A ver, voy a contar algo sucedido ayer: salí a correr con 34 grados de calor, a las 17 hs. sin hidratación, pero con plata con comprar algún refrigerio en el camino. antes compraba en cualquier lugar para hidratarme, ahora con el tema a los contagios, intento comprar en lugares conocidos lo menos posible. para evitar contacto. Pero ayer, hacia 2 metros y no podía más, estaba agotado. Kilómetro 7 me tiré un rato largo en el pasto a reponer energías. con la disyuntiva de comprar o no algo. 7k y no tenía saliva y cuando no tenés saliva es claro que estas rehidratado. me ha pasado muchas veces.
Y no digo que lo que hice está bien, para nada, me salió bien, nomás esta vez. Compré a la vuelta, obvio, una botellita de agua isotónica, pero de 500ml, pero era como querer tapar el sol con las manos. Hizo demasiado calor, y corría y caminaba. intento llevar el cuerpo al límite siempre, sin excederme. Siempre siento que en estas condiciones adversas es cuando a la larga te terminan mejorando. En un momento tenía la boca tan pastosa que escupí porque no podía más, y lo blanco estaba esa saliva era increíble, nunca me había sucedido. Uno no es estúpido tampoco ni va a hacer locuras, mas con el cuerpo, que uno conoce y sabe que se tiene que cuidar. Sé tambien, que no debo escupir en esta situación de pandemia, y no lo hago, pero esta vez, era tal la boca tan empastada que tenía la necesidad de sacarlo. Y después algo mejoró la sensación.
Esa bebida fue el oasis en el desierto de lo fría que estaba. El líquido pasó por el cuerpo en llamas y sediento. Como si se evaporara al solo contacto como mi cuerpo.
Estoy corriendo por lugares nuevos, y andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior. ojalá esto pronto suceda así podrá descansar mi pena hasta la próxima vez.
Al otro dia consciente de los que me había pasado, salí con chaleco de hidratación. Ya no me vuelve a pasar. Aunque parezca robocop y me dificulte moverme y algunas personas me miren raro y algunos chicos me miren como superhéroe. Pero en estos dias de pandemia, donde comprar es inseguro, porque compro y limpio todo, uno no ve donde puede estar ese bicho y los calores del verano se hacen sentir, es mejor llevarse agua en el chaleco. De alguna u otra manera te acostumbras y tenés peso, asi que mejoras un poco la fuerza. Cosa que también me pasa con la bici donde en la mochila llevo mate, con termo y el agua en botellita y ahí tenés peso también.
Sensación rara de no poder mejorar, de querer hacer cosas, pero bajonearme, sinceramente termino agotado, el verano en el cemento es duro, hace mucho no pasaba mucho tiempo en Bs As, y muchos menos en una pandemia, es agotador.
Estoy explorando nuevos caminos y sensaciones nuevas, en estos momentos de nuevos paradigmas. Todo es nuevo ahora, así que para adelante siempre. Y cuando algo es nuevo siempre va despacio, pero dando pasos firmes.
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