Es la media maratón de la provincia de Bueno Aires 2019, distancia larga si las hay. En otro momento 21 k lo hubiese hecho al trotecito, casi que sin despeinarme. Justo en la carrera que el año pasado había tenido una de mis peores performances personales en media maratón.
Por qué fue especial esta media maratón para mi? Porque eran los primero 21K que corría después de haberme fracturado el brazo en febrero. Que operación mediante, yeso, placa y unas cuentas sesiones de kinesiología estaba corriendo esa distancia nuevamente. La cicatriz la llevaré como medalla, me lo tomo con humor pero quizás tenga un capitulo aparte en #anecdotarunner.
Llegué muy con lo justo para esa carrera, poco entrenamiento, Repartiendome el dia entre el trabajo, las sesiones de kineiso, Cómo lo hice entonces prepararme? Entrenando un poco después de las sesiones de kinesio y fondo largo los fines de semana.
Sabía de antemano que no estaba para una carrera larga. No siempre pasa, pero cuando no estás al 100% en lo fisico y estás motivado, ese faltante, lo podes suplir con garra. Ojo no pasa siempre y hay que ser consiente de ir regulando energías para poder terminar la carrera.
Llegué a la carrera, era de noche, me gusta llegar temprano y ser testigo de cómo se va armando la carrera lentamente, no quiero perderme detalle. Esos amaneceres que cuando hay carrera se disfruta mucho mas y te quedan en la retina para siempre.
Y para qué lo hacía si sabía que me faltaba mucho entrenamiento? Para demostrarme que la fractura había quedado atrás, que estaba de vuelta, que podía, que volvía mejor que antes.
Llegamos al momento de la largada donde tocó la banda de Patricios y después de algunas canciones patrias, tocaron Himno Nacional, desplegando sobre todos los corredores la bandera celeste y blanca. Imposible con este marco no emocionarse hasta casi las lágrimas. Con el hermoso amanecer de fondo. Largamos y con la largada querés soltar las piernas. Pero no podés salir rápido porque la calle era muy angosta. Los primeros kilómetros se hicieron muy lentos.
Se corre por Vicente Lopez, pero para los que no conocen esos lugares, para poder hacer 21 kilómetros allí tiene que haber muchas curvas. La mejor parte es el vial costero, porque ves el sol reflejado en el rio que se confunde con el cielo en el horizonte.
Sentía que venía muy de atrás, muy lento pero caí en la cuenta y en el kilómetro 5 veo el reloj de la largada y decía 31 minutos y la verdad no estaba tan mal. Ya quedaban por delante 16 kilómetros.
Solía pensar que mi carrera empezaba en el kilómetro 10, eso cuando estaba bien entrenado, y costó llegar hasta allí, no sabía si tendría muchas mas piernas para terminar. Andaba incómodo. Porque me costaba sostener el ritmo, y las piernas escaseaban y me fui quedando, mucho antes de lo pensado, aunque eso era lógico. Había que aguantar hasta el final, como se pudiera. Mitad de carrera y algo mas y había que aguantar, apretar los dientes y seguir.
La vuelta era todo por Avenida del Libertador, el retome fue casi en la estación Libertador del Tren de la Costa. Faltaba mucho todavía, 6 kilómetros para terminar y no podía mas. Pasas nuevamente por el arco de llegada y el reloj indicaba 2 horas clavadas, y estaba en el kilómetro 17, tan mal no venía, por mas de que ya tenía ganas de caminar.
Y cada vez iba mas lento. Media hora mas corriendo, pensaba a 6 o 7 minutos por kilómetros pero el físico daba indicaciones de mucho cansancio, ya era mas corazón y empuje y garra.
Ese último tramo, ya con el sol pegando a pleno sobre el rio, daba un marco de esplendor, digno de un cuadro.
Y llegaron los kilómetros 18, 19 y 20 no podía aceleran para hacer famoso sprint final pero no me quedaban energías ni para levantar las piernas, pero sí tenía una sonrisa. Sonrisa de poder correr y sobre todo disfrutar ese momento, ese milagroso momento que correr y cruzar la tan ansiada meta con la sonrisa, mezcla de felicidad y esfuerzo.
Mi premisa para las carreras es esforzate, divertite y sonreí. Nunca te olvides de divertirte, esto es solo una distracción a la vida que a veces es tan nociva.
Cuenta la leyenda que cuando uno mas corre encuentra la felicidad, pero la felicidad es poder correr.
Una vez que cruzas la línea de llegada, se te pasan automáticamente el cansancio, dolores, todo. Porque te pusiste un objetivo y lo cumpliste, eso te llena, estas cansado agotado pero a la vez ese mismo agotamiento te llena de energías.
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