Este 30 de julio se celebró el Día Mundial del Cheesecake, un dulce postre cuyo origen se remonta a la antigua Grecia.
Según los historiadores, una de las primeras veces que se elaboró fue durante los primeros juegos olímpicos de la historia, en el año 776 a.C. con el objetivo de ofrecer a los atletas un alimento que les diera suficiente energía.
Existen diversas maneras de hacer un cheesecake, ya sea horneado o refrigerado; y varios tipos de queso que se pueden utilizar, como queso crema, ricotta, manchego y hasta cottage.
Su textura cremosa, crujiente galleta y dulce sabor lo ha convertido en una de las más exquisitas tentaciones de los amantes de los postres.
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