni menos, a un ritmo que se pueda aguantar, por mas lento que sea, no pares a no ser que no pueda mas. Llevar todo al limite y un poquito mas. Hasta donde la maquina dé.

Tenemos el objetivo de llegar al menos lo mejor que se pueda al K37, de una manera decorosa, despues de eso si hay que caminar, se camnia, lo importante va a ser llegar. segurametne estemos por la Illia, la subida del viaducto va a ser jodidisima.  Esperemos estar a la altura de tal acontecimiento.

Una persona normal no hace mas de 25K para entrenar, a ritmo de entrenamiento- disfrute, para mi es disfrute y no entremaniento. Entrenamiento suena como profesional, lo ciewerto es que salgo a relajar la cabeza y si el fisico puede mas, o escucho un cancion que me hace ir por mas, por qué no exigirse un poquito mas. Lo bien que se siente despues es inexplicable.Distendes la mente.

Y eso que cada vez que salgo, las pocas veces que supero los 20k, nunca salgo con agua, o sea con puestos de hidratacion, la cosa seria distinta, podria seguir de una.

Como explicar que lo que busco es quedar exhausto, roto , destruido, pero satisfecho de haber dejado todo y unn poco mas tambien?


Recordar que 42k es la misma cantidad de kilomnetros que hago en una semana con la dierencia que esto es en un dia.