miércoles, 3 de junio de 2015

Aplicaciones



Quien diría que esas nuevas aplicaciones servirían para conocer a alguien especial, lo sorprendentes es que las aplicaciones logren que las personas se encuentren, como puentes que acercan a las perronas que tal vez de otra manera no se conocerían. Esto lo escribo pero no lo creo, suena bonito para el que lo lee, eso del puente suena bastante cursi, porque el destino es uno y si estamos destinados a conocer a tal persona, de alguna u otra manera, el encuentro se va a dar. Funcionan aparentemente. Así fue  como permitió acercarme a ella. Y es lo que pasa ahora, excusas para generar vínculo con esas famosas aplicaciones. 

Comenzó en medio de esos días en que uno no sabe qué ocuparlos, un simple “me gusta”,  en esa aplicación que le permite poner me gusta a la foto que ves. Ese es el primer paso. Es complicada la siguiente movida , si ella dio me gusta y vos también, se puede empezar a hablar. Quién habla primero? El hombre, obvio.  Y hablás: en esos qué haces, a qué te dedicas, le comentas que vas a correr una maratón, eso suma, atrae. Al parecer cae bien y esta bien visto, genera algo, parece como que sos una persona que te cuidas. Y sí soy de salir a correr, no le mentí. Pero parece que uno le está mintiendo cuando dice este tipo de cosas, la verdad está muy subvaluada. Las mentiras son  mas fáciles de creer. Como que las personas descreen de las verdades si no hay confianza. Todo se soluciona presentando pruebas o bien dejando que el tiempo sea testigo de lo que uno dice. De verdad debemos presentar pruebas si uno dice la verdad, me pregunto?

Cuando fuimos hablando, me pregunto de donde era y le comenté que iba a estar cerca, que la maratón pasaba cerca de su casa. Tome confianza y le dije que si quería podía venir a verme, de caradura nomas. La distancia era corta y no genera gran esfuerzo físico. Le pregunté que  si quería después íbamos a desayunar a algún lugar cercano. Algo rarísimo en mi , dada mi timidez inhibidora de tantos años. Es que cada dia que pasa uno ve que el tiempo va pasando y sólo va quedando. En el sentido que no tiene alguien del sexo opuesto que lo complete. Gente que me quiere, tengo familia, tengo amigos, tengo  conocidos. Pero cada vez siente mas la ausencia del complemento que me llene el alma de felicidad. Esa otra parte que falta, y no quiero caer en la vulgaridad de  decir media naranja, no sé como llamarla o como se llama eso.

Y el domingo llegó , a la mañanita, momento extraño, el dia empieza los pajaros cantando, no hay nadie por la calle muy poca gente, la ciudad está bastanete quieta, en comparación a cualquier otro dia de la semana. Escribiendo esto me doy cuenta de que quizás  no era momento un domingo a la mañana para hacer un cita. Yo acababa de correr 10K en menos de una hora, objetivo que buscaba hace tiempo, debe aclarar. Y allí estaba ella, quizás se defraudo al verme. Yo estaba exhausto por la carrera. Ahí fue cuando nos conocimos físicamente y no virtualmente como venia siendo.  No sé como describir ese momento en que se pasa de lo virtual a lo real, quizás sea eso de lo virtual a lo real, simple.

Ella, con  esos ojo verdes angelicales, siempre creo que las personas que tienen ojos claros, tienen el alma mas pura. Es una estupidez probablemente, pero me genera esa sensación. Ella sonreía y yo todo transpirado, no sabia si darle un beso o la mano, como se saludan los profesionales o colegas de trabajo. Finalmente fue beso tímido en la mejilla.

Fuimos a la cadena de cafés estadounidense que estaba cerca. Ahí hablamos por una hora y media aproximadamente, bastante, se pasa volando el tiempo en ciertos momentos. Uno se deja llevar por el tiempo y no quisiera dejar que termine. Porque sabe que si termina se rompe la magia y retomar llevar a ese momento es muy difícil de que ese clima vuelva a repetirse.

Reímos, sonrió, pasamos un buen rato compartiendo ese momento. Hablamos de la familia, amigos, deportes, de la carrera, hobbies, de los pros y contras de irse a vivir solo y temas de actualidad.  Nos miramos y nos despedimos  ambos sabíamos que aquella seria la primera y última vez que nos veríamos. Quizás la vida nos cruce en otro lado, en otro momento, en otra circunstancia. Y cada uno siguió su camino.



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