martes, 3 de diciembre de 2013

jueves, 28 de noviembre de 2013

El perro chacarrón y sus amigos

http://www.youtube.com/watch?v=9TPA-1rUgV0




Querida Andrea: 


 No sé por qué, pero hoy me dio por extrañarte, por echar de menos tu presencia. Será tal vez porque el primer amor le deja a uno más huellas que ningún otro. Lo cierto es que estaba en la cama, junto a Patricia plácidamente dormida, y de pronto rememoré otra noche del pasado, junto a vos, plácidamente dormida, y sentí una aguda nostalgia de aquel sosiego de anteayer.

 Alguien dijo que el olvido está lleno de memoria, pero también es cierto que la memoria no se rinde. Dos por tres suenan como campanitas en el ritmo cardíaco y una escena se hace presente en la conciencia como en una pantalla de televisión. Y aquel cuerpo que las manos casi habían olvidado vuelve a surgir como un destello hasta que otra vez suenan las campanitas y el destello se apaga. ¿Te ocurre a veces algo así? ¿O será que me estoy volviendo un poco loco? Puede ser. Mientras tanto este probable loco te envía un invulnerable abrazo.

Mario Benedetti

miércoles, 27 de noviembre de 2013

- Che Picasso, ¿qué hacemos el Sábado a la noche?
- Lo que pinte

Romeo Santos - Propuesta Indecente



Hola... me llaman Romeo,
es un placer conocerla.

Que bien te ves,
te adelanto, no me importa quién sea él.
Dígame usted,
si ha hecho algo travieso alguna vez.

Una aventura es más divertida
si huele a peligro.

Y si te invito a una copa
y me acerco a tu boca.
Si te robo un besito,
al ver que no vas conmigo.

¿Qué dirías si esta noche
te seduzco en mi coche?
Que se empañen los vidrios
si la regla es que goces.

Si te falto el respeto
y luego culpo al alcohol.
Si levanto tu falda,
¿Me darías el derecho
a medir tu sensatez?

Poner en juego tu cuerpo,
si te parece prudente,
esta propuesta indecente.

A ver a ver,
permítete apreciar tu desnudez.
A la vez,
este Martini calmará tu timidez.

Una aventura es más divertida
si huele a peligro.

Y si te invito a una copa
y me acerco a tu boca.
Si te robo un besito,
al ver que no vas conmigo.

¿Qué dirías si esta noche
te seduzco en mi coche?
Que se empañen los vidrios
si la regla es que goces.

Si te falto el respeto
y luego culpo al alcohol.
Si levanto tu falda,
¿Me darías el derecho
a medir tu sensatez?

Poner en juego tu cuerpo,
si te parece prudente,
esta propuesta indecente.

sábado, 23 de noviembre de 2013

martes, 12 de noviembre de 2013

Boca Tigre



De los partidos mas emocionantes, que me tocó vivir en la cancha. Los últimos 15 minutos el estadio explotaba, se venia abajo.

sábado, 5 de octubre de 2013

Comercial de los Pumas



Es una publicidad que quisiera recordar cada vez que estoy cansado y no tengo ganas de salir a correr. La verdad que recordarla inspira.

jueves, 3 de octubre de 2013

Algunos tips de Creatividad

Cinco cosas que CASI SIEMPRE ayudan a crear:
1. La pasión
2. Los buenos vínculos
3. El conocimiento
4. Escuchar
5. Preguntar

Cinco cosas que SÓLO A VECES ayudan a la creatividad:
1. La presión
2. La competencia
3. El miedo
4. Los premios
5. La escasez de recursos

Asumiremos más riesgos. Cometeremos más errores. Seremos más falibles. Pero es preferible jugar para GANAR que jugar para NO PERDER.

"No estás necesitando más tiempo. Lo que estás necesitando es tomar una decisión", Seth Godin

Urgente e Importante = ENFOCAR.
Urgente y no importante = DELEGAR.
No urgente e importante = INCUBAR.
No urgente y no importante = ELIMINAR

Un arquero quiso cazar la luna.
Noche tras noche, sin descansar, lanzó sus flechas hacia el astro.
Los vecinos comenzaron a burlarse de él.
Inmutable, siguió lanzando sus flechas.
Nunca cazó la luna, pero se convirtió en el mejor arquero del mundo.

Via https://twitter.com/EduardoKastika

Lo hago porque puedo, puedo porque quiero y porque dijeron que no podía.

La gente más feliz, no es la que tiene lo mejor de todo, si no la que hace lo mejor con lo que tiene. (Anónimo)

miércoles, 2 de octubre de 2013

Las pocas chances que teníamos de ganar la Copa Davis, se esfumaron con el el retiro de David Nalbandian

Gracias por tanto Rey David. Es preocupante que no haya recambio, quizás la próxima generación de jugadores, nos ilusiones nuevamente. Pero es difícil.  

Sueño o Realidad?


Y llega el día en que soñas con ella, aquella mujer que hace tus madrugada mas llevaderas. Es tu agradable compañía de todas las noches. Lo que tanto me temía sucedió, después de tanto tiempo, ella se va transformando en obsesión. Aunque no sea nada malo. No se preocupen no tengo sexo ni en mis sueños.

El sueño no es gran cosa, es un sueño normal, pero participa ella que es lo importante. Estaba en casa mirando el partido de Boca por televisión, día hermoso de sol. Yo no había podido ir a la cancha por un problema de logística, no había trenes. La cuestión es que a los 15 minutos del segundo tiempo enfocan a la tribuna, una mujer agitando la bandera de Boca (hermosos colores de la azul y oro) de un lado para el otro. Enfocan mas de cerca a la muchacha y empieza a desnudarse,  el torso desnudo  al sol, eran dos admirables y redondas  maravillas que me dejaron hipnotizado. Cuando levanto la vista para ver la cara de la hermosa mujer, ella lo disfrutaba, su cara dejaba ver la felicidad de ese momento. No le importaba que sesenta mil personas la miraran, sumados los de la televisión. Y me decía para mis adentro, esa es “S”, mi amiga extranjera, que hace allí? Si, lo confirmo es ella, wow me digo. Como puede ser que no me haya dicho nada que venía, me decía para mis adentros. Por un momento se me cruzo por la cabeza que me quería sorprender, pensamiento bastante infantil por cierto. No sé qué me emocionó mas, si los pechos o que conocía a semejante belleza, me parece que fue el orgullo de que la conocía y de que estuviera tan cerca de donde me encontraba yo.

Y cuando pienso en: qué le voy a preguntar, como le saco este tema en la conversación de esta noche?, por qué no me dijo nada de que venía a argentina?, justo ahí me despierto, exaltado. Y ya no pude seguir durmiendo.

No es conveniente  contar   lo que uno sueña , me dijo alguna vez un profesor se psicología, es como desnudase en público, si saben interpretarlos. En este caso la única interpretación que hay es que necesito kilómetros y kilómetros de sexo, del real.

domingo, 29 de septiembre de 2013

miércoles, 25 de septiembre de 2013



Tema super gay

Canción a Roman




Quien lo iba a creer
el que en su barrio lo vio crecer
las maravillas que el iba a hacer
sin nada que esconder

Su sueño de ser el mejor
en la cancha por Boca su pasion
a la 12 enamorar
A Makelele llevarlo a pasear


Porque el, el es Roman


Es que el no hizo la mano de dios
El le hizo de dios a cada balon
Torero revolucionario del futbol 
La magia de tus pies a muchos callo

Recuerdo cuando a river un hermano le dio
palma palma palmeiras y que risa nos diooo
la copa libertadores es su obsesion
el siempre deja el alma y el corazon

Porque el, el es Roman

Cuantos son lo que hablan de el
pero yo te digo hey pensalo bien 
Si decis que es lento mejor pensalo otra vez
Yepes aun no sabe por donde paso esa vez

Por que él, el es ROMAN.

Martes. Salis de tu casa a la mañana, haces una cuadra y te das cuenta que te olvidaste los audiculares.

Por un momento pensás volver a casa a buscarlos y llegas tarde al trabajo. Después decís fue, y te arrepentís al rato, debería haber vuelto. Y ya vas pensando que tu día va a ser muy largo. En especial el viaje de ida y vuelta. así fue eterno. las 3 de la tarde hasta las 17 se hacen interminable.

martes, 24 de septiembre de 2013

Es mailisimo empezar un lunes sin credito en la SUBE, con -0.07 de credito.

En el Colectivo zafas por ese crédito que te da el gobierno, se complico cuando la quise pasar por el subte. Horrible, un mal comienzo de semana.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Con él, todo es posible; sin él, quedo expuesto a los peligros y
obstáculos naturales de tan difícil expedicion; con él, ni el calor, ni los torrentes, ni las
tempestades, ni el simún, ni los climas insalubres, ni los animales salvajes, ni los hombres
pueden inspirarme miedo alguno.  Si tengo demasiado calor, subo; si tengo frío, bajo; si
encuentro una montaña, la salvo; si un precipicio, lo paso; si un río, lo atravieso; si una
tempestad, la domino; si un torrente, lo cruzo como un pájaro. Avanzo sin cansarme, me
detengo sin necesidad de reposo. Planeo sobre ciudades desconocidas. Vuelo con la
rapidez del huracán, tan pronto por las regiones más elevadas de la atmósfera como a cien
pasos de tierra, ....

(Cinco semanas en Globo, Julio Verne)

domingo, 15 de septiembre de 2013

Reflexiones

“La teoría se desarrolla de la practica y la práctica de la teoría en un ciclo infinito de aprendizaje”
 
“La Organización resulta de dirigir la organización”

sábado, 31 de agosto de 2013

Reglas del futbol callejero

- El Gordo al arco.
- Si no hay gordo se arregla con un gol cada uno, pero termina atajando varios goles el más boludo.
- Si hay penal en contra sale el gordo del arco y va uno bueno.
- El partido termina cuando ...están todos cansados.
- No importa que un equipo vaya ganando 20 a 0, siempre ¨el que hace el gol gana¨.
- No hay árbitro.
- Si no hay sangre no es full.
- Nadie simula, el que se tira es puto.
- No hay posición adelantada.
- Los dos mejores no pueden jugar para el mismo equipo.
- El que tira a ¨fulminar¨la va a buscar.
- Si el gol es polémico se decide patear un penal.
- No hay travesaño, y este depende de la altura del arquero.
- Siempre hay uno al que la madre llama a comer.
- Hay que estar atento a los autos.
- Se juega por la coca que nadie paga.
- Está el que putea porque ¨todos suben y nadie baja¨.
- Hay debates porque el arco rival es más chico que el arco propio.
- Los arcos se arman con buzos.
- Está el arquero que sale gambeteando y termina siendo puteado.
- Al morfón no se la pasen.
- Si el dueño de la pelota se enoja se termina el partido.
- No vale gol de atrás de mitad de cancha.
- Al que la pisa y le pegan que se joda por pisarla.
- Los palos de luz, árboles, monumentos, paredones, etc, habilitan.
- No se suspende por lluvia.
- Si el que juega bien llega tarde sale el más boludo.
- Si el que juega mal llega tarde no entra porque ¨ya estamos todos¨.
- Los goles se gritan como en la final del mundo.


Autor
https://www.facebook.com/damian.camale

sábado, 17 de agosto de 2013

Creeper Lagoon - Under The Tracks



There is a place
It has a face
And he was walking out the door

His mother said
She was ashamed
Cause he had no place to go

He was afraid
And I was fine
He wanted a peace of mind

Three times turn
And you go
And you go
You are free
You are free
It's a long way home

What have we done
Was it wrong
Was it wrong
Was it me, can't you see
It's a long way home

There is a snake
He will awake
And he will get you off the floor

You'll start to shake
Your friends will sweat
You are high, you will forget

She is afraid
Cause you are dying
But you have got your peace of mind

Three times turn
And you go
And you go
You are free
You are free
It's a long way home

What have we done
Was it wrong
Was it wrong
Was it me, can't you see
It's a long way home

And I won't make your dreams come true
It's on you
Got to change your lonely ways
To make it through

You found a place in outerspace
And you don't hurt anymore
Your lovely hand has slipped away
And there is nothing left to say

And we were born
Of yellow sand
There is no plan
There is no end

Three times turn
And you go
And you go
You are free
You are free
It's a long way home

All night long
I was wrong
I was wrong
It was me, can't you see
It's a long way home

It took a million lives to see her smile
Don't touch, it's too much
To make it and she'll send you home
Afraid of love, afraid you might get hurt
Good luck, don't get stuck
Turn right before you can't go back

BRANCALEONE - Balada para un loco



Roooooooock, Gran version

sábado, 6 de julio de 2013

Every day is exactly the same

Creo que puedo ver el futuro .
Como repito la misma rutina .
Pienso que solía tener un objetivo,
Entonces otra vez, podría haber sido
sueño.
Pienso que solía tener una voz,
Ahora nunca hago un sonido.
Solamente hago lo que me dicen.
Realmente no quiero que ellos vengan
Ah, no.

Cada día es exactamente lo mismo,
Cada día es exactamente lo mismo,
No hay ningún amor aquí y no hay ningún dolor,
Cada día es exactamente lo mismo


Puedo sentir que sus ojos me miran,
En caso de perderme otra vez.
A veces pienso que soy feliz aquí.
A veces, sí, todavía finjo.
No puedo recordar como mepezó esto,
Pero puedo decirte exactamente como esto se terminará.

Cada día es exactamente lo mismo,
Cada día es exactamente lo mismo.
No hay ningún amor aquí y no hay ningún dolor.
Cada día es exactamente lo mismo.

domingo, 30 de junio de 2013

  • "Después de cortejar a todas las mujeres que se me cruzaron obtuve los siguientes resultados: el 30% ha decidido ignorarme, el resto, ha decidido imitarlas"
  • "La ignorancia es mucho más rápida que la inteligencia. La inteligencia se detiene a cada rato a examinar; la ignorancia pasa sobre los accidentes del terreno que son las nociones a gran velocidad, y jamás hay nada que le llame la atención. Así llega rápidamente a cualquier parte... especialmente a las conclusiones."

sábado, 22 de junio de 2013

10.6 Segundos - Hernan Casciari





Menos de once segundos antes, cuando el jugador argentino recibe el pase de un compañero, el reloj en México marca las trece horas, doce minutos y veinte segundos. En la escena central hay también dos británicos y un hombre algo mayor, de origen tunecino. El deporte al que juegan, el fútbol, no es muy popular en Túnez. Por eso el africano parece el único que no está en actitud de alarma atlética.
Se llama Alí Bin Nasser y, mientras los otros corren, él camina despacio. Tiene cuarenta y dos años y está avergonzado: sabe que nunca más será llamado a arbitrar un partido oficial entre naciones.
También sabe que si, doce años antes, cuando se lesionó en la liga tunecina, le hubieran dicho que estaría en un Mundial, no lo habría creído. Tampoco la tarde en que se convirtió en juez: en Túnez no es necesario, para acceder al puesto, más que tener el mismo número de piernas que de pulmones.
Cuando dirigió su primer partido descubrió que sería un árbitro correcto. Fue más que eso: logró ser el primer juez de fútbol al que reconocían por las calles de la ciudad. Lo convocaron para las eliminatorias africanas de 1984 y su juicio resultó tan eficaz que, un año más tarde, fue llamado a dirigir un Mundial.
En México le pedían autógrafos, se sacaban fotos con él y dormía en el hotel más lujoso. Había arbitrado con éxito el Polonia-Portugal de la primera fase, y vigilado la línea izquierda en un Dinamarca-España en donde los daneses jugaron todo el segundo tiempo al achique; él no se equivocó ni una sola vez al levantar el banderín.
Cuando los organizadores le informaron que dirigiría un choque de cuartos —nunca un juez tunecino había llegado tan lejos—, Alí llamó a su casa desde el hotel, con cobro revertido, se lo contó a su padre y los dos lloraron.
Esa noche durmió con sofocones y soñó dos veces con el ridículo. En el primer sueño se torcía el tobillo y tenía que ser sustituido por el cuarto árbitro; en el sueño, el cuarto árbitro era su madre. En el segundo sueño saltaba al campo un espontáneo, le bajaba los pantalones y él quedaba con los genitales al aire frente a las televisiones del mundo.
De cada sueño se despertó con palpitaciones. Pero no soñó nunca, durante la víspera, en dar por válido un gol hecho con la mano. No soñó con que, en la jerga callejera de Túnez, su apellido se convertiría en metáfora jocosa de la ceguera. Por eso ahora dirige el segundo tiempo de ese partido con ganas de que todo acabe pronto.
Ahora el jugador argentino toca el balón con su pie izquierdo y lo aleja medio metro de la sombra. El calor supera los treinta grados y esa sombra, con forma de araña, es la única en muchos metros a la redonda.
Alrededor del campo, acaloradas, ciento quince mil personas siguen los movimientos del jugador pero solo dos, los más cercanos a la escena, pueden impedir el avance.
Se llaman Peter: Raid uno, Beardsley el otro; nacieron en el norte de Inglaterra, uno en el cauce y el otro en la desembocadura del río Tyne; los dos tuvieron, pocos años antes, un hijo varón al que llamaron Peter; los dos se divorciaron de su primera mujer antes de viajar a México; y los dos están convencidos, a las trece horas, doce minutos y veintiún segundos, que será fácil quitarle el balón al jugador argentino porque lo ha recibido a contrarié y ellos son dos: uno por el frente y el otro por la espalda.
No saben que, una década después, Peter Raid hijo y Peter Beardsley hijo serán amigos, tendrán quince y dieciséis años y estarán bailando en una rave de Londres.
Un escocés de apellido O’Connor —que más tarde será guionista del cómico Sacha Baron Cohen— los reconocerá y, en medio de la danza, los esquivará con una finta y un regate. Lo hará una vez, dos veces, tres veces, imitando el pase de baile que ahora, diez años antes, le practica a sus padres el jugador argentino.
Raid hijo y Beardsley hijo no entenderán la broma, entonces otros participantes de la rave se sumarán a la burla de O’Connor y se formará un bucle de bailarines que, en forma de tren humano, esquivará a los muchachos en dos tiempos.
Peter Raid hijo será el primero en comprender la mofa, y se lo dirá a su amigo: «Es por el video de nuestros padres, el de México ochenta y seis».
Peter Beardsley hijo hará un gesto de humillación y los dos amigos escaparán de la fiesta perseguidos por decenas de muchachos que gritarán, a coro, el apellido del jugador que diez años antes, ahora mismo, se escapa de sus padres con un quiebre de cintura.
Muy pronto Raid padre y Beardsley padre dejarán de perseguir al jugador: será el trabajo de otros compañeros intentar detenerlo. Ellos ahora permanecen congelados en medio de una cinta que el tiempo convierte, a cámara lenta, de VHS a Youtube.
Ahora sus hijos tienen cinco y seis años y no recordarán haber visto en directo el primer regate del jugador, pero al comienzo de la adolescencia lo verán mil veces en video y dejarán de sentir respeto por sus padres.
Peter Raid y Peter Beardsley, inmóviles aún en el centro del campo, todavía no saben exactamente qué ha pasado en sus vidas para que todo se quiebre.
Raudo y con pasos cortos, el jugador argentino traslada la escena al terreno contrario. Solo ha tocado el balón tres veces en su propio campo: una para recibirlo y burlar al primer Peter, la segunda para pisarlo con suavidad y desacomodar al segundo Peter, y una tercera para alejar el balón hacia la línea divisoria.
Cuando la pelota cruza la línea de cal el jugador ha recorrido diez de los cincuenta y dos metros que recorrerá y ha dado once de los cuarenta y cuatro pasos que tendrá que dar.
A las las trece horas, doce minutos y veintitrés segundos del mediodía un rumor de asombro baja desde las gradas y las nalgas de los locutores de las radios se despegan de los asientos en las cabinas de transmisión: el hueco libre que acaba de encontrar el jugador por la banda derecha, después del regate doble y la zancada, hace que todo el mundo comprenda el peligro.
Todos menos Kenny Sansom, que aparece por detrás de los dos Peter y persigue al jugador con una parsimonia que parece de otro deporte. Sansom acompaña al jugador argentino sin desespero, como si llevara a un hijo pequeño a dar su primera vuelta en bicicleta.
«Parecía que estuvieras en un entrenamiento, joder», le dirá el entrenador Bobby Robson dos horas después, en los vestuarios. «Ese no eras tú», le dirá su medio hermano Allan un año más tarde, borrachos los dos, en un pub de Dublin.
Kenny Sansom rebobinará mil veces el video en el futuro. Verá su paso desganado, casi un trote, mientras el jugador se le escapa.
Comenzará, en noviembre de ese año, a tener problemas con el juego y el alcohol. En la prensa sensacionalista lo apodarán «White» Sansom, por su afición al vino blanco.
Su único amigo de las épocas doradas será Terry Butcher, quizá porque ambos compartirán el eje de un trauma idéntico.
Butcher es el que ahora, cuando los relatores de radio y los espectadores en las gradas todavía están poniéndose de pie, le tira una patada fallida al jugador que avanza por su banda. Sin saber que su apellido, en el idioma del rival, significa carnicero, Butcher perseguirá enloquecido al jugador y le tirará una segunda patada, esta vez con ánimo mortal, en el vértice del área pequeña.
Terry Butcher tampoco superará nunca el fantasma de esos diez segundos en el mediodía mexicano. «Al resto de mis compañeros los regateó una sola vez, pero a mí dos..., pequeño bastardo», le dirá a la prensa muchos años después, con los ojos vidriosos.
Kenny Sansom y Terry Butcher no regresarán a México jamás, ni siquiera a playas turísticas alejadas del Distrito Federal. En el futuro, sin hijos ni parejas estables, tendrán por afición (con casi sesenta años cada uno) juntarse a tomar whisky los jueves por la noche e inventar nuevos insultos contra el jugador argentino que ahora, sin marca, entra al área grande con el balón pegado a los pies.
Antes del inicio de la jugada, un hombre da un mal pase. Con ese error empieza la historia. Podría haber jugado hacia atrás o a su derecha, pero decide entregar el balón al jugador menos libre.
Ese hombre se llama Héctor Enrique y se queda inmóvil después del pase, con las manos en la cintura. Después de ese partido nunca podrá separarse del jugador, como si el hilo invisible del pase vertical se transformara, con el tiempo, en un campo magnético.
Enrique todavía no lo sabe, pero volverá a participar de un Mundial de fútbol, veinticuatro años después y en tierra sudafricana. Será parte del cuerpo técnico de un entrenador que, más gordo y más viejo, tendrá el mismo rostro del hombre joven que ahora corre en zigzag. Y acabará su carrera todavía más lejos, en los Emiratos Árabes, de nuevo a la derecha del jugador al que, hace dos segundos, le ha dado un pase a contrarié.
Durante muchas noches del futuro, en un país extraño donde las mujeres tienen que ir en el asiento trasero de los coches, Enrique pensará qué habría ocurrido si, en lugar de esa mala entrega, le hubiera cedido el balón a Jorge Burruchaga, su segunda opción.
Burruchaga es el que ahora corre en paralelo al jugador, por el centro del campo. Son las trece horas, doce minutos y veinticuatro segundos: está convencido de que el jugador le dará el pase antes de entrar al área, que únicamente le está quitando las marcas para dejarlo solo frente a los tres palos.
Burruchaga corre y mira al jugador; con el gesto corporal le dice «estoy libre por el medio» y mientras espera el pase en vano no sabe que un día, algunos años después, aceptará un soborno en la liga francesa y será castigado por la Federación Internacional. Otra entrega a destiempo. Pero él, congelado en el presente, todavía corre y espera la cesión que no llega nunca.
Días más tarde hará el gol decisivo de la final, pero el mundo solo tendrá ojos y memoria para otro gol. Año tras año, homenaje tras homenaje, el suyo no será el más admirado.
Una noche Burruchaga llamará por teléfono a Arabia Saudita para conversar con su amigo Héctor Enrique, y lamentará, un poco en broma, un poco en serio, aquel gol ajeno que opacó el decisivo de la final. Entonces Enrique verá por la ventana una tormenta de arena y, sin pretenderlo, lo hará sonreír. «No fue para tanto aquel gol», le dirá, «el pase se lo di yo, si no lo hacía era para matarlo».

Dentro del campo de juego el viento sopla a doce kilómetros por hora. Si hubiera soplado a sesenta kilómetros por hora, como ocurrió en la Ciudad de México seis días más tarde, quizás la jugada no hubiera acabado bien.
El avance parece veloz por ilusión óptica, pero el jugador regula el ritmo, frena y engaña. Hay una geometría secreta en la precisión de ese zigzag, un rigor que se hubiera roto con un cambio en el viento o con el reflejo de un reloj pulsera desde las gradas.
Terry Fenwick piensa en las variables del azar mientras se ducha cabizbajo tras la derrota. Sobre todo en una, la menos descabellada.
Antes del partido, Fenwick le aconsejó a su entrenador Bobby Robson que lo mejor sería hacerle, al jugador rival, un marcaje hombre a hombre. Bobby respondió que la marca sería zonal, como en los anteriores partidos.
¿Qué habría ocurrido si Robson le hacía caso?, se preguntará Terry Fenwick desnudo, en la soledad del vestuario, con el agua reventándole las sienes.
En este momento, a las trece horas, doce minutos y veintiséis segundos del mediodía, es él quien ve llegar al jugador con el balón dominado; es él quien cree que dará un pase al centro del área. Fenwick piensa igual que Burruchaga, apoya todo el cuerpo en su pierna derecha para evitar el pase y deja sin candado el flanco izquierdo. El jugador, con un pequeño salto, entra entonces por el hueco libre, pisa el área y encuentra los tres palos.
«Mierda», le dirá a la prensa Terry Fenwick en 1989, «arruinó mi carrera en cuatro segundos». Dos años después del exabrupto, en 1991, Fenwick pasará cuatro meses en prisión por conducir borracho. Dirá, a mediados de la década siguiente, que no le daría la mano al jugador argentino si lo volviera a ver.
En esas mismas fechas una de sus hijas cumplirá dieciocho años. Durante la fiesta, Terry Fenwick la encontrará besándose con un argentino en una playa de Trinidad. Reconocerá la identidad del muchacho por una camiseta celeste y blanca con el número diez en la espalda. Fenwick aún no lo sabe, pero en su vejez dirigirá un ignoto equipo llamado «San Juan Jabloteh» en Trinidad y Tobago, un país que nunca jugó un Mundial, pero que tiene playas.
Fenwick se emborrachará cada día en la arena de esas playas. La tarde del encuentro de su hija con el argentino querrá acercarse al chico para golpearlo. El argentino hará el gesto salir para la izquierda y escapará por la derecha. Fenwick, de nuevo, se comerá el amague.
Ocho pasos, de cuarenta y cuatro totales, dará el jugador dentro del área, y le bastarán para entender que el panorama no es favorable.
Hay un rival soplándole la nuca a su derecha, Terry Butcher; otro a su izquierda, Glenn Hoddle, le impide la cesión a Burruchaga; Fenwick se ha repuesto del amague y ahora cubre el posible pase atrás y, por delante, el portero Peter Shilton le cierra el primer palo.
El norte, el sur y el este están vedados para cualquier maniobra. Son las trece horas, doce minutos y veintisiete segundos del mediodía. Tres horas más en Buenos Aires. Seis horas más en Londres.
En cualquier ciudad del mundo, a cualquier hora del día o de la noche, intentar el disparo a puerta en medio de ese revoltijo de piernas es imposible, y el que mejor lo sabe es Jorge Valdano, que llega solo, muy solo, por la izquierda.
Nadie se percata de la existencia de Valdano, ni ahora en el área grande ni durante la escuela primaria, en el pueblo santafecino de Las Parejas.
Jorge Valdano se sentaba a leer novelas de Emilio Salgari mientras sus compañeros jugaban al fútbol en los recreos, arremolinados detrás de la pelota. El fútbol le parecía un juego básico a los nueve años, pero a los once ocurrió algo: entendió las reglas y supo, sin sorpresa, que los demás chicos no lo practicaban con inteligencia.
Empezó a jugar con ellos y, mientras el resto perseguía el balón sin estrategia, él se movía por los laterales buscando la geometría del deporte.
Y fue bueno. Integró dos clubes del pueblo y pronto lo llamaron de Rosario para las inferiores de Newell’s; debutó en primera antes de los dieciocho. A los veinte era campeón mundial juvenil en Toulon. A los veintidós ya había jugado en la selección absoluta.
Pero en esos años de vértigo nunca amó el juego por encima de todo. Si le daban a elegir entre un partido entre amigos o una buena novela, siempre elegía el libro.
Hasta ese momento de sus treinta años, Valdano no estaba seguro de haber elegido su verdadera vocación. Por eso ahora, que espera el pase, siente por fin que ese puede ser su destino, que quizá ha venido al mundo a tocar ese balón y colgarlo en la red.
Sabe que la única opción del jugador es el pase a la izquierda. No le queda otra salida. Mientras pisa el área piensa: «Si no me la da, largo todo y me hago escritor”.
Pero el jugador entra al área sin mirarlo. Tampoco Butcher, ni Fenwick, ni Hoddle, ni Shilton se enteran de su presencia. Ni siquiera el camarógrafo, que sigue la jugada en plano corto, lo distingue a tiempo.
En el video, Valdano es un fantasma que asoma el cuerpo completo recién cuando el balón está en el vértice del área pequeña. Jorge Valdano todavía no lo sabe, pero al final de ese torneo comenzará a escribir cuentos cortos.
No hay enemigo mayor para un atacante que el portero. El resto de los rivales puede usar la zancadilla rastrera o las rodillas para el golpe en el muslo. No importa, son armas lícitas en un deporte de hombres y el agredido puede devolver la acción en la siguiente jugada.
Pero el portero, el guardavallas, el goalkeeper, el arquero (como el de Lucifer, sus nombres son infinitos) puede tocar el balón con las manos.
El portero es una anomalía, una excepción capaz de deshacer con las manos las mejores acrobacias que otros hombres hacen con los pies. Y hasta ese día ningún futbolista de campo había logrado devolver esa afrenta en un Mundial.
Por eso ahora, cuando el jugador pisa el área y mira a los ojos al portero Peter Shilton (camisa gris, guantes blancos), entiende el odio en la mirada del inglés.
Media hora antes el argentino había vengado a todos los atacantes de la historia del fútbol: había convertido un gol con la mano. La palma del atacante había llegado antes que el puño del guardameta. En el reglamento del fútbol esa acción está vedada, pero en las reglas de otro juego, más inhumano que el fútbol, se había hecho justicia.
Por eso en este momento culminante de la historia, a las trece horas, doce minutos y veintinueve segundos, Peter Shilton sabe que puede vengar la venganza. Sabe muy bien que está en sus manos desbaratar el mejor gol de todos los tiempos. Necesita hacerlo, además, para volver a su país como un héroe.
Shilton había nacido en Leicester, treinta y seis años antes de aquel mediodía mexicano. Ya era una leyenda viva, no le hacía falta llegar a su primer y tardío Mundial para demostrarlo.
Aún no lo sabe, pero jugará como profesional hasta los cuarenta y ocho años. Protagonizará en el futuro muchas paradas inolvidables que, sumadas a las del pasado, lo convertirán en el mejor goalkeeper inglés.
Sin embargo (y esto tampoco lo sabe) en el futuro existirá una enciclopedia, más famosa que la Britannica, que dirá sobre él:
«Shilton, Peter: guardameta ingles que recibió, el mismo día, los goles conocidos como ‘la mano de Dios’ y el ‘del Siglo’».
Ese será su karma y es mejor que no lo sepa, porque todavía sigue mirando a los ojos al jugador argentino que se acerca, y tapa su palo izquierdo como le enseñaron sus maestros.
Cree que Terry Butcher puede llegar a tiempo con la patada final. «Quizá sea córner», piensa. «Quizá pueda sacar el balón con la yema de los dedos».
Tampoco sabe que dos años más tarde se publicará en Gran Bretaña un videojuego con su nombre, titulado «Peter Shilton’s Handball», ni que sus hijos lo jugarán, a escondidas, en las vacaciones de 1992.
Mejor que no conozca el futuro ahora, porque debe decidir, ya mismo, cuál será el siguiente movimiento del jugador. Y lo decide: Shilton se juega a la izquierda, se tira al suelo y espera el zurdazo cruzado. El argentino, que sí conoce el futuro, elige seguir por la derecha.
Antes de tocar por última vez el balón con su pie izquierdo, a las trece horas, doce minutos y treinta segundos del mediodía mexicano, el jugador argentino ve que ha dejado atrás a Peter Shilton; ve que Jorge Valdano arrastra la marca de Terry Fenwick; ve que Peter Raid, Peter Beardsley y Glenn Hoddle han quedado en el camino; ve a Terry Butcher que se arroja a sus pies con los botines de punta; ve a Jorge Burruchaga que frena su carrera con resignación; ve a Héctor Enrique, todavía clavado en la mitad del campo, que cierra el puño de la mano derecha; ve a su entrenador que salta del banquillo como expulsado por un resorte y al otro entrenador, el rival, que baja la mirada para no ver el final del avance; ve a un hombre pelirrojo con una pipa humeante en la primera bandeja de las gradas; ve la línea de cal de la portería contraria y recuerda el rostro del empleado que, durante el entretiempo, la repasó con un rodillo; ve nítidamente a su hermano el Turco que, con siete años, le echa en cara un error que cometió en Wembley en un jugada parecida, ve los labios sucios de dulce de leche de su hermano cuando dice:
«La próxima vez no le pegues cruzado, boludito, mejor amagále al arquero y seguí por la derecha».
Ve el rostro de su hermano con la luz de la cocina donde ocurrió la escena, ve la picardía con que lo miraba; ve, detrás del arco, un cartel que dice Seiko en letras blancas sobre fondo rojo; ve las uñas pintadas de verde de su primera novia, el día que la conoció, y ve a esa misma chica, ya mujer, amamantando a una niña; ve una pelota desinflada y se ve a él mismo, con nueve años, que intenta dominarla; ve a su madre y a su padre que arrastran, con esfuerzo, un enorme bidón de kerosén por una calle de tierra en la que ha llovido; ve una taquilla, en un vestuario de La Paternal, que lleva su nombre y su apellido en letras flamantes, ve su orgullo adolescente al leer por primera vez su nombre y su apellido en la taquilla; ve un estadio, sus tablones de madera, y ve también que un día el estadio entero, y no solo la taquilla, llevará su nombre.
El jugador argentino ha controlado el aire de sus pulmones durante nueve segundos, y ahora está a punto de soltar todo el aire de un soplido.
Al revés que todos los rivales y compañeros que ha dejado atrás, él puede respirar con su pierna izquierda, y también puede intuir el futuro mientras avanza con el balón en los pies.
Ve, antes de tiempo, que Shilton se arrojará a la derecha; ve la intención segadora de Terry Butcher a sus espaldas, se ve a él mismo, muchos años más tarde, con un nieto en los brazos, visitando la entrada del Estadio Azteca donde se levanta una estatua de bronce sin nombre: solo un jugador joven con el pecho inflado, un balón en los pies y una fecha grabada en la base: 22 de junio de 1986; ve una rave en Londres donde dos chicos de quince años escapan de una multitud que se burla; ve un departamento en penumbras donde solo hay una mesa, dos amigos y un espejo sobre la mesa; ve a una muchacha en una playa del trópico que se deja besar por un chico que lleva puesta una camiseta argentina; ve un enjambre de periodistas y fotógrafos a la salida de todos los aeropuertos, de todas las terminales, de todos los estadios y de todos los centros comerciales del mundo; ve a un niño embobado con un videojuego en la ciudad de Leicester, mientras su hermano vigila por la ventana que no aparezca el padre; ve el cadáver de un hombre viejo que ha muerto en Ginebra ocho días antes de ese mediodía, un hombre que también ha visto todas las cosas del mundo en un único instante.
Ve Fiorito de día; ve Nápoles de tarde; ve Barcelona de noche.
Ve el estadio de Boca a reventar y él está en el medio del campo pero no lleva un balón en los pies, sino un micrófono en la mano; ve a un anciano en el aeropuerto de Cartago, que espera a su hijo en el último vuelo desde México, para abrazarlo y consolarlo; ve un tobillo inflamado; ve a una enfermera de la Cruz Roja, regordeta y sonriente; ve todos los goles que ha hecho y los que hará; ve todos los goles que ha gritado y los que gritará en su vida entera; se ve, con cincuenta y tres años, mirando desde el palco la final del mundo en el estadio Maracaná; ve el día que verá a su madre por última vez; ve la noche en que verá por última vez a su padre; ve crecer a todos los hijos de sus hijos; ve los dolores de parto de una mujer que está a punto de parir un niño zurdo en Rosario, un año y dos días más tarde de ese mediodía mexicano; ve un espacio mínimo, imposible, entre el poste derecho y el botín de Terry Butcher.
Cierra los ojos. Se deja caer hacia adelante, con el cuerpo inclinado, y se hace silencio en todo el mundo.
El jugador sabe que ha dado cuarenta y cuatro pasos y doce toques, todos con la zurda. Sabe que la jugada durará diez segundos y seis décimas. Entonces piensa que ya es hora de explicarle a todos quién es él, quién ha sido y quién será hasta el final de los tiempos.

 Hernan Casciari

 http://editorialorsai.com/blog/post/10_6_segundos

Train your body to never give up.

Entrena a tu cuerpo para que nunca renuncie.

Before you give up, think of the reason why you held on so long.

Antes que renuncies, piensa en la razon que te llevo llegar tan lejos.

Without pain there is no progress.

Sin dolor no hay progreso.

Mistakes are proof that you're trying.

martes, 28 de mayo de 2013

Somos de la Gloriosa Numero Doce....



Somos de la Gloriosa Numero 12
la que lo sigue a Boca y no pide nada
aunque vayas perdiendo sigue alentando
porque a pesar de todo te sigue amando

sábado, 25 de mayo de 2013

Hacemos la fiesta en cada tribuna



YO PARO EN LA 12, LA HINCHADA MAS LOCA
QUE VA A TODAS PARTES SIGUIENDOLO A BOCA
QUE TENEMO AGUANTE YA NO QUEDAN DUDAS
HACEMOS LA FIESTA EN CADA TRIBUNA
Y A MI NO ME IMPORTA QUE VAYAS PRIMERO
YO LO SIGO A BOCA PORQUE YO LO QUIERO
NO SOMOS AMARGOS COMO LAS GALLINAS
POR ESTOS COLORES YO DEJO LA VIDA
BOCA JUNIORS YO TE QUIERO
TE PIDO QUE PONGAS HUEVOS
ESTA PASIÓN, SE LLEVA EN EL CORAZÓN !

domingo, 19 de mayo de 2013

"Flyight of the Buffalo"

El autor plantea en su libro el liderazgo de los Búfalos que es totalmente verticalista y por la fuerza. Belasco explica que una manada entera puede morir cayendo en un abismo por seguir a su líder ciegamente. Un estilo totalmente opuesto al liderazgo y funcionamiento de equipo del tipo de los gansos.
Belasco plantea qué opciones tenemos de crecer y pasar de ser torpes y verticalistas lideres Búfalo a ser Búfalos que vuelan. Conservando la potencia y energía de los primeros para combinarla con la flexibilidad, solidaridad y versatilidad de los segundos.

Clara diferencia de los vuelos en V de las aves. Que van rotando a medida que el lider se cansa y para descansar se pone al fina de la fila, donde la resitencia es menor.

viernes, 17 de mayo de 2013

Good things come to those who wait. But better things come to those who work for it.

Las buenas cosas vienen a las personas que esperan, pero lo mejor es cuando trabajas por conseguirlo.

Sometimes you have to go through the worst, in order to get to the best.

A veces tenes que pasar por lo peor, con el fin de llegar a lo mejor.

Sometimes the wrong choices bring us to the right places.

A veces una mala eleccion te lleva al lugar correcto.

Hope for the best, expect the worst, and take whatever comes...

Ilusionate con lo mejor, espera lo peor, y toma lo que venga...

He said I couldn't. She said I wouldn't. They said I cant. Keep doubting me, And I'll keep showing you.

El dice que yo no puedo.
Ella dice que yo no puedo.
Ellos dicen que no puedo.

Eso me hace dudar.
Y yo voy a demostrarles que puedo.

domingo, 12 de mayo de 2013

Los banco con todo

Solo te pido actitud. Eso es mucho pedir? Estamos mal, lo sé, pero esta situacion es insoportable, de verdad insoportable. Bianchi es intocable, somos Boca, sabemos bancar a leyendas vivientes. A personalidades que le dieron mucho a la institucion. Los que supimos ver a Boca realmente mal años 90, hasta que obvio llegó el virrey. No me olvido del Maestro Oscar Washington esos 2 años fueron muy buenos, lo que vino despues no tanto.
No jugamos a nada, pero sin huevos todo es mas dificil. no aguanto mas que no gane Boca, no se soporta. dirán : son pibes, no me alcanza. Ver perder a Boca domingo tras domingo no se banca. Todas las rachas en algun momento se terminam y toda la mala suerte que tenemos ahora, se reirvete y va a salir todo bien. Sepan que duele molesta, no se tolera.

sábado, 11 de mayo de 2013

Me quiero ir...


River tell me how it fell...

River tell me how it feels,
To have played in the second division,
I Swear that even as the years pass, we're never going to forget it...
You were in the B, you bourned the Monumental, the stain will never be lifted...
Hey hen you are fearful, you hit a player,
That the plank cowardly drunks... ♪



miércoles, 8 de mayo de 2013

sábado, 4 de mayo de 2013

Never give up. Great things take time.

Nunca decaigas. Las buenas cosas llevan tiempo.

Riber decime que se siente...




LETRA: "River decime que se siente, haber jugado en Nacional, te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar, que te fuiste a la B, quemaste el Monumental, esa mancha no se borra nunca más, che gallina sos cagón, le pegaste a un jugador, que cobardes los Borrachos del Tablón".

RITMO: Bad Moon Rising - Creedence Clearwater Revival

Carp:
C:Compra
A:Arbitros
R:Roba
P:Partidos


El Rock de las Canciones de Cancha - Santiago Manrique


“…Se va a jugar el pibe. Tira con derecha y con izquierda. En el cuerpo a cuerpo. Esto es increíble. Lo tiró Chávez a Martínez. Era todo de Maravilla. Lo va a buscar Chávez, final tremendo. Era todo de Maravilla que se va a prender. No se tiene que prender. Salí de ahí Maravilla. Lo va a buscar Chávez. Lo tiene que abrazar Martínez a Chávez. Segundos finales. Dramático. No te jugués Sergio. Abrazalo, trabalo. Va Chávez a buscarlo. Se juega la última ficha. Están muy cansados los dos. Qué pelea y qué final. Están cansados los dos. Izquierda de Martínez, derecha de Chávez. Que final tenemos. Diez segundos finales. Va a sonar la campana…”.
Relato de Walter Nelson, último round.
Maravilla Martínez vs. Julio César Chávez Jr

“Desarrollar Resiliencia"

Una habilidad para amortiguar los shocks inmediatos y para adaptarse a condiciones de largo plazo que cambian constantemente. Adaptarse al entorno dinamico.

Crazy Cars




viernes, 3 de mayo de 2013

Pain is temporary. It may last a minute, an hour, a day, or a year, but eventually it will subside. lf you quit, however, it lasts forever..

El dolor es temporal, quizá dure un minuto, una hora, un año, pero eventualmente desaparecerá. Si abandonas, es para siempre.

Every time you sleep in; every time you miss a workout; everytime you don't give 100%, you make yourself that much easier to beat...

Cada ves que te dormis; cada ves que no entrenás; cada ves que no das el 100%, te volvés mas fácil para que venzan...

Work so hard that they can't ignore you.

Trabaja tan duro,como  para que los demas no puedan ignorarte.

WHEN YOU WANT TO SUCCEED AS BAD AS YOU WANT TO BREATHE, THEN YOU'LL BE SUCCESSFUL.

Cuando quieres tener exito, tanto como respirar, el exito llegará.

I may not be there yet, but I am closer than I was yesterday.

Quiza no esté allí todavía, pero estoy mas cerca que ayer.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Fin de la Era Barcelona


Hoy fue el fin de la hegemonía del Impero del Barcelona. Asi como Napoleon tuvo su Baterloo, el Impero Romano alguna vez cayó. No entiendo a los que se vanglorean de esta situacion, porque cuando ganba y nos delitaba con jugadas maravillasas, las aplaudian, hoy es facil hablar mal de este equipo. Es el fin de la Era Barcelona, deberá haber un marcado recambio de jugadores, pero ya será otro Barcelona, no será el mismo. Estos son resabios de lo que dejó Pepe Guardiola. Vendrá otro entrenador , que ordenará las cosas nuevamente, elegirá las mejores fichas para jugar.
Lo de hoy fue lapidario, contra un inspiradismo Bayer, que desde junio será justamente el entrenador de ese equipo.
Se notó que cuando lo atancen y no tien la pelota sufre. Y perdón por esto, pero no tiene arquero, hoy esto es mas notorio. Son todos jugadores ofensivos, que atacan costantemente, cuando no la recuepra , no tien la pelota, no se defiende bien y sin arquero esto complica todo.
No creo que la serie hubiese cambiado estando Messi al 100%.
El mejor Barcelona ya lo vimos y no será mejor. Será un equipo terrenal, donde puede ganar perder y empatar con cualquiera. Agradecido por ser contempráneo a uno de las mejores equipos de la historia del fútbol.

sábado, 13 de abril de 2013

Fútbol De Primera



Como estraño esta época.

Pablo Fabregas - Stand Up


Depende de que....


I Love Female Soccer


Himno de Velez - Adrian Otero


Come Di - Polo Conte

">

Clase de Pelotudos


Clases Bolicheras


Boca es un sentimiento...

">

Boca juniors - Pablo Bachero - Pablo Palizzia

">

Tango de Boca

Aparte de ti tu boca - Ruben Rada


Algún lugar encontraré....


Estoy cansado de buscar, algún lugar encontraré
Estoy malherido, estuve sin saber que hacer
En algún lugar.... Te espero...
Estoy cansado de esperar, pero igual no tengo adonde ir
Ayer la tormenta, casi me rompe el corazón
Pero igual... Te quiero...
En algún lugar...
El tiempo y la distancia ya no existen para mi
Lo dejé todo, aunque todo lo recuerdo muy bien
Y a fuerza de partir, voy a saber lo que es volver
Y volver, uh! Volver
Un ángel me vino a buscar, pero igual no lo voy a seguir
Me dice la gente que deje de pensar así
Pero igual...Te espero...
En algún lugar...Te espero
Perdi la nocion del tiempo y el lugar
No sé ni donde tengo la nariz
Será que las cosas, no vuelven al mismo lugar
Pero igual...Te espero
En algún lugar...Te espero