domingo, 26 de marzo de 2017

Las carreras son para recoger las medallas ganadas en los entrenamientos

Terma Adventure Race – Tandil 2017- 27 Kilómetros




Carrera de aventura. Primera carrera del año y para colmo de aventura. Son esas carreras que tiene otro gusto, viajas, planificas, son esas de las que preparas de otra manera. Visualizarla antes es difícil, hasta la expectativa es otra, porque uno no sabe cómo va a ser. No conoces el terreno, por mas de que veas el recorrido, si no estuviste allí  antes, no podes anticiparte mentalmente a lo que pueda llegar a encontrarte cuando estés corriendo.

Era una carrera de 27k, ya cuando llegué a Tandil supe que iba a ser complicada, por el tema de las sierras. La preparación había sido muy buena, había ido de pretemporada a la playa para endurecer músculos e ir  por los médanos hizo que nos  dejara las piernas listas para una exigencia importante. Sumándole que pude practicar cuestas, rampas y escaleras cada vez que salía. La preparación como dije fue tal cual como la habíamos planificado, pero cuando uno llega y ve con lo que se enfrenta,  empieza a dudar y decirse que tendría que haber entrenado mas para semejante evento. Si verdaderamente estaba listo.

Muchas veces hubo entrenamiento doble turno, a la maña bici y a la tarde correr. En el trabajo me pedí dos días, lunes y martes para ponerme a punto físicamente. Venia ya de la pretemporada en la playa  unas semanas antes y esos dos días fueron como el final de la puesta a punto. Esos dos días fueron como tomarme días de examen, y realmente fue un examen porque cuando haces este tipo de travesías hay que estar a la altura del acontecimiento. Si sabes que va a haber pendientes y subidas y bajadas, hay que practicar eso.

Veía y notaba mucha alegría alrededor, mucha ansiedad, la ciudad invadida de runners. Algunos con remeras de carrera anteriores, como diciendo “soy runner”. Muchos  haciendo cuestas el dia anterior, los observaba y me decía:” cuiden piernas muchachos, lo que no hiciste en la preparación, no lo vas a lograr el dia anterior”. Los entiendo igual, a  algunos les gana la ansiedad y les sirve para descargar nervios o probar el terreno.

Tenía muchas dudas el dia anterior, no sabía si correr con el cinturón de hidratación, con celular, o sea con música o no. No sabía en qué kilometro iban a estar los puestos de hidratación. Llegué tarde así charla informativa con lo cual perdí mucha información útil.
Si bien había hecho el año anterior una carrera por la montaña en Córdoba, habían sido sólo 13k, esta carrera era mucho mas larga, el doble de larga, por otra superficie, otra provincia. Como no había podido repetir esa carrera, quería hacer una carrera de aventura. Como dije, las de aventura tienen otro gusto. Una vez por año es necesario viajar y correr por la montaña. Si lo combinas con vacaciones son las vacaciones perfectas porque viajas, correr y después podes descansar y disfrutar de dicho lugar.

Ya estaba ahí en Tandil, analizando y pensando en la carrera, llámenlo concentración o como sea. Fui a caminar por el dique, lugar donde íbamos a pasar en los últimos 1500 metros al finalizar la carrera al dia siguiente. Tomando unos mates, leyendo, analizando, pensando. Me sentía como Gladeador cuando palpaba el terreno antes de cada batalla.

El dia de la carrera me desperté temprano, mucho no había podido dormir. 7:30 AM salí para la carrera, menos mal que lo hice porque no había guardarropa, tercera carrera que hago en el interior y ninguna puso un guardarropa, para tener en cuenta en la de Mendoza. Los nervios crecían a medida que se acercaba el momento de la carrera. Finalmente decidí ir con el cinturón de hidratación y el celular. Aquellos fueron grandes aciertos. Lo que me decidió llevar el celular fue la música de motivación, me visualice con la música de Rocky subiendo la montaña para enfrentar al Ruso y cuando llegara a la cima gritar Dragoooo. Algo que se cruzó por la cabeza al momento de la carrera en las últimas e interminable cuestas.  Al cinturón de hidratación que pensé en cargarlo en el kilómetro 8, cuando nos dieran botellita, agarraba una y cargaba. Para ir más liviano a la salida y tener menos peso. Al final la cargue desde el principio porque en esa ida y vuelta del hotel, no pesaba tanto y ya me estaba acostumbrando al peso que no era tanto. El tema del celular fue por el tema de la concentración, sabía que no podía cometer errores, que era una carrera larga, que el muro empezaría en el kilómetro 15, lo más complicado. Y fue tal cual, lo dijeron el dia anterior en la charla informativa.

Como si lo hubiese planeado la música elegida para empezar fue la 12, canciones que alientan a Boquita, sentía que el aliento era todo para mí y eso me dio fuerzas para las primera cuestas, cuestas en las que muchos empezaban a caminar, yo aprovechaba, porque habíamos practicado, a eso fuimos a enfrentar cuestas. Y no para quedarme en la primer cuesta, la 12 fue clave en los primeros kilómetros para no quedarme. Pero nos sentíamos bien, con aire, con piernas, muchas veces si ves a las personas que se van quedando uno tiende a contagiarse, por suerte eso no sucedió. Pero sí como me pasa siempre los primeros kilómetros son los que mas transpiro.
Debo decir que igualmente fueron bastantes cansadores, mi idea era, aguantar en las cuestas, y disfrutar en las bajadas, y descansar en el llano. Ciertas veces pasaba gente en las cuestas y me pasaban en el llano y está bien, porque sabemos que no somos rápidos, pero las cuestas podían ser una oportunidad para pasar gente.

Había un puesto de hidratación en el puesto 7,5 y otro en el 10. No soy de tomarme toda la botellita de agua completa, pero en esos dos puestos me bajé toda el agua, medio porque tenía sed y otro tanto para no ensuciar. Casi siempre llevo la botella unos kilómetros en la mano. Recomendación que con toda razón nos habían dado. Te das cuentas que en las carreras es importante cada detalle.
A partir del kilómetro 10 empezó la parte de los senderos, casi montañas, que no me parecieron tan complicadas, la dificultad normal de las pendientes que a mi ritmo iba llevando. Bien no sabía con qué nos íbamos a encontrar, nos mentalizamos en ir kilometro a kilómetro, concentrados y viendo qué era lo que  nos depararía la carrera.  No desesperarnos, cosa que nos había pasado en la carrera de Córdoba, porque no veía a nadie el rededor y creí que no la terminaba, casi que entro en pánico y no quería que sucediera de nuevo. Había mucha más gente que en aquella carrera.
Así fue cómo desde el kilómetro 15 llegó la verdadera carrera, el muro, No vi los carteles pero estábamos en la segunda posta. Hasta ese momento había sido bastante recto mucho camino de ruta y algunos senderos, hasta pude sacarme fotos en alguno tramos.

Empezaba la parte más difícil, pero también la parte más linda, las sierras, que eran mucho de trepadas, que había que ir con cuidado, pisar bien y hacer equilibrio para no caerse, mirar donde pisa el de adelante. Subidas a paso lento, como en fila india, me hacía acordar a Pelotón cuando van por Vietnam cuando van por la selva uno atrás de otro. El desgaste empezó a ser otro, porque no se podía correr, sino trepar y si bien no me sentía cansado, tenía ganas de ir un poco más rápido. Es lo bueno que tienen las carreras de aventura, montañas que hay tramos en que podes caminar, porque no te queda otra, se te permite el respiro. Tenía un señor mayor delante mio que subía mejor que yo, un groso, estaba en mejor estado. En un momento casi me voy para atrás, sin poder hacer equilibrio, por suerte uno me dio una mano de atrás, puso la mano en mi espada y me ayudó. Para mi fue  la mano de dios, porque quedó marcada en mi remera. Son cuestiones como estas las que me permitieron llegar, son esos héroes anónimos, descocidos que no sabemos dónde andan ahora pero que se da solo en las carreras, la camaradería que en otras partes no se ve.

Todo lo que implica la carrera de poner el cuerpo, la cabeza y el corazón en las horas que llevó hacer la carrera, mi carrera.

Solo vi los cartelitos delos kilómetros en el 5K, 10K y recién el 26K, bajando la montaña, antes del dique. Por un lado fue bueno, cuando cuesta tanto algo es mejor no verlo porque te bajonea. Crees que avanzaste mucho, pero en realidad es menos de los que pensás, todo por  el desgaste que tuviste. Es una sensación en que tu cuerpo piensa que hiciste mas, pero fue solo por la complejidad del terreno. Por eso fue bueno no saber los kilómetros donde estaban los puestos, ni las postas.
En el kilómetro 22, lo supe porque fue después de un puesto de hidratación, después de una bajada y había que volver a subir. Le pregunte a uno que venía me decía que había una subida y después una bajada pronunciada, que la hiciera esa parte tranquilo, mucho no le hice caso, vi que tenía piernas y si bien subía caminando, el ritmo era superior los que venían y pude superar a varios. Subimos y hubo congestión de gente, había una bajada bastante pronunciada, con lo que había que ir lento. Aproveché a  tomar aire, pero el casación en las piernas se hacía sentir, porque parar y seguir  genera calambres, subimos y ya las piernas ya no respondían como hacía un rato, temblaban del esfuerzo realizado y todavía quedaba una subir más, pero menos pronunciada. A esa altura quería que terminara. Según escuchaba íbamos por el kilómetro 25 ya casi estábamos, pero avanzábamos muy lento, fue muy  técnica esa parte. Fue cuando decido que los auriculares no servirían de mucho, que debía estar concentrado, pisar bien y no hacer boludeces. Los últimos kilómetros fueron con el corazón, faltaba poco, quería que terminara, lo reitero porque en mi cabeza quería eso, pero a la vez faltaba mucho, se veía a lo lejos el dique, la bajada era pronunciada había que pisar bien para equivocarse, podía seguir la fila india o mandarme por donde no había sendero, por el cansancio y por ser la primera carrera seguí a la malón de gente.

Escuchar los comentarios de los demás corredores, al menos te distraía, sinceramente hablan de estupideces, pero son estupideces que te distraen, uno que va solo, no sabe si meter bocadillo.

Estas ahí, arriba en esa montaña, aunque sea sierra para mi sentía era montaña. Miras a lo lejos y ves la inmensidad de ese paisaje, tan cerca de capital. Un lugar tranquilo, que se vio invadido por los que corrían. Disfrutar, porque al dia siguiente ya volvías a la locura que es el centro porteño. La rutina de todos los dias. Te dan ganas de disfrutar el paisaje, de quedarte un rato mas, pero estas en medio de la carrera, te decían internamente que se volverá en otro momento,  hoy corría, otro dia paso a disfrutar, en ese momento sólo quería que la carrera terminara. Fue cuando ya me veía finalizando mentalmente, que estaba ya la tenía, no se me escapaba.

Llegas y los dolores, el cansancio desaparecen para dar la estocada final de la llegada. Atrás queda el camino recorrido las cuestas que practicaste, la preparación previa y la carrera que tanto te costó. La satisfacción que uno siente en ese momento es indescriptible, porque sabémos que nunca vamos a ganar ninguna carrera, pero sí tenemos la obligación de dar lo mejor para poder llegar.
Terminas la carrera analizás la carrera, un poco mas en frio y ya estas pensado en la próxima, en volver a ese lugar. Te sentís que superaste algo importante y que estuviste a la altura siempre vamos por mas. Terminás exhausto, agotado pero ese cansancio en sí mismo, a la vez te llena. 









lunes, 13 de marzo de 2017

Uso Terapéutico de plantas



Reconozco que para uso terapéutico la marihuana puede ayudar, mejor dicho, ayuda a alguien que no necesita. Eso no lo voy a discutir.

Lo que me molesta es la santificación que hacen algunos de esa planta “vinculo paciente y planta”.
Yo no veo gente que santifique a la planta de Aloe Vera por todas las propiedades que tiene, de lo que hablamos es de otra cosa, esa otra cosa es la que me molesta. 

No somos una sociedad adulta como para legalizar nada, sí en el caso terapéutico, vuelvo a decirlo, para alguien que está enfermo y le hace bien, y está comprobado que lo hace, soy el primero en defenderlo.  Desconocer esto seria no es lógico. 

El debate igual, dejo de escucharlo cuando lo defienden son personas que no lo necesitan, personas que la usa como “placer”, en esos casos estoy totalmente en contra. Ellos quieren convencerme que es buena, para legalizarla y puedan seguir con es “placer” que yo no comparto. Y me quieren dar clase de eso.

Conclusión SI para alguien que REALMENTE la necesita para uso médico y está comprobado que hace bien, NO ROUTNDO para los demás casos.

jueves, 9 de marzo de 2017

Himno Mapaches Aulladores

Vamos, vamos Mapaches Aulladores
quiero escuchar el latido vegetal del cesped
cuando en mi bota de futbol
brille el sol

Cuantas veces el sol estará alto?
Cuantas veces volverá el calor?
Tu no lo sabes porque sólo eres
un temible Mapache Aullador.

Quien golpea mi puerta en la mañana?
Quien desea conocer al vencedor?
No busques lejos lo que está a tu lado.
Es el fiero Mapache Aullador.

Del Libro Area 18, R Fontanarrosa

Excelente libro, lectura obligatoria

Una vez terminado el juego el Rey y el Peón vuelven a la misma caja