sábado, 28 de septiembre de 2019

30K Puente Rosario-Victoria 2019




“Correr nunca te solucionará los problemas, pero sin dudas te ayudará a verlos de otra manera”.

Con esa frase me concienticé, esa semana. La terminé muy mal. Pero tenia en la mente liberarme de  todo lo malo que venía pasando, al  menos por una semana. Volvía ser libre. Era la primera semana que me tomaba de vacacione después de la lesión. Mis últimas vacas, como tales, habían sido en Puerto Madryn en Mayo o Abril del 2018. Después se vino la lesión y la recuperación.

Era volver a viajar para correr, una ciudad nueva, una carrera nueva. Una etapa nueva. Abrir la mente a cosas nuevas y  dejarse llevar por lo nuevo para que te sorprenda. 

El aprendizaje no ocupa lugar.

Eran lo 30k del Puente Rosario-Victoria y la verdad era una carrera entrenamiento, para ver lo que me falta mejorar, las cosas que hay que ajustar, si es que queremos correr la maratón de Mar Del Plata. Claramente, las ganas las tengo, el temas son los entrenamientos. Muy positivo haber vuelto al gimnasio, sigamos por ese camino.

Fue una carrera difícil, dura y complicada. Y se fue complicando mas, a medida que la carrera fue avanzando. Era interminable. Se hizo mas larga de lo pensado. El circuito de las carreras del interior,  las deben medir a ojo, porque para mi fue mucho as larga de lo que la organización decía. Para mi , en lo personal fue una carrera con esfuerzo, similar a la de los 42K. Créanme cuando les digo que dejé todo, porque no me quedó resto. La disfruté, obvio, pero también la sufrí y mucho. Pero es un sufrimiento que sabés que se termina cuando pasas la llegada y ese sufrimiento que arrastras por kilómetros, se  transforma en satisfacción en un segundo.  Y como recompensa tenes toda la semana para descansar. Cuando digo que la sufrí es porque el sol pegaba fuerte y te deshidratabas rápido. Estuve bien en tomar agua en todo los puestos. Esa fue una buena decisión a la vista de lo que terminó siendo la carrera. Genial que hayan dado bolsitas y no vasitos en los puestos., son mas efectivos y se pierde menos agua.

Y la verdad no sé cómo voy a hacer para separar lo que fue la carrea de Rosario con la semana que pasé allá, re-corrieno esa maravillosa ciudad. Nunca mejor dicho, re corriendo, porque sin dudas fue así. Re-corrí y camine toda la ciudad. Voy a contar  mi experiencia y lo que me toco vivir esos días allá. Va a quedar algo bastante largo,  si alguien lo lee todo, lo compadezco jajajaj si alguien llegó a leer hasta acá es mucho.

Comencemos por el magnífico amanecer,  créanme cuando les digo que esa mañana, ese amanecer rosarino, con el sol asomando tímidamente en el horizonte rojizo, no me la olvido nunca mas. A la vera del rio, con el puente iluminándose con tibio sol de la mañana. Con esa bruma de la mañana de campo, fue uno de los mejora amaneceres que vi en mi vida, sin dudas.

Fui en taxi y todavía era de  noche y de lejos se veía ese maravilloso puente. De lejos todo iluminado, una postal divina. Y a medida  que me acercaba, ese puente era mas largo, era inmenso. Una cosa es verlo por fotos y otra muy diferente estar frente a esa obra maestra de la ingeniería.. Claramente eran mis primeras horas allí en rosario y la ciudad la fui descubriendo de a poco, a media que amanecía.
Las carpas de los running teams y los sponsors estaban , como en cualquier carrera y la gente que iba llegando. Al pie del puente. Elongué lo que pude, sin perderme detalle de nada de lo que a mi alrededor pasaba.

20 minutos se demoró el comienzo de la carrera por un tema de cortes de calles. Cosas que pasan en las carreras del interior, mas a mi favor, eso de medir a ojo el circuito. Pensaba en esos 20 minutos podría haber ido al baño otra vez y correr mas descargado. Lo que me pasa en las carreras, y mas a esta altura de año, es  que al principio hace frio y  te dan mas ganas de hacer pis por  el frio. Y te terminas aguantando lo que dure la carrera y eso me trae los problemas estomacales, gases básicamente. Era mi segunda carrera de 30 kilómetros, la otra vez tampoco andaba muy entrenado que digamos y esa vez hacia mucho frio a la mañana. En esta ocasión el clima ayudaba mas. Parece como si me hubiese desacostumbrado a las carreras largas. Y quizás vengo cansado también de piernas.

El que ganó fue Julián Molina, el mismo que había ganado el campeonato Sudamericano en año pasado en los 21 k de Bs As , que  para poder competir vendió 40 docenas de empanadas, gran historia detrás del gran corredor . Verlo pasar y reconocerlo te da satisfacción. Y podés alentarlo si lo conoces y sabes su historia. Lo vi pasar varias veces, claramente del otro lado de la calle, él ya casi terminando la carrera y yo recién por la mitad.

La estrategia de carrera fue clara desde el inicio, hacer el desgaste al comienzo, los primero 10k y después hacer una recuperación activa. Esto que significa? Recuperar el ritmo de a poco bajando, la intensidad y después recuperarla, a eso  yo lo llamo recuperación activa. Pero esto último, de la recuperación, se me hizo imposible, dada la complicación de la altimetría y el sol que pegaba fuerte.
Fue como dije, fue un de las carreras mas duras que me tocó vivirla, sufrirla y hasta padecerla, que a la larga se disfrutó. Pero siempre corría, cada vez mas cansado, pero con la convicción de que iba a llegar.

Empecé la carrera sin auriculares y podía escucha lo que comentaban los corredores. Cosas bastantes distintas a los de capital. El clima en el interior es otro, cómo describirlo?. Como que son mas inocentes. Nosotros, los porteños, somos como pesimistas, COMO QUE SON MAS OPTIMISTAS, están menos intoxicados. Tan diferentes somos.

Y decían que  ese puente es como nuestro  puente de Brookly, Manhatan o por el puente de Londres, y la verdad es era que es asi. Y se decían, imagínate cuando corramos en Londres o en New York. La vista de la ciudad de Rosario desde le ese puente es increíble, esos edificios altos que los ves cerca y allá los ves lejos, sobre el rio Paraná. Posteriormente descubrí que tendrían que ir corriendo justamente hasta donde estaban esos edificios que se  veían tan pequeños desde el puente. Del otro lado del Puente se encuentra la provincia de Entre Ríos, mas específicamente se encuentra la ciudad de victoria. Alli en Victoria, se olía mas a campo, ese aroma a mezcla de tierra y con pasto húmedo que empieza a secare con el sol.

En esos momentos le empecé a pensar que le voy a encontrar el gustito a viajar. Recordemos que es el primer viaje que hice después de la fractura. Y ese sentimiento se viene cuando eta lejos de casa y recordás esas 9 hora en la terminal de córdoba viajando de urgencia a Buenos Aires con el brazo roto.
Es una carrera de calle, es verdad, pero la cabeza también tenía presente la lesión. Todavía corro con muñequera, por as dudas. Me da la confianza de que si me caigo, no caigo con el brazo desprotegido. Igual  no creo que me lo vaya a romper otra vez. Bah eso espero que no suceda nuevamente.

La premisa era sacarse las malas ondas, acá justo en Rosario, como el Manosanta que hacia Olmedo. Volver a creer que se puede aunque sea cada vez mas difícil levantarse. Trabajar hasta que duela, el doble triple porque si se trabaja duro, se tiene que dar lo bueno. Haciendo bien las cosas es mas fácil.
Soy de lo que piensan que si no hay pasión, no va. Soy de lo que siempre lo va a intentar aunque me lastime y cada vez me cueste mas. No me voy a caer, no se las voy a hacer fácil. Siempre me hago cargo de lo mio no lloro ni meto excusas. Ya no la careteo, antes quizás podía dibujarla y la verdad eso no me llevó a nada. Te cansaste de dibujarla tanto, un Picasso me había convertido y cuando no la podes dibujar mas, tenes que trabajar, tenes que buscarle la vuelta.

De lo que pude conocer de rosario, vi que es una mini Bueno Aire, donde en pocos kilómetros, sobre la misma costanera podés encontrar una zona de playas, también una zona de casas altas parecidas las de San Isidro. Hay una zona muy top, que  bien podría compararse con las de  Puerto Madero.
Hay  un gran Silo convertido en hotel, una maravilla del reciclaje. También, si se me perite, noté cierto color a lo que es Mar del Plata, pero mas que nada en la zona del puerto. Muchos rosarinos me estarán matando con las comparaciones que estoy haciendo. “Este porteño que no sabe nada”, me dirán. Que me perdonen si los ofendo, no es la intención, sino que la idea es que en base a los lugares conocidos, ponerlos en contexto que quizás conozca o se sientan representados en alguno de esos lugares al cuál esto describiendo.  Por último si se me perite la zona del monumento  a la Bandera, bien podría compararse con la zon del Obelisco. El monumento es increíble, lleno de detalles históricos que nos representan. Es historia pura, inmenso desde el  monumento, el fuego sagrado, las escalinatas, con frases alegóricas alrededor. Grande fue mi sorpresa ver una plaqueta conmemorativa del pueblo Yugoslavo, mi mama tiene primos allí. Mi abuela materna era Yugoslava, y mi mama, me contaba de que sus primos tenían cines allá. Aun se mensajea con ellos.

Pero me desvié del tema. Volviendo a lo que explicaba de Rosario, es muy difícil lograr, esa diversidad estructural de distintas características en tan pocos kilómetros. Es una conjunción admirable.

Lo increíble es que cuando caminaba por la calle, veía gente con la camiseta de Central o de Newels y se respetaban, no se atacaban. y pensaba: “qué bueno puedan convivir ambos hinchas por las calles”. Había mucha gente hablando de futbol por la calle, hombres y mujeres analizando el futbol. Justo me tocó ir la semana antes al clásico. En la cancha se matan, pero en la semana pueden convivir. Hablame de grieta, una ciudad dividida por dos equipos y conviven, es posible, se puede. Quizás tenga que ver que los del interior, hay mas respeto y valores, de los que vemos acá en Capital.
Y pasaste corriendo por un lugar donde hay una escultura, un barco de papel gigante, en esa zona top que comentaba que se parece a la de Puerto Madero. Pensé estaba lejísimo del puente y era hasta donde llegaba la carrera. Pasamos por la zona de los pescadores, hay varios puestitos que venden pescados frescos, unos señores peces.

También pasamos por una Usina Eléctrica, que se encuentra cerca de la maravillosa cancha de central, y después hasta ese barquito para hacer el retome que no llegaba mas. Era el k 22 y no podía mas, se me hizo eterno ese retome. Para colmo había control y debíamos pasar por la alfombra para que quede registro. Para ese entonces pensaba que quedaría último, cómodo y la verdad no me importaba, yo estando allí ya había ganado. Pensaba en eso de quedar último por el tema que había mas gente paseando en bicicleta que los que hacíamos la carrera. Y la verdad, sí quedé ultimo en mi categoría y la verdad sinceramente no me interesaba el tiempo, porque concia mi presente, no buscaba tiempos sino desafiarme de que podía hacerla.

Era un fantástico dia de sol espectacular. Pensé que serían  las 11 por cómo pegaba ya bastante ese solcito. Y la calle cada vez mas desolada. Por donde estaba ese barco me contaban que los domingos se hacía peatonal hasta las 13. La vuelta, eran 5 kilómetros, en condiciones normales hubiesen sido no mas de 30 minutos  corriendo. Fueron muchas mas porque mis piernas ya no respondían, como hacía un rato. Y el contexto decía que caminara. Una chica que corría a la par mío, me decía que caminemos, yo dije que no porque faltaban 2,5K todavía y me parcia mucho lo que faltaba todavía. Y que recién caminaría en el 29k en lo posible. Fue justamente en  una cuesta, que no me quedó otra que caminar. Que me perdone la chica, pero no podía parar, no hubiese retomado mas a la carrera, y hubiese caminado mas, era como tirar la carrera, abandonar, y la verdad alguito tenía en el tanque, mínimo, pero tenia. Si paraba en el k29, en resto sería a puro envión, puro aguante y en ultimísimo resto. Y asi fue, los ultimo metros pude acelerar con lo que me quedaba y con fuerzas que salen del corazón, ya flotaba mi cuerpo, iba solo. Y esa sensación de no dar mas y que el cuerpo vaya solo, sin que le tengas que decir que se tiene que mover constantemente es increíble y solo sucede en carreras largas como esta.

Y muchas veces que corro, pienso, mas que nada, en esta etapa de corredor: cómo es que hago esto?  Y me refiero  a hacer 30k que voy y los hago. Y créanme que uno lo hace ver fácil, pero les aseguro que es extremadamente  difícil, que es mucho el esfuerzo y es corazón a flor de piel. A veces el esfuerzo es descomunal. Mental y físico. Faltaba poquito y terminaba la carrera y empezaban la  vacas. Esas vacas que se frustraron a comienzo de año. Esta vez tenía que terminarla. Y así lo hice. Crucé finalmente la meta y casi que faltaba poco para que levantaran todo. Cada vez quedo mas en el fondo, y  no me importa. Agotado, no daba mas. Casi que me tiré en ese pasto, al sol y me quedaba dormido hasta la mañana siguiente.

Lo mal que termino las carreras, estomacalmente hablando, no sé si será en agua o qué, pero me cae toda mal, me dan ganas de hacer pis, pero con el movimiento constante es peor. Es algo para analizar y ver qué sucede, para mejorarlo.

Este tipo de carreras, que te cuestan tanto, son las que purifican y enriquecen el alma.
Yo me animé y la hice…Que la cuenten como quieran yo al hice. Primero, me di el gusto de correr en rosario, hacía tiempo tenía ganas de correr allí y eso no tiene precio. Me replantee por qué no fui por los  21k, pero era muy corto, si se viaja, distancia larga y los 21k los había corrido hace 15 dias en Bs As y había que ir por mas. Eran 9k mas y me tenía fé para hacerla. Siempre estuvo en mi cabeza la determinación y convicción de terminarla. Ya que este año no pude hacer la del autódromo, esta sería la carrera de 30 que la reemplaza. Y sigo descubriendo lugares y carreras magníficas.

Resúmen de la carrera

Del 1K al 5K
Era subir al puente, muy juntos. Era no exigirse tanto para no agotar energías de entrada, ver  lo que nos puede llegar a venir. No sabe el esfuerzo de lo que puede significar ese puente. Estudiar la carrera.

Del 5k al 10k
Por el puente, y comienzan las primeras exigencias, es sin lugar a dudas, la parte mas linda y vistosa de la carrera. Tenes la vista de Rosario a pleno, una postal tremenda.

Del 10k al 15K
Bajada del puente y primer filtro de los que corrían 14 kilómetros, ya la pista empieza a despejarse van quedando los valiente de las distancias largas. Y seguimos los del 21 y 30.

De 15K al 20K
Zona de pescadores, la Usina, cancha de central, te metes en el corazón de Rosario. Con el inmenso Río Paraná de testigo. Con un sol esplendoroso para un domingo para guardar. Otro filtro para los de 21. Ya quedamos muy pocos y los que volvían. Me pongo auriculares. Para distraer a la mente de lo que queda. Pero el cansancio era mucho y nunca pude dejar de pensar en el esfuerzo.

De 20k al 25k
Llegamos al punto donde queriamos llegar, el tan ansiado 21k. De allí en mas eran 9 k los que faltaban, que los terminaría con el corazón. Era llegar allí, a ese momento y seguir con el alma. Más no me quedaba, no me sobraban piernas y pienso eso, cómo es que logro hacerlo? Sin no puedo mas. Y el pibe va y lo hace. Si ya no tenes energía para seguir y seguís. Huevo y corazón.

De 25k al 30k
Flotaba, no sé  cómo lo logré, pero lo logré. Con lo poco que me quedaba. Por esas parte de playitas de fondo y que me prometí volver en la semana o en algún momento, aunque estaba lejos de donde estaba hospedado.

Es increíble lo difíciles que se tornan alguna carreras. Y te planificas una carrera tranquila, de calle y se te vuelve mas  difícil la cosa y tenés que sacar fuerzas de donde manoteas como para terminar una maratón. Es como “en caso de emergencia, rompa el vidrio”, a esos recursos tuve que recurrir. Pero de  algo estoy seguro, es muy difícil que puede correr un maratón este año si no entreno. Carreras no faltan. Lo que faltan son días de entrenamiento. Sirvió para saber que nos falta muchísimo para hacer un maratón, para colmo la difícil Mar del Plata. Que con el viento y las cuestas que hay,  si  no practicaste, al menos cuentas, ni se me ocurra anotarte.

La ciudad que me hizo sentir como en casa, muy cordal el trato de la gente. Los taxistas orgullosos que el pregunte de la ciudad, y los lugares que me recomendaban visitar, me hicieron muchas veces de guías. También en el hotel, me recomendaron lugares para comer, muy amables las personas con las que traté.

Imposible no andar por Rosario y acordarme de canciones de rosarinos conocidos, Fabian Gallardo, Fito, Baguietto y Vilma Palma…. Mas que nada de Fabian Gallardo se me venían su música a la cabeza y no recordaba porqué, fue inconscientemente, pero después recordé que era porque era y estaba en esa ciudad. Raro igual porque no es un músico muy conocido, con buenas canciones, pero que tocaba en los ´90, muy atrás en el tiempo, pero que todavía atesoro sus canciones en mi playlist. Canciones con contenido y no solo una bella melodía.










martes, 24 de septiembre de 2019

15K Carrera Verde 2019




Es una carrera que me había anotado, de ganas que tenía de terminar mis vacas agotado, pero bien agotado, exprimido. Porque la mejor manera de terminar vacaciones es corriendo, por lo menos para mi. Agotado después de toda una semana de esfuerzo, de “pretemporada”. Es que las vacas podes   corriste por todo lo que no podes correr en el año. Y  es lo que mas te gusta hacer en la vida, correr todos los dias.

Te anotaste porque no era una carrera muy larga 15k, después de haber corrido 30k en Rosario y sumado a la semana allá en Rosario donde hice unos 120kilomentros, entre correr y caminar. Feliz de haber disfrutado ese tiempo sin responsabilidad y en esa maravillosa ciudad. Ciudad que me hizo sentir como en casa.

Sumen de que desde el viernes me agarró alergia y por mas cuidados que tuve el sábado, el domingo seguía congestionado. Y pesó y mucho el cansancio acumulado. Pero era obvio que iba a suceder, pero era una carrera que quería hacer y sabía que iba a poder. Lo que no sabía era que me iba a terminar costando tanto….. son carreras y como tal, todas son distintas, por varios factores y los lindo que tiene esto, que por una cuestión o por otra la hacen especiales. Y siempre, pero siempre, sacas cosas positivas. 

Estaba muy nublado a la mañana , por momentos pensé que iba a llover.  Muchos de los edificios mas altos se perdían en la niebla. Por suerte para mi alergia no hubo lluvia y pude zafar de que mi condición empeorara.

Pocas veces corrí por Puerto Madero y la verdad es otro país.  Edificios altos, rodeado de verde y el rio. Lo malo de la carrera  fue que por mas que busqué el recorrido de la misma, el dia anterior nunca lo encontré. Pensé íbamos a ir por el Nuevo  Paseo del Bajo, pero no fue así. Quizá la organización podría haber informado el recorrido o al menos los puestos de hidratación.

Desperté religiosamente a las 5:30. Desayuné y salí raudamente en colectivo hacia la carrera. Sí, en colectivo. Y apenas subo ya veo gente vestida para correr. Los reconoces porque están muy encendidos de temprano.  Casi sin haber dormido pero con las ganas de salir fuerte. Descargar toda la adrenalina acumulada de entrenamientos y de  frustraciones que las canalizas corriendo.

Llegué la carrera. Se fue armando de apoco,  se veía mucha gente debutante en esto de las carreras. Mucha gente que corre la maratón la semana que viene se cuidó y esta carrera, para mí, era mas que nada para ir tranqui, a ver que pasaba. No iba a hacer tiempos sino a terminarla. Sumar kilómetros es carrera, horas de vuelo. Había distintas categorías 2k, 7k y 15k. obvio que fui por la distancia máxima.

Pero como dije me costó, asi como me había costado y mucho terminar la carrera de Rosario, la semana anterior. Casi que esta carrera fue una continuidad de los últimos kilómetros en los mis piernas ya no tenían fuerzas para avanzar y mis zancada era cada vez mas corta y lenta.

Desde el kilómetro 5 en adelante, mi ritmo fue bajando. Fui mas lento, pero a niveles demasiados bajos y eso que soy lento para correr o para todo (“homero, sí que eres lento”). Mi cabeza me decía, qué pasa si físicamente está bien? Mi cuerpo le respondía que no podía correr mas rápido que esto. Entonces fueron 10 kilómetros a  pura voluntad.  Lo últimos kilómetros fueron de goma, no se pasaban mas, la ida hasta el fondo hasta los astilleros era interminable. Mi GPS me  decía una cosa y los kilómetros de la carrera otro. En esos momentos no te tenés que desesperar. Tenés que aguantar tu ritmo y terminar lo que empezaste, no te queda otra que hacer tripas corazón. Es lo que te gusta, la cabeza en momentos puede jugarte en contra. Si terminaba  último hubiese estado bien.

Como dije, 10k fueron a pura voluntad, no flotaba, me arrastraba. Iba cada vez mas lento y me decía mi cabeza: “son los kilómetros acumulados y el resfrío que no me dejaba respirar bien”. Desde el k 11 en adelante era todo un suplicio llegar a cada kilómetro y el retome que nunca llegaba y nos íbamos mas al fondo. Claramente no era carrera objetivo, era para disfrutar, mis últimas horas libres sin responsabilidades laborales. Aunque pesó en algún momento mirar el celular, mi GPS marcó 16k,  quizás el recorrido estuvo mal medido. O sea el celu marcaba una cosa y los kilómetros de la carrera otro, muchas curvas, pensaba. 

En algunos momentos casi que te codeabas con el de al lado, de tan angosta era la calle. Hubo mucha gente al comienzo, la mayoría  corría su primer carrera y se animaba a los 7 kilómetros. Pocos eran los corredores, de los que entrenan seguido. Uno lo notaba, en los estados físicos. Uno se me acercó y me preguntó del recorrido y le dije que yo también lo busqué y no lo encontré.  Aquella  persona,  asi como también a mí, me motivaba  pasar por el Nuevo Paseo del Bajo. Pensamos que  iba a ser ese el recorrido tal como se había anunciado. Pero no fue asi. Se ve que las habilitaciones municipales no llegaron a tiempo. Una pena que quizás pudieron haber evitado. Mas que nada para planificar, para visualizar la carrera antes. 

Como dije para mi era carrera preparación como la de Rosario. Fue exigente y tome agua en todos los puestos y otra vez las molestias estomacales. Quizás sea el agua u otra cosa, no sé.

Llegue casi arrastrándome, mas no tenia para dar, lo di todo, mis pernas ya sin fuerza se movían por inercia.

Los sorteos y las charlas motivadoras fueron un plus, lindo plus para olvidarte y seguir haciendo esto que tanto nos gusta. En especial la charla de Marcelo Linck, motivador nato. Y empezar el domingo de esa manera es impresionante. Te carga de pilas porque pudiste hacerlo, a tu ritmo, buscando tu carrera, buscando tu mejor versión. Porque te propusiste un objetivo que era esa carrera y que le ganaste al cansancio. 

Tal vez hiciste un sobreesfuerzo innecesario. Pero no una exigencia que hace mal, corrí a mi ritmo, porque no tuve inconvenientes ni dolores. Corrí de acuerdo a mis posibilidades.  Sobre exigirte es mantener el ritmo como sea, y el cómo sea puede llevarte a lesiones, y las lesiones cuanto mas lejos estén mejor. Locuras nunca hago.

Y eso para mi es importante, seguir a pesar de la adversidad que presenta la carrera, es importante. Porque en muchas ocasiones se te pasa por la cabeza, caminar, incluso, cortar camino, abandonar, o hasta hacer la carrera corta de 7 kilómetros. Pero seguís y seguís, hasta donde dé.

Me fui quedando de apoco, y como dije los kilómetros eran interminables. A la vez era la final del Mundial del Básquet, después de esa semifinal contra Francia que nos puso jugar otra vez la Final del Mundo, con un Scola intratable y un Campazzo a niveles NBA, que literalmente borraron a los franceses de la cancha, nunca estuvieron ni cerca de ganarnos.

Muchas personas intentando sintonizar el partido de basquet. Recién empezaba y una que corría decía que perdíamos por 4. “El Visionario”, o sea yo, dijo, “recién empieza” y la realidad fue que todo el partido se mantuvo igual y la diferencia se extendió. En época de las app,  no puedo  sintonizar la radio con mis auriculares Bluetooth,  solo deja escuchar por app y se corta a cada rato con el 4G, el GPS y maldito celular que me pone nervioso que se corte a cada rato. Al menos me distrajo de lo faltaba para llegar.

Ahora  yo estaba haciendo malabares para conectar con la radio y escuchar algo del partido, que se mezclaba con la vuelta del Diego como de DT de Gimnasia al Bosque. Un domingo con una mañana bastante movida. Decía, la radio, que allá en La Plata salía el sol y acá en Capital (a 60 kilómetros) estaba todo nublado.  El sol se vino recién después de que terminara la carrera, gracias a dios no llovió. Y permitió que sea una gran fiesta, la fiesta runner de todos lo domingos. Es una felicidad correr.

Es fantástico poder hacer esto.

De esto no te olvidas, sin fuerza en las piernas, pero con la voluntad de terminarla, a mi ritmo, se pudo. Y funcionó, ahora hay que  reponer energías rápido que se viene otra  carrera le semana que viene. Que seguramente vamos a estar mejor físicamente que para esta carrera, por los días de descanso.

Pasaron las 2 carreras más exigentes que tenía.  Primero de 30k y ésta de 15k. Ahora se vienen carreras de 10K, tranquilas pero, esto no para y sigue y sigue…

Esta misma distancia  que hace 15 dias antes la había hecho  en 1hor:38 minutos, en condiciones normales, hoy llevó casi 1 hora 51 minutos. La verdad que a pesar de todos los contratiempos lo digo orgulloso.

Había un clima no tan runner, pero sí de mucha solidaridad, como dije para muchos era su primera experiencia en carrera y se animaban a esa distancia. Era una carrera, mas que nada para entretenerse, para divertirse, para pasarla con la familia. Para compartir el momento.

El recorrido fue con  muchas curvas, y como dije lo tendrían que haber anunciado al menos.

Me agotó toda la semana y en especial esta carrera. No sé si estuvo de mas, pero la exigencia fue mucha, el desgaste me dejó volteado para toda la semana, como un zombi ando. Mucho sueño  me dejó esta carrera, de llegar a casa y solo querer dormir o simplemente no hace nada. El agotamiento extremo que significó esta carrera, la cual disfruté y la que proveché al máximo.
Porque en una carrera larga, como en una maratón, este tipo de cosas puede llegar a pasar, lo sabemos bien. Y en los últimos kilómetros, sirven de gran experiencia para saber cómo responde el cuerpo y cómo  hago mentalmente para enfrentar ese cansancio y la cabeza para que no enloquezca y de ser paciente de que a vas a terminar a pesar de que las piernas no tengan fuerza  y tener la confianza de que a tu ritmo se va a llegar.

Y como me pasó la semana pasada en la carrera, me decía a mi mismo que no podía creer cómo es que hago lo que hago. Que no es una épica. Pero que es impresionante, porque mucha veces me sorprendo a mi mismo haciendo que no sé cómo las hago, de dónde saco la voluntad y la fuerza y el empuje cuando ya físicamente no doy mas.

Pensá, y no te vuelvas loco  y que no te vuelvan loco. Tenes que  ver, tomarte el tiempo para analizar. No podés sino.

Se ve que es una carrera organizada a pulmón para integrar, solidaria y para ir captando gente a que se anime a correr. Un espirito muy solidario, lindo momento. Es un clima muy familiar, pocos running teams y mucho “ a ver que pasa”, “ var qué esto de las carreras” y de sentirse ganadores al terminar la carrera.






martes, 3 de septiembre de 2019

Romance en Amsterdam - Tiago Rebelo



Se puede extrañar a los personajes de un libro?

Te metiste en la historia tanto, te involucraste, los hiciste parte de tu vida, tanto que los necesitas. Los hiciste tan tuyos por el tiempo que duró la historia, que ahora lo extrañas. Creíste la historia en tu cabeza, como te la imagínate, armaste la película.

Y lo leía cuando iba a camino a mi trabajo. De esos viajes en los que querés seguir leyendo y nunca llegar o apurarte para leer para saber lo que va  a pasar y no quedar con la intriga todo el día.

Pero vamos a contar, sin hacer spoilers, de qué se trate el libro, casi una reseña, una crítica si se me permite. Es un libro común, de unas doscientas y pico de hojas.

Una novela cursi de amor. Y no soy de leer este tipo de novelas. Me gusta leer de running y ficción cosas de futbol, cuentos cortos en los que puedo leer una historia cada vez que voy a trabajar. Comienza y termina en ese viaje.

Este libro fue diferente, es un libro que tenía en casa hace muuuucho. Iba a ser un regalo, que no terminé regalando y quedó en mi biblioteca. Creo que le hubiese encantado esa historia la persona a la cual iba destinado ese libro, el cual nunca me animé a regalar, estuve cerca pero no lo regalé.

Hojas amarillentas, olor a biblioteca de libros viejos. Una maravilla para los que nos sigue gustando leer en papel y disfrutar de un buen libro.
 
La historia es simple, donde dos personas que se conocen y se reencuentran después de mucho tiempo. Y que ese reencuentro reactivó fibras íntimas de atracción que llevaron a desarrollar la historia y el desarrollo de los acontecimientos.

Típica historia cursi de “amor” pensé, y la verdad pensé que iba a terminar bien, típico final feliz de amor, el “… y vivieron felices para siempre…”. Pero no fue asi, y menos mal no fue así, porque me hubiese decepcionado y tal vez sea lo que me atrapó: un final previsible que no fue.
Los personajes bien definidos, los vaivenes emocionales de cualquier mujer. Léase bien y no dije histeria, porque no lo es.

La novela empieza bien, la historia te atrapa, deja algunas historias ocultas sobre los personajes que uno va descubriendo a medida que avanza la narración.

El final, si me permiten, está bien hasta ahí. Faltó algo mas pero en definitiva, me gustó la novela, que como dije, extraño a los personajes de Mariana y Zé Pedro, los días que voy a trabajar.
Y aunque no es una gran historia, aunque no sea un gran libro, sin dudas, si un libro te genera todas estas cosas que escribiste,  para vos, fue un gran libro.

La historia resalta que uno nunca se termina de conocer a las personas que las rodea, del todo, por mas de que vivan junta por muchos años.

La novela está  destinada a las mujeres, es una historia de amor. También está destinada a los hombres como yo que todavía creemos en el amor verdadero. Llámenme iluso, pero lo sigo creyendo en el amor, a pesar que cada días e mas difícil de encontrar.