Las oportunidades llegan a veces. Y cuando llegan, hay que aprovecharlas. Hoy
están y mañana no. Será por eso que las personas nos desesperamos cuando las
vemos despuntar, cerca de nosotros. Porque florecen y se van. No es que
desaparezcan de la faz de la tierra. No. Pero se van a la vida de otros. A
ofrecerse y a esperar. A ver si las toman o las dejan.
Algunos sostienen
que las oportunidades están al alcance de los que merecen tenerlas. Otros dicen
que no. Que se trata del azar. Yo no tengo una respuesta. No sé si las
oportunidades llegan porque las merecemos o porque, simplemente, alguna vez en
la rifa toca que salga el número que tenemos hecho un bollo, en el puño cerrado.
En el fondo, y si me apuran, me siento más cerca de estos últimos. De los que
suponen que el destino, o el azar (que es el destino pero convertido en caos),
es el que nos arroja los sucesos por la cabeza, los buenos y los malos, los
dolorosos y los deseados.
Frangmento del Cuento "Los sueños que te Tocan" Sacheri
El hombre racional se adapta al mundo que le rodea; el hombre irracional se obstina en intentar que sea el mundo quien se adapte a él. Por tanto, todo progreso se debe al hombre irracional. (George Bernard Shaw)
jueves, 23 de abril de 2015
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Si sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que aguantar los golpes. Es tu derecho escuchar a tu destino, nadie tien...
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