martes, 30 de agosto de 2022

Capitulo 21K Buenos Aires 2022

 Ya va bajando la adrenalina, ya fue bajando la ansiedad y fue bajando fuerte en la caminata de vuelta a casa, después de la carrera. Van bajando a tierra las sensaciones vividas en la carrera. Es para los runners el Super Bowl, la navidad para los runners, Digo esto porque es la carrera del año. porque no es una maratón y la preparación, con 3 meses de preparación es posible. No es tan exigente si uno quiere hacerla para terminarla. a lo que voy es que no es una maratón que con lleva, 6 meses de preparación, como mínimo. 

21k es la distancia amigable, que la que mas me gusta hacer, se necesita preparación, pero si estas en ritmo, no es demasiada la exigencia. 




 Los días previos estas cargado de adrenalina y ansiedad, de dudas, si voy a llegar o no. Es como que toda la semana estas pensando en lo que puede llegar a ser el domingo y en llegas de la mejor manera. 

La mejor decisión, en esta nueva etapa, fue la de correr sin auriculares, la verdad es otra carrera y me perdía de mucho. Con auriculares vas en tu mundo, solo tu universo, pero sacándote los audífonos sinceramente descubrís otra cosa, otro mundo, estas conectado viviendo la carrera. Conectado de lo que le pasa al de adelante, el que viene atrás, a los costados, los que alientan, ves todo, estuchas todo, no se te pasa nada. Nada es indiferente. Todo es importante. 


Bueno hasta aca fue la introducción a la carrera, pero vamos desde el comienzo que algunos creen que es la largada, no señores, la carrera empieza mucho antes. 


La entrega de kits fue quizás el dato negativo, que no estuvo bueno, porque la demora fue de 2 horas, lo bueno es que pude conocer gente, a pesar de ser yo un antisocial por excelencia. 



 Pero vamos un poquito mas atrás, la semana anterior, ya es pensado en lo que va a ser el domingo, en lo que va a ser la carrera. El finde anterior fue finde largo para poder entrenar y agarrar ritmo. En tu cabeza lo vas armando, pensado en salir 3 dias seguidos con un poco de esfuerzo, pasar la semana, intentar meter algún entrenamiento en los 4 dias que quedaban. Cada vez se me hace  mas difíciles salir en la semana. Aprovechando que cumplí años pude salir el viernes, sábado, el domingo tuve frio y descansé y el lunes anterior fue mi última salida. Para la puesta a punto de la carrera. Estoy metiendo cada vez fondos mas largos lo cual es bueno, pero falta forma física, eso lo sabemos, pero es tan difícil que termino la jornada laboral liquidado. 

Pero necesito para descargar piernas, un trabajo liviano para no cargar las piernas. No hacer nada en la semana como que se complica, no es imposible, pero habría que salir de mañana tempana y gastarse en el dia. 



 Llegó el dia del retiro de kit, el horario era bastante acotado, del jueves al sábado de 10 a 18, Con lo cual, los que trabajan en la semana hasta las 18 era imposible ese horario. Y como era previsible, salvo por los de la organización, todo el mundo fue a buscar el kit, el sábado a la tarde. Pero lo mejor sucedió en la espera, porque a la tarde, hasta que se hizo de noche, era una tarde apacible. Como para llevarse el mate. Después que se fue el sol, en un atardecer increíble, se puso bastante freso y yo que estaba cortos porque había ido en bici, tome frio. Dejar a las personas 2 horas de pie sabiendo al  dia siguiente se corría es un despropósito y juega en contra de lo que es cuidar al que corre, al que paga la carrera, al que le pone el color. Porque sin corredores, no hay carrera, tomen nota y organicen la cosa como corresponde. se podía organizar bien. Gente del interior, del exterior esperando 2 o 3 horas con las valijas en el predio. Como que no se está dando una buna imagen de organización.  

 

Quizás en este tipo de carreras esté bueno dar una opción de que te envíen el kit a tu casa, para evitar esta congestión de gente en el último dia. Me encanta ir a retirar el kit, es como que ya vas sintiendo la carrera, entras en clima, recorres la expo, te compras algo que te suba las ganas de largar. 


 Como dije fui en bici porque era cerca de casa, pero hubo casos de espera hasta 3 horas. Eso es  no cuidarnos. 

 La espera se hizo mas amena porque nos pusimos a hablar con los que esperaban, un chico de Brasil de San Pablo, que vino de luna de miel a Argentina y de paso se corría en Argentina. Tenia varias maratones realizadas allá en Brasil. Mientras me contaba me imaginaba las noches románticas que habrá pasado aca y las pocas piernas que le quedaría para la carrera. También había gente de Salto, provincia de Buenos Aires, todos con muy buena onda. Hablando de carreras hechas y por hacer. Fue lo mejor de la espera y se hizo mas llevadera. La verdad que la paciencia el corredor y la forma de encontrar motivación en este momento es digno de aplaudir. En otro ámbito es impensada, esta paciencia, otros rompen todo. La gente esperaba tranquila, sabían que la cola avanzaba, despacio, pero avanzaba. Lo que les decía a los demás, era que todo ese mal trago de las dos horas de espera se pasa y es anecdótico una vez que corres y cruzas la línea de llegada, te olvidas. En la carrera, disfrutas de la felicidad de la carrera, porque al fin a y al cabo te llevas mas cosas mas positivas que negativas.  Te quedas con todo lo positivo porque son muchas las horas de entrenamiento y querés dejar todo el dia del evento, toda la preparación no la vas a perder por unas horas de demora. 



 Como dije la ansiedad era mucha, quería llegar temprano a la carrera, entonces para llegar con tiempo y que no haya congestión de tránsito, tenía que despertarme 4:30 y salir a las 5 de casa para tomar colectivo o taxi. Hacía frio, tomé u café y yogurt, lo que desayuno siempre antes de una carrera. 


De lo que no puedo quedarme es de la cantidad de baños, había por todos lados. Tomé mucha agua previa a la carrera. Lo que me jugó en contra porque antes de la carrera fui 3 veces al baño y me quedé con ganas de hacer una 4ta vez. 


 Llegue como a las 5Am con tiempo para hacer un reconociendo del lugar, hacer un recorrido por las carpas, dejar las cosas y eso. Me hizo acordar mucho a la carrera del 2016 donde llegué sólo, me puse cerca de autopista del lado donde no había mucha gente. Ser antisocial te da esa gimnasia de buscar espacios poco habitado, sobre todo en estas carreras de 22 mil personas. Estos lugares los encontrás, tomando distancia, no entrando en la locura donde todos entran. y mas si ponen los guardarropas bien alejados de todo, como a 600 o 700 metros de la largada. Una locura, como para entrar en calor, porque vas, dejas las coas y tenés que volver para entrar al corral de salida. Seguir tomando algo para baja la ansiedad hasta que se hicieron las 6Am. Decidí que era momento de  de dejar las cosas y empezar la entradita en calor, una vuelta al monumento de Güemes, que nunca había visto de cerca. Ahora es un prócer importante que hasta le dieron un feriado, está de moda. Decidí evitar el lugar donde estaba agolpadas la carpas de los running temas, los respeto, el circo monta por la organización es impresionante. La carpa de Adidas runner es siempre es a mejor. De noche cuando uno llega parece un boliche después un balneario. pero siempre con mucha onda, , todo organizado para la familia. Algún dia iremos tal vez y seremos parte del circo, y al ser parte del circo no los criticaré.  


El frio en el dia anterior, mi amigo brasilero de san paulo ya lo sufría y tenia que decidir si llevar guantes mangas o remera térmica. Uno lo va diciendo mientras va imaginando la carrera. Decidí la remera térmica y no me equivoqué en la elección, últimamente no suelo equivocarme con la ropa a usar. 


 Caminé mucho ese dia para llegar, para entrar en calor, lo importante era no quedare quieto. Hice una buna entrada en calor, lenta pero a conciencia, mas para calamar las ansias. Porque había que hacer tiempo qué mejor cosa que elongar. Con los años veo que la elongación y las entradas en calor son cada vez mas necesarias. Pero no me refiero a la entrada en calor que pone a la organización, sino la propia, la que uno hace a conciencia, la que te mete definitivamente en carrera. Ya en el corral de salida, testigo de cómo se fue llenando de gente. Me puse en dentro del ritmo que me correspondía, me agarró algo de ansiedad cuando pasaron la bandera y tenía que acercarme un poco mas para adelante y volver para atrás era imposible. Que lindo momento el de la bandera, te llena de emoción la celeste y blanca. Siempre tiene que estar la bandera y el himno, pero por estar tan atrás te lo perdés. Podrían poner alguna pantalla para no perder de esos lindos detalles. Sabía que había que esperas incluso hasta 10 minutos después de la largadas, creo que termine saliendo 5 minutos después de tanta gente que había. El que no suele suceder es que salí al trotecito, cosa que nunca sucede, pero al estar tan atrás había bastante espacio, me dije, menos mal no te agolpaste tan adelante. 

 Salgo como siempre suelto, con todas mis fuerzas, hasta fundirme y estabilizarme. Era mucha la gente y había que ir con cuidado para no tocar a los que están por delante. Un tropezón ahí puede ser fatal. Salí fuerte con ganas de llevarme a todos por delante, fue lenta la salida igual. Mucha gente que no se pone en el ritmo correcto, quiero pensar que no se dieron cuenta. Quizás alguna separación debería haber tenido. Todavía era noche y a lo lejos un amanecer rojizo se divisaba. 


Un dato curioso es que tal como sucede en las grandes maratones del mundo la gente tiraba el abrigo que luego va a ser donado.  Ya es sin dudas de las carreras obligatorias del año, la mas importan de Sudamérica, sin dudas, por la convocatoria, el color, recorrido. 


La banda en el kilometro 4 le puso color a la carrera, yo y mi técnica de buscar lugares que no hay nadie, en la bifurcación de Figueroa Alcorta  tenía a ir por la izquierda y era por la derecha, varios hicieron eso, pero no había que cruzar el boulevard para ponerse en carrera otra vez. 


 Los primeros kilómetros son para eso, para probarse para que estas, si es una carrera para buscar tiempos o para aguantar y terminar lo mejor posible. Me sentía bien, no para la mejor de mis carreras, pero si para una carrera linda para disfrutar y hacer un papel digno. 


 Cuando doblamos en Libertador casi que fui todo por la vereda, había mucha gente hasta llegar al primero puesto de hidratación. que decidí no utilizar. Suelo hidratarme recién el kilómetro 10 u 8 depende, alli empieza mi carrera. 


 Veníamos por Libertador y hasta había uno disfrazado de dinosaurio que me pasó, no lo podía creer. todo con traje puesto y yo normal corría mas rápido que yo. Bueno supongo habrá entrenado bastante con el traje, no como yo. 


 Llegando a recoleta había otra banda, pero era como que era mas tranquila esa música. De allí fuimos para el lado de la 9 julio, cada vez tengo mas miedo que un automovilista se vuelva loco y quiera atropellarnos a todos. Lamentablemente va a pasar. espero no ser uno de los que sufra el accidente, pero mi suerte que para esas cosas raras saco todos los boletos.  


 Vino la subida a la 9 de julio y no quería aflojar, primero por me quedaban piernas y después porque no quería que apareciera el de la carrera anterior que me dijo que no aflojara que subiera el puente Labruna, Pero me esforcé demasiado en la subida, senté algo en el pecho que me aceleró por demás el corazón suerte, tenemos los controles, pero llevé el corazón a un nivel de esfuerzo que aguantó bien.  Por cierto, aun no escribí de la carrera anterior, lo haré próximamente, se merece un párrafo aparte esa carrera los 15 k New Balance.  Son esos héroes anónimos que aparecen en las carreras. Subiendo me daba cuenta lo mal que ando físicamente, falta mucha cuesta por hacer. Es una subidita de 300 metros y eso que no me costaba tanto antes. 

Además no quera aflojar porque, como sucede siempre, después de cada esfuerzo hay recompensa. Sabia que después de la subida exigente daban Gatorade, la bebida isotónica por excelencia., lo cual era un estímulo para no aflojar. 


 Llegó el puesto de Gatorade en el kilómetro 8, pero la gente cansada de la subida, que se ve era su primera carrera y se robaban las botellas grandes de Gatorade, como si no hubiese Gatorade distribuidos en mesas mas adelante. De esta forma dejaban sin bebida a los que venían atrás. Lamentable el comportamiento de algunas personas. Es mas, había tantas mesas, que al ser un vaso chico podías tomar 2 veces. Eso si los vasos eran poco amigables para tomar rápido, había que caminar para tomar sin derramar. 


 De allá fuimos hasta el obelisco pasando por el teatro Cólon, sin dudas empezaba la parte mas linda de la carrera. El centro porteño. del otro lado se veía corredores mas rápidos que ya empezaba el tramo de la autopista Illia. Es una parte de muchos hoteles, m gente alentando y gente que quería cruzar la calle. Doblamos en Diagonal Norte donde había otro puesto de agua. Esta vez, y tomé la botellita entera que me levé unos kilómetros. Pasé por donde era mi trabajo y pensaba qué cambiado esta el centro, no sé, lo vi diferente, como que extendieron las veredas y poca calle. 


 Llegando al kilómetro 10 pasamos por la Catedral, el cabildo y la Casa Rosada, pavada de monumentos icónicos de Buenos Aires. En ese punto sabes que todo lo que queda es la vuelta. legaste allí corriendo y toca volver de la misma manera. Por Avenida de Mayo bajamos para volver a la 9 de julio y pasar nuevamente por el Obelisco donde mucha gente paraba a sacarse fotos. Los entiendo a los que son de afuera y del interior que quieran esa foto. Quizás después no tengan otra oportunidad de sacarse esa foto, pero estamos en una carrera, no es turismo. Qué se yo si está bien o no... En una, fue un segundo de distracción, se ve de atrás la tocaron o algo que se fue de cara al piso, pobre señora, pero hay que estar concentrados en las cuervas. 


 Por esa zona, vi a una pareja con la bandera de Uruguay y a mi los uruguayos me caen bien, por la garra charrúa. Pasé diciendo uruguay nomá!! Como dicen ellos. Para para mí pensaron que era uruguayo, pero grité eso para darme fuerzas y quería esa fuerza, necesitaba fuerza, esa garra charrúa para termina la carrera.  

 Era mas o menos el 12K y había un puesto de agua y otro de Gatorade, había que aprovecharla, sabía que hasta el kilómetro 17 no había mas hidratación. Por eso me llevé la botellita de agua, para tomar después de las cuestas. Sabes qué tibio es el amanecer de Buenos Aires? 


 Entramos en la que, para muchos, la temida autopista Ilia, quizás por las cuestas o por la villa que la rodea. Son subidas y bajadas extensas, falsos llanos, como que le dicen. Sin dudas el tramo mas  aburrido de la carrera. Estaba fresco, recordé mi buena decisión de llevar la remera térmica porque nunca levantó mucho mas la temperatura. Pasamos el peaje, y siempre están los comentarios:” el paga vos o pago yo.“ , entre los runners es común escucharlo allí.  


Hay que remarcar que había mucha seguridad entre todos los voluntarios y policías,  


Mientras hacía ese tramo de subidas y bajadas, recordaba al hombre que me ayudo en la carrera anterior para no aflojar, que venga y me cague a pedos por flaquear en las cuestas. Estas son las peleas internas que uno tiene con uno mismo. Como dije alguna vez, la motivación puede venir de cualquier lado. Para no aflojar una motivación fue la que acabo de comentar y la otra era la recompensa de tomar un sorbo de agua cada vez que alcazaba el punto alto. Estuché a uno que decía “ahora es una bajada de 100 metro y queda una subida de 100.” Muchos lo querían matar diciendo, “información incensaría o demasiada información”. ¿Para qué lo dijiste titan? Se le vinieron todos al humo.  


Para esa altura, ya la gente hablaba menos, costaba respirar, costaba mantener el ritmo. Del otro lado pasaban los automovilistas que tocaban bocina para alentarnos y saludarnos, de esta manera todos somos parte de esta maravillosa experiencia de correr por la ciudad.  


Vemos mismo en la carrera, lo que va siendo la metamorfosis de toda locura, alegría, felicidad en los primeros 10 kilómetros, donde todos hablan contentos y llenos de energía al kilómetro 15 donde son pocos los que hablan, van todos concentrados cuidando energías.  


 Bajamos de la autopista y quedaba la última cuesta de casi 45 grados. Era el kilómetro 17 y luego la recta final que nos depositaria en la meta. El viaducto de aeroparque, solo quedaban 4 kilómetros, en 20 minutos estaba descansado tirado en el pasto tomando sol. 


 Fue la subidita y como venía bien hidratado, hasta ese punto traje todo el trayecto de la autopista, el tramo de casi 5k con la botellita, después de la subidita, no necesité agua, solo tomé Gatorade. Volvimos a pasar por el Planetario, donde estaba la banda del comienzo. Ya ellos estaban cansados también de tocar mas de 2 horas. Quedaba una recta, toda una recta para hacerla a full, a fondo, con lo que quedara de físico. Ahora recuerdo que en el kilómetro 18 fue donde no tomé, ese ya no o necesitaba, estaba entero aun y contaba con energías suficientes como para terminar. Ya nadie hablaba, pero la gente alentando se empezaba a sentir. 


 Pasamos el kilómetro 20 pero por la cabeza se me paso pasar primero por el guardarropa, buscar mis cosas y terminar la carrera. Una locura. pero no, no lo hice. Lo malo fue que mucha gente se ponía casi a mitad de la calle buscando a corredores conocidos, familiares, amigos. El tema es que no dejaba la pista libre y tenía que ir esquivando bicicletas, peatones. ¿Digo yo, la gente no piensa?  Quiero pensar que fue porque hacia 2 años no se corría la media maratón sola,. el año pasado fue a las apuradas, se corrieron 21k y 42k juntas y con cupos limitados. 


 Lo cierto es que sin mucho resto, pasé el arco de llegada lenta los brazos en alto y aplausos porque te mandaste un carrerón. No sé si fue por la marea humana, pero estuve siempre concentrado, metido en la carrera y nunca aflojé. 






 Vi mucha gente de San Luis identificadas porque llevaban la remera del runnig team. Casi les decía que en pocos dias iba a estar en esa ciudad conociendo y corriendo una media maratón 

 Me pasó por al lado el chiquito Arcucci, y es una figurita repetida en las carreras, otra vez, con cara de quiero irme casa a hacer el asado. Como que soy cholulo pero no quiero invadir, como para sacarme una foto, maldita timidez. 


 Caminé, saqué unas fotos y ya la emoción y la felicidad se estaba yendo, no la podía compartir salvo en redes o acá escribiendo Es efímero todo. Caminé hacia el guardarropa, me tiré en el pasto a descansar, mandando signos de vida a casa para avisar que llegué bien. 


 Y caminé de vuelta a casa el reloj indicó unos 36 kilómetros caminados., 21 corriendo y otros 15 caminando una locura y de paso daba un record a los pasos dados en un dia 

 

Nota al margen y pese a que a muchos no opinan lo mismo, a mi la remera me gustó. Era blanca, lisa y la calidad de la remera me pareció buena.  


La felicidad es un momento y es efímeros se va a los pocos minutos.